Roche empieza de nuevo

Una depuradora que no da más de sí, viales agrietados y una dudosa conservación de las zonas verdes son parte de los problemas que se ha encontrado el nuevo administrador de la urbanización de Roche. Este exclusivo enclave ha sido noticia los últimos veranos por las tensas reuniones de su junta de propietarios y el amplio historial judicial que lleva a las espaldas, con pleitos contra la promotora, el Ayuntamiento de Conil y hasta entre los propios vecinos.

Hace apenas dos semanas que se hizo el sorteo ordenado por una sentencia para elegir a un nuevo presidente. Esta es una de las medidas cautelares impuesta por el juzgado mixto número 1 de Chiclana declarara nula la junta celebrada el 27 de agosto de 2014

. Por el momento, el nuevo responsable tiene aún poco margen y aún sigue a la espera de conocer nuevas decisiones judiciales.

Antonio Muñoz es uno de los vecinos que ha batallado estos años por cambiar la situación de la urbanización y considera esta nueva etapa «un principio de esperanza». Según explica «ahora vamos a poder acceder a las cuentas y conocer en qué estado se encuentran». Sospecha este propietario que «no deben ser las mejores, pues se han gastado miles de euros en pleitos inútiles con los que muchos no estábamos de acuerdo».

«Tanto el nuevo presidente como el administrador judicial velarán por la comunidad hasta que se dirima la sentencia de esta demanda que interpusimos en 2014», indica. Hasta entonces, que podría ser finales de este año, la gestión estará bajo la vigilancia de la magistrada del juzgado chiclanero. Explica Muñoz que «el nuevo presidente tendrá que consultar cada actuación de calado». Sin embargo, se muestra ilusionado. «Han sido años de desgaste y de batalla. Somos muchos los que no estábamos de acuerdo con el señor Marina –en relación al anterior presidente– y ahora dice confiar en que «pronto podamos funcionar como cualquier comunidad».

El trabajo por hacer

Consciente de la popularidad de esta urbanización conileña y de lo que mueve, destaca la necesidad de recuperar ese aspecto que siempre ha lucido.«Confío en que el administrador haga una auditoría de lo que ha pasado y se vea qué se debe y qué se ha pagado», señala. Ese primer resumen lo tendrán en la junta de agosto y será cuando se empiecen a tomar decisiones sobre lo que hace falta para que Roche vuelva a lucir como en sus mejores tiempos.

«La depuradora es un desastre, produce un vertido y las calles están todas levantadas», resalta. La inversión para ponerlo todo a punto va a ser alta y no descarta que haya incluso que pagar una derrama. «Eso es lo que peor, porque esta comunidad nunca ha tenido problemas de dinero. Las mensualidades se han pagado puntualmente y maneja un presupuesto de 1,7 millones de euros», lamenta este vecino. «Pero cuando eso va a parar a juicios imposibles no se pueden prestar los servicios que dice la ley que debe dar una comunidad».

Sobre la anterior directiva, señala que «están todos apartados», también la última presidenta, Carmen Robledo, que sustituyó en el cargo a José Marina, que lo ocupó durante ocho años. La relación entre los propietarios ha sido tensa en estos años, en los que se han llegado a denunciar mutuamente. El principal motivo de fricción entre ellos fue la decisión del entonces presidente de reclamar a la promotora la titularidad de las zonas comunes. Aquello terminó en un rosario de juicios y recursos que llegaron hasta el Tribunal Supremo, condenando este último a la comunidad a pagar en costas a los demandados.