Cuando Alba volvió a nacer

El 21 de marzo Alba ya había cumplido los catorce meses pero aquella tarde volvió a nacer. Un familiar en shock por un ataque epiléptico arrojó a la niña desde una tercera planta. Tras la caída, su diagnóstico era terrible y hacía temer lo peor: traumatismo craneoencefálico, perforación pulmonar, rotura hepática, fracturas óseas en la cara y en la pelvis… «Cuando la cogieron del suelo estaba prácticamente muerta. Han sido meses muy duros». Tan difíciles como ver a tu bebé 40 días en la UCI, más de veinte con respiración artificial, un coma inducido y sin demasiadas esperanzas a su alrededor. «Los médicos nos decían que su estado era crítico y que no sabían si saldría adelante». Pero ella quiso seguir y luchó.

Tres meses después, Alba vive y la próxima semana puede que reciba el alta aunque se lleva bastante deberes para casa.

«Lo importante ahora es recuperar del todo a mi niña», cuenta Sergio, su padre, quien prefiere no darle más vueltas a lo que ocurrió aquel fatídico Lunes Santo. «Fue una tragedia pero ya pasó. Ahora lo fundamental es que nos centremos en su rehabilitación. Si ella ha decidido quedarse se lo tendremos que poner lo más fácil posible, ¿no?».

Sergio y Belén trajeron a la pequeña Alba como lo más deseado de sus vidas. «Estuvimos casi dos años intentándolo». Y cuando llegó revolucionó a todos. «Primera hija, primera nieta, primera sobrina... la alegría de la casa», cuenta su padre. «Queremos que vuelva a ser nuestra niña. Que ría, que hable, y lo va a conseguir».

Etapa a etapa

El camino no será fácil pero esta pequeña luchadora ya lleva lo suyo andado. «En el hospital no nos querían decir hasta donde llegaría porque ni ellos sabían si sería capaz de progresar». Pero en esta carrera por la vida, Alba ha logrado coronar ya etapas muy importantes, celebradas todas como una victoria más. Como cuando a los 21 días le retiraron el respirador, o, recientemente, cuando tras haber estado trabajando con una logopeda ha empezado a comer de nuevo por boca. Y así, paso a paso. «Ya no tiene sonda gasogástrica. Un día vimos que no la tenía colocada. Yo creo que se la quitó ella».

Pero queda mucho por hacer y ya tienen a la vista el próximo reto. «Tenemos que lograr que reconecte con nosotros. Alba ha sufrido un grave daño cerebral y no sabemos hasta dónde podrá recuperarse». Por eso es básico que continúe con su rehabilitación. «La Seguridad Social ofrece tratamientos pero los médicos que la han tratado nos dicen que ella necesitará más». Por eso ahora todos los esfuerzos están puestos en conseguir que la pequeña pueda ingresar en un hospital especializado en Jerez. «Estuvimos viendo otros que nos comentaron pero para que vuelva a conectar es importante no sacarla de su entorno, su casa, su rutina… Barcelona sería llevarla demasiado lejos y en su situación no le conviene».

El problema es que el tratamiento es costoso. Pero hay que actuar rápido. «Todo lo que recupere ahora le servirá de por vida», explica Sergio. Por eso se han puesto de inmediato a recaudar fondos. La primera iniciativa fue crear un ‘crowfounding’ a través de la plataforma Teaming donde van además contando el estado de la pequeña. También han abierto una página web ( www.albaayuda.com) donde se puede encontrar toda la información y cómo hacer las donaciones.

« Serán años de rehabilitación neuropsicológica especializada y para ello os pedimos vuestra ayuda ya que no contamos con los suficientes recursos económicos para darle a Alba las terapias que necesita», cuenta en la web.

Tras pasar todo este tiempo en el hospital, Sergio ha vuelto a trabajar pero su empleo de geólogo no es suficiente para poder cubrir todos los gastos que tendrán. Su mujer, empleada de unos grandes almacenes, justo había cogido una excedencia para dedicarse al cuidado de la niña. Y tras lo ocurrido, su incorporación tardará seguramente en llegar. «Belén no se ha separado ni un momento de Alba. Desde que pasó no ha vuelto a casa. Vive en el hospital. También ella tendrá que ir recuperándose poco a poco».

La lucha sigue pero no les asusta. ‘Impossible is nothing’ es ya su lema. El mismo que tomó Mohamed Alí como señal de combate. A pocos días de que Alba deje el hospital, su padre agradece toda la entrega y la profesionalidad que le ha prestado el equipo de la UCI pediátrica del Hospital Puerta del Mar. «Son grandes profesionales pero también grandes personas».

Hace poco uno de los neurocirujanos que atendió a la niña pasó a verla y les dijo: «Si los milagros existen, Alba es un milagro». «Yo no sé si existen pero sí creo en mi hija. Siempre hemos confiado en ella. Es muy fuerte. Lo conseguirá».