Inocencio Arias presenta su último libro el próximo lunes en Cádiz.
Inocencio Arias presenta su último libro el próximo lunes en Cádiz. - LA VOZ
ENTREVISTA

Inocencio Arias: «El problema de los populistas, además de su sectarismo, es que no son realistas»

El embajador de España presenta hoy su libro de memorias 'Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones'. Será a las 19 horas en la Casa Pemán

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aunque está jubilado desde el año 2010, Inocencio Arias es un polifacético diplomático español con una dilatada experiencia. Ha ocupado cargos muy relevantes a lo largo de toda su carrera y ha vivido momentos muy importantes de la historia española y mundial. Fue Secretario de Estado de Cooperación, subsecretario de Asuntos Exteriores, Embajador de España en Naciones Unidas y fue portavoz del Ministerio de Exteriores con tres gobiernos diferentes de la democracia: UCD, PSOE y PP.

Hoy lunes presenta en Cádiz su último libro sobre sus memorias, 'Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones', en los encuentros de la Casa Pemán, patrocinados por la Fundación Cajasol y La Voz de Cádiz. Un libro que no dejará a nadie indiferente.

- Ha titulado su libro de memorias 'Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones'. ¿Se ha encontrado a lo largo de su extensa trayectoria muchos diplomáticos «mamones»?

Algunos, algunos. Pero son una clara minoría. Yo me incliné por esta profesión, a la que no era fácil entrar, cuando me percaté de que la mayor parte no lo eran. Hay alguno que sí, es una mezcla de pedante y frívolo. Pero luego hay tropecientos eficaces, preparados, que defienden a España de la forma correcta.

- Bolivia, Argelia, Portugal, Estados Unidos... ¿Qué destino fue el más difícil y que anécdota puede contar del mismo?

Difícil, ninguno. Todos resultaron interesantes. Malos momentos, curiosamente, los pasamos en Portugal que es un país amable y pacífico. Fue cuando la revolución portuguesa. En España ejecutaron a personas acusadas de terroristas, los procesos no se ajustaban a canones democráticos y hubo una indignación en muchos medios europeos atizada por grupos de izquierda. Temimos entonces que nos raptaran, gente extraña nos fotografiaba al salir de la embajada, pensabamos que nos seguían..., tal vez para forzar al gobierno de Franco a parar los procesos. Fueron momentos malos pero muy cortos.

- Ha desarrollado su labor como diplomático con todos los presidentes de la democracia, excepto con Mariano Rajoy. ¿En qué etapa se sintió más cómodo y quién fue su mejor y peor «jefe»?

Muy cómodo con Suarez, Calvo Sotelo, Felipe y Aznar. Normal con Zapatero y no ya porque me cesara fulminantemente (yo habia cometido el pecado de obedecer fielmente las órdenes de Aznar de apoyar a Estados Unidos) y no me diera otra embajada. Eso debió influir pero los ceses son gajes del oficio. Lo que no te entusiasmaba es que veias que Zapatero se movía sin soltura en la escena internacional, metía la pata... No estaba cómodo en ella. Hay multitud de anécdotas reveladoras. Eso, como diplomático, te dejaba un poco perplejo.

- ¿Que opina sobre los nuevos partidos populistas y el panorama político del país en la actualidad, donde el bipartidismo ha culminado y hay necesidad de consenso para todo?

Que haga falta el consenso para todo es incómodo pero digerible. El problema de los populistas, aparte del sectarismo de alguno de sus componentes (¿cómo se puede alguien alegrar de ver cómo le pegan a un policía?), es que no son realistas. Sus recetas no traerían mayor prosperidad a España sino que frenarían la economía y al decir economía quiero decir el bienestar del mayor número posible de gentes. La demagogia de que habría más camas en los hospitales, más becas, mejor salario para todos los que lo tienen bajo, que se pararían todos los desahucios... gracias a que los ricos pagarían más impuestos tiene mucho de sueño. «Los ricos» no son ordeñables hasta el infinito y las cuentas no salen.

- ¿Qué diferencias ve en el papel de España en el mundo antes y ahora? Defíname en una palabra cómo ve la «Marca España»

España está en la primera división europea pero no está en la Champions. Ahí están, Estados Unidos, China, Alemania, Japón, Gran Bretaña, Francia... Países que tienen un enorme peso en el terreno económico, político, militar-nuclear, o cultural. Estados Unidos lo tiene en todos esos campos, los otros citados en uno o dos de ellos. España cuenta pero no está en el pelotón de cabeza.  ¿ La «marca España»?: Tenemos fama de simpáticos, en algún sector de eficientes pero, sinceramente, no se nos conoce bien.

- Una gran parte de su vida profesional fue como embajador de España en la ONU viviendo de primera mano la guerra de Irak y la disparidad de opiniones respecto al papel de España en este conflicto. ¿Como recuerda ese momento?

Fue peliagudo y un poquito traumático. La opinión española estaba en contra de lo que hacía el gobierno. España tiene una veta pacifista, elogiable pero muy curiosa. Le brota con mucha fuerza cuando hay una guerra en la que estén envueltos los Estados Unidos. En otros conflictos, quizás más sangrientos, nos fumamos un puro, nos importan un pepino. Si en esa guerra, nuestro gobierno apoya de alguna forma a Estados Unidos, aunque sea solo políticamente, entonces arde Troya. La gente se echa a la calle aunque España no entre en la guerra. Si en el conflicto están involucradas otras potencias, pensemos ahora en el de Siria, el tema nos resbala. Ni pancartas ni cabreos.

- ¿Que opina sobre Trump y su particular forma de hacer política?

Es un bocazas, un narcisista y, a veces, un embustero. Ahora bien, ni es tonto ni ganó la Presidencia con trampas. Aquí, sin embargo, se le ataca hasta por respirar. Lo del muro es el mejor ejemplo: ¿Que ley internacional o que derecho humano está pisoteando al hacer el muro con Méjico? Ninguno. Sin embargo, ¡oh misterio!, aquí indigna.

- ¿Se imaginaría ahora como embajador en EEUU bajo la presidencia de Trump? 

No, porque estoy jubilado, pero me encantaría. Estados Unidos es el país más importante de la tierra y el reinado de Trump puede ser accidentado. Interesantísmo para un profesional. Me iría mañana renunciando a una parte del sueldo.

- Además de su faceta como diplomático y político tiene otra gran pasión que es el Real Madrid, donde ha ocupado cargos directivos y sobre el que ha escrito también libros. ¿Donde se ha sentido mejor, en una embajada o en el Bernabeu?

En una embajada, sin dudas. En mi época en el Real Madrid había allí más cinismo y, sobre todo, más informalidad que en ninguno de los puestos que he tenido en Exteriores. Era un curso intenso de cinismo, algo mucho más difuminado en la diplomacia.

Ver los comentarios