Imagen de la manifestación del Primero de Mayo, celebrada el año pasado en Cádiz
Imagen de la manifestación del Primero de Mayo, celebrada el año pasado en Cádiz - ANTONIO VÁZQUEZ
LABORAL

Otro Primero de Mayo de división sindical

UGT y CC OO convocan su tradicional manifestación en la capital, mientras que las centrales minoritarias optan por una marcha más radical

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Dos manifestaciones distintas. Dos consignas diferentes. Cada uno por su lado. La unión sindical brillará de nuevo por su ausencia el próximo Primero de Mayo en la provincia. Los sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO, saldrán a la calle para reivindicar empleo estable y de calidad el Día del Trabajo, mientras que las centrales alternativas o también llamadas minoritarias –Autonomía Obrera, CGT, CTA y SAT- harán lo mismo pero reclamando unidad y solidaridad. Para los sindicatos pequeños la crisis no ha terminado y será el caballo de batalla de sus reivindicaciones en un día tan señalado para la clase obrera.

Por su parte, UGT y CC OO seguirán con la tradición y partirán a las 12 horas de la plaza de España, en Cádiz, en dirección a la Subdelegación de Gobierno, donde concluirá la marcha y se dará lectura a un manifiesto.

El secretario provincial de UGT, Francisco Andreu, destaca que la celebración por separado del Primero de Mayo no es algo nuevo, ya que en otras ediciones los sindicatos alternativos han emprendido el camino por su cuenta, «aunque lo deseable sería que un día como el Primero de Mayo se viera reflejada la unidad de todas las fuerzas sindicales».

Consignas por el empleo estable y llamadas a la unidad centran una convocatoria que ha ido a menos en los últimos años

Las centrales alternativas iniciarán una marcha, también a mediodía, pero desde la estación de San Severiano hasta el Cerro del Moro. La manifestación recorrerá los principales barrios obreros de la capital y los más castigados por el paro y la exclusión social. A esta manifestación se sumará el movimiento 22-M, que aglutina a diferentes colectivos sociales. Curiosamente el eslogan elegido por las centrales alternativas para este Primero de Mayo proclama la unidad y la solidaridad obrera, un argumento que, en esta nueva edición, se percibe por separado.

Los representantes de estos colectivos alternativos insisten en su discurso de que la crisis no ha terminado. Al contrario. Sigue latente entre miles de familias gaditanas castigadas por el desempleo. Se trata de un fenómeno, el del paro, que ya es crónico.

Los sindicatos minoritarios reprochan a las centrales mayoritarias un discurso irreal sobre el fin de la crisis

Este posicionamiento ha llevado a los sindicatos pequeños a lanzar una dura crítica a las centrales mayoritarias, UGT y CCOO, a las que tachan de «sindicalismo oficial» y les causan de estar entregados de lleno a salvar las cuentas de resultados de los empresarios. Ante esta situación, rechazan «esa falsa idea de mejoría y llamamos a todo el pueblo de Cádiz a salir a la calle este Primero de Mayo para demostrar cual es la verdadera realidad que padecemos».

Desconfianza y desapego

De nuevo, los sindicatos, mayoritarios y minoritarios, tratarán de recuperar el próximo Primero de Mayo la presencia de trabajadores en las calles, sin embargo, esta movilización ha ido bajando en intensidad en los últimos años hasta llegar a ser casi simbólica en la provincia. De hecho, en 2014, la cita solo congregó a 1.500 personas, mientras que en 2015 se llegó a las 2.000. El año pasado fue Podemos quien protagonizó la marcha en Cádiz.

El buen tiempo de las últimas ediciones y el desapego ha llevado a que la cita sea algo simbólico

Los efectos de la crisis, la desesperanza, los escándalos de corrupción que han salpicado a las centrales sindicales y la aplicación en sus propias organizaciones de la criticada reforma laboral han llevado a romper el idilio entre la clase trabajadora y sus portavoces. Esta situación de rechazo se ha traducido en una fuerte caída de la afiliación sindical. LAVOZ adelantó el pasado año que La imposibilidad de pagar las cuotas y el hartazgo de promesas incumplidas ha llevado a romper el carné sindical a más de 8.000 gaditanos en los cuatro últimos años.

Poco a poco se ha ido gestando un caldo de cultivo alrededor de los sindicatos que ha terminado por proyectar una imagen de desconfianza al igual que ocurre con la clase política. El sindicato UGT contaba en 2005 en la provincia con 16.471 afiliados y batió un récord en 2010 al lograr 29.998. Los primeros despidos de la crisis y la amenaza a perder el empleo llevaron a cientos de trabajadores a ingresar en las filas sindicales como medida de autoprotección. Sin embargo, los efectos de la crisis fueron demoledores y no perdonaron. Las cuotas, entre 4 y 11 euros, se hicieron muy cuesta arriba para aquellos que lo perdieron todo, hasta su casa. La UGT de Cádiz bajó hasta los 27.319 afiliados en 2013 y cuenta ahora con 21.980. La sangría no cesa.

Por su parte, la organización de CC OO también ha salido muy resentida de esta crisis. El sindicato arrancó 2005 con 31.259 afiliados y suma ahora poco más de 27.000. La mayor hemorragia la ha sufrido entre 2012 y 2015, que ha perdido más de 5.000 afiliados en la provincia. El cierre de empresas desde 2005, como Delphi, ha tenido mucho que ver en este descenso.

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