La costa de Cádiz prevé «un verano de diez» con levante o sin él

En la cara de la moneda turística de esta provincia se encuentran las grandes cadenas hoteleras de la costa de Cádiz. Durante estos días, a golpe de teléfono o de click no dejan de cerrar las últimas plazas hoteleras con reserva anticipada. Y desde los equipos directivos aseguran que esperan que este verano sea «aún mejor que el anterior».

Los niveles de ocupación serán similares a los del verano de 2016, «quizá un poco más altos, pero tampoco hay mucho margen de crecimiento porque ya tenemos unos elevadísimos niveles en julio y agosto», aclara el director comercial de Hipotels, Dushan Ocepeck. Este especialista en comercialización turística explica que el verano ya «se vende solo en Cádiz, por mucho que digan que haga más o menos levante».

Ocepeck apunta que en este destino hay trabajar duro por sacar adelante la temporada baja, que la alta ya está ganada. «De hecho, nosotros estamos ya ampliando la temporada baja», sentencia. Y ofrece como primicia que Sancti Petri tendrá en febrero un gran hotel más abierto; el Sensimar Playa La Barrosa, con 264 habitaciones.

De esta manera, el alojamiento, que antes cerraba en noviembre y abría para Semana Santa, adelanta sus servicios más de un mes. Este aumento del negocio turístico, que genera empleo en una provincia tan castigada por el paro, se debe al aumento del número de viajeros alemanes que acceden al destino a través del aeropuerto de Jerez, especialmente en vuelos procedentes de ciudades germanas, operados con intermediarios como TUI. «Aunque los vuelos directos con Bruselas y Amsterdam han dado estupendos resultados. Habría que ampliar ahora con Austria y Francia», apunta Ocepeck.

Pero en la cruz de la moneda turística se encuentra Cádiz capital. La ciudad vivió un verano complicado el año pasado con cortes de luz continuas en el Paseo Marítimo, falta de iniciativas públicas de ocio en las zonas turísticas y la supresión del alumbrado de la playa, que no por ser mejor para el medio ambiente beneficia a ningún negocio hostelero de la zona.

Estos aspectos que pueden ser discutibles y discutidos tienen ya una repercusión directa y casi inmediata en un sector económico tan sensible como el turismo. Los clientes de los hoteles de la zona ya lo advirtieron a las direcciones de los mismos; no estaban contentos con el ambiente que habían visto en la ciudad. «Nos repetían que ellos buscaban algo más que playa de día y que esto parecía la boca de un lobo cuando caía el sol», apunta la directora del hotel de cuatro estrellas Spa Cádiz Plaza.

Este descontento se está dejando notar en las reservas hoteleras de la capital de forma clara. En el caso del alojamiento citado, han sufrido una caída de 15 puntos respecto al mismo mes del año anterior. «Confiamos en que a medida que se acerque el mes de julio podamos ir sumando nuevas reservas y recortando este porcentaje de caída, pero ya no con nuestros clientes de siempre, de los que hemos perdido muchos», apunta Noelia Martínez.

Preguntado por el problema de los cortes de luz del alumbrado público, el presidente de los hosteleros de Cádiz Horeca, Antonio de María, explica que el arreglo definitivo quedó pendiente el verano pasado y supone que cuando suba el nivel de consumo volverán a sufrirse cortes parecidos.

El Ayuntamiento de Cádiz aclara al respecto que desde la gestión de las luces del Paseo, que depende de Alumbrado Público, «se realizan constantemente tareas de mantenimiento para impedir cualquier corte. No obstante, si se produce alguno, se actúa inmediatamente para solucionarlo en la mayor brevedad posible».

Cádiz, apagado

Pero anuncian que en la propuesta de presupuestos de 2017 se va a incluir una partida, en materia de inversiones, para alumbrado público, «con objeto de realizar una mejora integral de la red». Yes más, fuentes municipales aseguran que «esta partida sería una novedad porque en los últimos presupuestos municipales del anterior equipo de Gobierno se eliminaron las partidas destinadas a Alumbrado Público, de ahí el deterioro del mismo».

Por lo que reconocen una carencia que aún no se ha resuelto y que viene arrastrándose desde el verano 2016, cuando se sufrieron numerosos cortes de luz, por lo que no sería extraño que volvieran a repetirse en estos meses, «en cuanto suba la demanda de usuarios», como explican los hosteleros.

Estas carencias afectan especialmente a alojamientos pequeños y medianos y al alquiler vacacional. Un ejemplo de esto es que a pesar de las carencias de luz, en el hotel Playa Victoria de Cádiz aseguran que registran buenos niveles de reserva de habitaciones, «similares a los del año pasado por estas fechas», apunta la directora en funciones, María del Carmen Villegas.