Mercedes Alaya
Mercedes Alaya - rocío ruz
caso ere

La juez Alaya no se rinde

Estudia pedir la comisión de servicios para culminar las causas de corrupción pese al acuerdo del CGPJ

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Como si no hubiera pasado nada. Ayer la juez Mercedes Alaya seguía en su despacho del juzgado de instrucción número 6 de Sevilla. Trabajando y avanzando en las macrocausas de corrupción sobre las que sigue teniendo aún el control. Pese a que el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial que autoriza dos jueces en comisión de servicio implique que será la inminente nueva titular, María Nuñez Bolaños, la que decida quién se hace con estas investigaciones, la magistrada no parece dispuesta a rendirse y ceder estas diligencias que ella inició.

De hecho, el decano de los jueces, Francisco Guerrero, aseguraba tras mantener una reunión con la instructora, que Alaya estudiará si pide una de esas comisiones de servicio que ahora debe convocar el CGPJ para terminar el caso ERE, la investigación de los cursos de formación y la de los avales en la agencia IDEA.

Dejaba así abierta la puerta y no descartaba ninguna opción.

Aunque la decisión no se hará publica hasta dentro de unos días, Guerrero, que insistía en que la magistrada está meditando, no descarta que Alaya pueda tener opciones todavía para culminar estas diligencias insistiendo en que el acuerdo del CGPJ «no implica necesariamente» que la juez no tenga posibilidades. «Todas las opciones son posibles», recalcaba.

El siguiente paso es que el máximo órgano de poder de los jueces convoque en los próximos días esas dos comisiones de servicio a las que pueden optar tanto Alaya como el juez de refuerzo Alvaro Martín u otros miembros de la carrera judicial. Y, a la par, también es preceptivo que el BOE publique la resolución del concurso de plazas que convierta a la juez de familia y amiga del consejero de Justicia, María Nuñez en nueva titular de ese juzgado de instrucción número 6. Tras ello, Núñez tomará posesión del juzgado mientras que Alaya deberá hacer lo propio en su nueva plaza de la sección VII de la Audiencia Provincial de Sevilla. Todo ese proceso podría estar culminado en torno a la mitad del próximo mes de junio.

Sin embargo, mientras eso ocurre, el juzgado trabajaba ayer con normalidad y como si nada hubiera ocurrido. La juez seguía con su rutina diaria. Tranquila y sin aparentar que el final de sus días en el juzgado puedan estar próximos. Llegó al juzgado acompañada de sus escoltas. Y. tras la reunión con el decano de los jueces, varios abogados de las defensas del Caso ERE se acercaban a saludarla. E insistían en que Mercedes Alaya no parece estar nerviosa.

«La sensación que da es que va a pedir una comisión de servicio para quedarse con las tres causas», decían algunos de eso letrados tras pasar por el despacho de la juez. Una percepción que también tenían los funcionarios que trabajan con ella y que aseguraban que parece que Alaya no está dispuesta a rendirse y sigue pensando que todavía tiene posibilidades para seguir al frente de estas investigaciones.

Sin embargo, el acuerdo del CGPJ, firmado por unanimidad por todos los miembros de la comisión permanente del máximo órgano de poder de los jueces, implicará que si Alaya quiere seguir tendrá que acatar lo que diga la nueva juez ya que María Núñez será la que decida con el CGPJ el reparto del trabajo del juzgado. Y, por tanto, quién deber finalizar la instrucción de las macrocausas.

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