El alcalde, como un aficionado más, en el Fondo Sur, el pasado sábado
El alcalde, como un aficionado más, en el Fondo Sur, el pasado sábado - A. VÁZQUEZ
CÁDIZ

Doble encontronazo del alcalde de Cádiz con la policía en apenas 24 horas

Los cuatro sindicatos de la Policía Local piden de forma unánime su dimisión tras sus declaraciones a LA VOZ sobre la polémica del vídeo del vendedor de pescado. La Policía Nacional, molesta por su comportamiento en Carranza

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Los cuatro sindicatos que representan a los agentes de la Policía Local de Cádiz, CC OO, UGT, CSIF y la Unión de Policía Local y Bomberos de Andalucía (UPLB) han pedido este lunes de forma unánime la dimisión del alcalde de Cádiz a raíz de las declaraciones realizadas por José María González en la entrevista publicada el pasado domingo en LA VOZ.

El primer edil gaditano respondía a una pregunta del director de este medio en la que le pedía que se posicionase ante el conflicto por la denuncia de miembros de la Policía Local por la publicación del video del decomiso de la mercancía de un puesto de venta de pescado ilegal, respondiendo que «entre la denuncia y el que se busca la vida vendiendo pescado, me quedo con el que se busca la vida.

Tiene todo el derecho del mundo».

Ante esta respuesta, los sindicatos citados registraron en la mañana de este lunes una carta en el Ayuntamiento en la que aseguran que el alcalde está «menospreciando, poniendo en entredicho y desprestigiando el trabajo que venimos haciendo desde la Policía Local incitando a la ciudadanía como máxima autoridad política y jefe superior del cuerpo a infringir preceptos legales, menoscabando nuestro principio de autoridad y posicionándose a favor de la economía sumergida». Por estos motivos, los representantes de la Policía Local de Cádiz declaran que no le consideran «digno de ser nuestro jefe» y le piden la dimisón inmediata. A la vez que ruegan que no les falte «ni una vez más al respeto».

Los sindicatos tildan sus palabras de «indeseables, impresentables y esperpénticas»

En el escrito, registrado en el Ayuntamiento, la UPLBA, CC OO, UGT y CSIF dedican buena parte del texto a explicar que «nunca se ha vivido una situación tan esperpéntica de acoso y derribo de nuestro alcalde, como jefe superior, como la que estamos padeciendo. Y van más allá. Acusan a José María González de «hipocresía y demagogia» por el «desapego que manifiesta ante la Policía Local». Lo tildan también de «populista» y de acordarse de la policía cuando la necesitan para algo.

Los representantes sindicales de la Policía Local de Cádiz recuerdan al alcalde que «todo tiene un límite que no tiene que sobrepasarse» y subrayan que «vivimos en un Estado de Derecho con unas reglas de juego establecidas que garantizan el equilibrio entre los derechos y deberes... que tienen que ser respetadas por toda la ciudadanía, ya sean políticos, jueces, médicos, policías, vendedores ambulantes de pescado, etc».

El PP llevará el asunto al Pleno

También reaccionó a las palabras del alcalde en estas páginas el grupo municipal del PP, que afirmaba ayer en un comunicado que llevará el asunto al Pleno Municipal para que se retracte. El portavoz popular, Ignacio Romaní, afirmaba que «la Policía Local de Cádiz es un cuerpo que se ha caracterizado siempre por su ejemplar labor en defensa de los derechos de los gaditanos y en la vigilancia del cumplimiento de las leyes y ordenanzas municipales. La profesionalidad de los agentes y oficiales que componen esta plantilla ha estado y está por encima de cualquier valoración de índole político, y la ciudad de Cádiz, además, puede presumir de contar con una de las plantillas con mejor formación académica de toda Andalucía y España».

Según Romaní, «esta labor está siendo puesta en entredicho en las últimas semanas por su máximo jefe, González Santos, que en su cargo de alcalde no ha tenido reparo alguno en sembrar la duda sobre algunas actuaciones de la Policía Local y posicionarse a favor de aquellos que incumplen las leyes en vez de aquellos que, como es preceptivo en un estado de derecho, están para que todos, políticos y cargos públicos incluidos, las cumplan. Por ello, afirmaba el portavoz del PP, «en vistas a estas actuaciones, y muy especialmente a las declaraciones publicadas y emitidas en vídeo el pasado domingo 22 de mayo» en LA VOZ, llevarán una propuesta al próximo Pleno municipal «para que se retracte públicamente».

