Los 28 linces muertos en lo que va de año convierten 2014 en el más negro de las dos últimas décadas, fecha desde la que se recogen estos datos sistemáticamente, según el Responsable del Programa de Especies de WWF España, Luis Suárez.
El último caso se ha registrado este fin de semana, cuando ha sido encontrada muerta por atropello una hembra de lince reproductora de seis años de edad, que fue una de las fundadoras de la población del área de reintroducción de Guadalmellato.
De los ejemplares fallecidos, 21 lo fueron por atropellos, seis por golpes, disparos o venenos y uno más por causas desconocidas: es el número más alto en un solo año desde 1994.
Durante este año fatídico se ha sumado además la merma de las poblaciones de conejo -el único alimento del lince-, debido a la aparición de una nueva variante de la enfermedad hemorrágica del conejo (RHDV), detectada por primera vez en España en 2012.
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