La residencia, quemada y los cuatro guardias civiles que intervinieron.
La residencia, quemada y los cuatro guardias civiles que intervinieron.
SUCESOS

«Pudo ser muchísimo peor»

La rápida intervención de la Guardia Civil, Policía Local y bomberos impidió que el incendio en la residencia de mayores de Olvera se cobrara más víctimas mortales

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Pasaban unos minutos de las cinco de la tarde de este domingo cuando saltó la alarma: la residencia de mayores de Olvera estaba ardiendo. El cabo primero Manolo Luque se encontraba de descanso, en su casa, pero no lo dudó. Nada más enterarse, se levantó del sillón, cogió su coche y se fue a ayudar. «Sabía que aquello podía ser una tragedia». Así, con bermudas, camiseta y chanclas corrió hacia la calle Hernando de Luque donde las llamas ya hacían temer lo peor.

«La directora del centro gritaba que había gente dentro que por favor hiciéramos lo que fuera». Y mientras los bomberos apagaban el fuego y vigilaban que el edificio no se viniera abajo, Manolo y otros tres compañeros suyos entraron para salvar vidas.

Además contaron con la colaboración de dos agentes de Policía Local. «Aquello era un infierno. No se veía nada. Había muchísimo humo. Se estaban ahogando y teníamos que ir muy rápido».

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Con la ayuda de sábanas fueron sacando a pulso a los residentes, todos ellos impedidos. Lo más peligroso fue rescatar a dos ancianos que estaban en la primera planta. Justo en la habitación de al lado se había producido el incendio. Allí ya yacían sin vida las dos víctimas mortales, un matrimonio de 89 y 87 años. «No pudimos hacer nada por ellos. Su habitación estaba ardiendo entera», se lamenta el agente.

«Sin pensarlo mucho» no pararon ni un segundo durante la media hora en la que estuvieron sacando a los que habían quedado atrapados entre las llamas. «No podían respirar. Estaban desorientados. Si no los hubiéramos sacado pronto, hubieran muerto. Desgraciadamente ha habido dos fallecidos pero pudo ser muchísimo peor...».

Al final sacaron a las siete personas que estaban en peligro. Una vez en el exterior, los afectados fueron trasladados al hospital por la intoxicación que habían sufrido. Los cuatro guardias civiles también tuvieron que ser atendidos por la inhalación de humo. «No tuvimos miedo. No se piensa. Entras y ya está».

Finalmente, además de la pareja fallecida, otra mujer que había sufrido graves secuelas por la inhalación de humo fallecía este martes en el hospital donde permanecía ingresada.

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