Incidente con la Policía Nacional

Este episodio de disputa dialéctica con los agentes de la policía local gaditana no es el único en el que se encuentra inmerso el alcalde de Cádiz. Agentes de la Policía Nacional se encuentran también «muy molestos» con él debido al «comportamiento» que tuvo con algunos de los funcionarios que se ocuparon el pasado sábado de la seguridad del partido que el equipo amarillo disputó contra el Racing de Ferrol. Según fuentes consultadas, durante el citado encuentro tras desatarse una trifulca en el Fondo Sur, en la zona central donde se suelen ubicar los Brigadas Amarillas, los agentes propusieron para una posible sanción y expulsaron a varios aficionados que estaban «insultando» a los policía. Una vez desalojados, el alcalde acudió a intermediar por uno de ellos para que volviera a entrar en el estadio. De esta manera y según denuncian las mismas fuentes, ante la negativa del vigilante de seguridad que se encontraba en la puerta, González Santos llegó a decirle que ya hablaría con su superior, consiguiendo así que le dejara pasar.

Los agentes afirman que se comportó de forma «chulesca», exigiendo hablar con sus superiores

Pero el asunto no se quedó ahí. Mientras accedía al recinto el alcalde desoyó las palabras que le dirigían los agentes encargados de la custodia de la zona exterior que le advertían que dicho aficionado había sido expulsado del estadio y no podía volver a entrar según establece la Ley del Deporte. «Ni se paró. Se comportó con superioridad, con una actitud chulesca», explican desde la Unión Federal de la Policía (UFP). Según aseguran, no quiso escuchar a los agentes que le apercibieron y en todo momento pidió hablar con sus superiores». No es el comportamiento propio de una persona que dice que viene al estadio como un aficionado más», lamentan. «Un ciudadano no pide hablar con los superiores de esa manera».

Como detallan las fuentes consultadas, a pesar de que el alcalde sea una autoridad, «es el coordinador de seguridad quien asume las tareas de dirección, coordinación y organización de los servicios de seguridad en la celebración de los espectáculos deportivos. Sus funciones y régimen de designación y cese se determinan por ley y sólo un árbitro puede darle alguna consigna si lo estimara oportuno en caso, por ejemplo, de que entienda que hay que suspender el encuentro».

Finalmente el alcalde llegó a hablar con los mandos que se encontraban en el recinto y tras ello y debido nuevamente a que sus requerimientos «no eran oportunos» tuvo que volver a acompañar al aficionado expulsado a la puerta de salida.

Este episodio podría ser incluído en el informe que redacte el coordinador de seguridad y que se envía después de cada partido a la Comisión Antiviolencia, que es el órgano competente de valorar lo ocurrido y sancionar en casos de incidencias.

Desde UFP advierten que la actitud que tuvo González Santos «no es la manera lógica» de proceder de un alcalde que debe de entender que la Policía Nacional cumple con sus obligaciones y que son ellos «los encargados de garantizar la seguridad dentro de un recinto deportivo».

Según el Ayuntamiento, el alcalde actuó para evitar «males mayores dado lo caldeado que estaba el ambiente»

Esta versión policial difere de la que se daba desde el Ayuntamiento gaditano. Fuentes municipales relataban el incidente afirmando que «en el transcurso del primer tiempo hubo algunos conatos de pelea en el Fondo Sur entre algunos aficionados cadistas de la misma peña. Otro aficionado, situado en otra zona de esa grada, ante el cariz que estaban tomando las cosas comenzó a pedirle a la Policía Nacional que actuara, que no dejara que siguiera la cosa así. Ante esta situación, un agente de la Policía Nacional agarró a este joven y lo sacó de su localidad, con una falta de proporcionalidad en la fuerza que empleó que fue denunciada por dicho joven –que curiosamente se prepara para policía nacional–. Los agentes expulsaron a este aficionado del estadio, lo que provocó el enfado de muchos aficionados que se encontraban en fondo sur, algo que podía traducirse en una nueva disputa.

Ante ello, el alcalde decidió aclarar lo ocurrido, para lo que pidió que el joven y el agente de la Policía lo aclararan en persona. Para ello, solicitó que esta persona regresara al campo y, una vez aclarada la situación con los agentes, el propio alcalde lo acompañó a la salida del estadio para que abandonara Fondo Sur, del que había sido expulsado. En ningún momento pretendió hacerlo regresar al estadio, solo evitar males mayores dado lo caldeado que estaba el ambiente en esa grada después de la actuación policial, por lo que una vez acabada la conversación, el alcalde en persona lo acompañó a la salida por la que este joven abandonó definitivamente el estadio».

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