RUTAS
Cuatro escapadas rurales, una para cada fin de semana de diciembre
Morella, Jaca, Valverde de los Arroyos y Viella ofrecen al visitante una estampa única durante esta época del año, así como diferentes visitas para aprovechar el tiempo al máximo
La bajada de temperaturas y las condiciones climatológicas adversas invitan a resguardarse al calor de una chimenea, de pasar más tiempo en casa, pero lo cierto es que el invierno también es una buena época para viajar, más allá de aquellos que acuden a las estaciones de esquí, para evitar las típicas aglomeraciones veraniegas y conseguir precios más competentes.
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Los destinos rurales, que con las primeras nieves se muestran mucho más hermosos, son un must en esta época del año. Morella, Jaca, Valverde de los Arroyos y Vielha son solo algunos de los lugares del territorio español que ofrecen un encanto mayor durante estos meses. Rodeados de pura naturaleza, con un rico patrimonio y una oferta gastronómica de primera, estas localidades brindan una escapada de ensueño para despedir el año por todo lo alto.
Morella, Castellón
Esta joya medieval de Castellón , capital de la comarca de Els Ports , es considerada como uno de los pueblos más bonitos de España y no es para menos. Ubicada en una colina a casi 1.000 metros de altura, rodeada por dos kilómetros de murallas y coronada por un imponente castillo, es un destino turístico que recibe al visitante con mucha historia, artesanía y tradición. Por supuesto, toda visita a este lugar debe comenzar por su castillo, por cuyos muros han paseado personajes como Abderraman III, El Cid o el rey Jaume I , y que ofrece la mejor panorámica de Morella. Sobre la piedra natural sobre la que se levanta se han encontrado restos del Neolítico, pero también vestigios del paso de los íberos, visigodos, árabes y cristianos.
Visitar el convento de San Francisco , que da paso al castillo, y la basílica Arciprestal Santa María la Mayor , de estilo gótico, recorrer su casco histórico a pie, detenerse en el pequeño barrio de la judería, repleto de callejuelas estrechas, admirar la Casa de la Vila , situada en un edificio del siglo XIV de estilo gótico, y observar el pueblo desde alguno de sus miradores y torres –cuenta con hasta 16 repartidas por todo el casco urbano– son otros de sus imprescindibles. Para ir con los más pequeños de la casa es el conocido como Tiempo de Dinosaurios , un viaje al centro de la tierra que llega en forma de museo.
Por último, no hay que perderse los restos del acueducto medieval , construido entre los siglos XIII y XIV, y el Paseo de la Alameda , una ruta que enlaza la Puerta dels Estudis con la Puerta de la Nevera y que rodea la parte posterior de la ciudad. Este agradable paseo permite admirar el castillo en todo su esplendor, así como obtener una excelente panorámica de las montañas de Els Ports .
Jaca, Huesca
Situada a poco más de media hora de las estaciones de esquí del valle del Aragón, pistas que ofrecen más de 300 kilómetros esquiables y unas impresionantes vistas, Jaca se convierte en la base perfecta para los amantes de los deportes de invierno, pero esta ciudad ofrece, sin duda, mucho más. Se trata de todo un icono del románico con un legado de más de 2.000 años de historia . Su monumento más destacado la Catedral, construida a partir de 1077 por orden del rey Sancho Ramírez.
Otro punto de interés de la ciudad es su Ciudadela , una fortificación con forma de estrella que data de finales del siglo XVI y que acoge el Museo de Miniaturas Militares y el Castillo de San Pedro . La Torre del Reloj, el Convento de las Benedictinas, la Casa Consistorial, el Puente medieval de San Miguel , que alcanza los 17 metros de altura en su arco central, el Fuerte de Rapitán , una de las piezas más interesantes del vasto patrimonio militar que se extiende por toda la comarca, y su ruta de edificios modernistas completan la visita.
Aquellos que viajen en familia y busquen actividades de ocio no pueden perderse el Pabellón de Hielo , una de las mejores pistas de hielo de España que cuenta con dos superficies heladas, una de dimensiones olímpicas y otra lúdica, exclusiva para los menores de 11 años. Y como los planes no se acaban aquí, también se puede ir de tapeo por el casco antiguo o relajarse en el centro de Spa y Fitness.
Además, si algo permite esta ciudad es organizar diferentes excursiones por sus alrededores para descubrir algunos de los monumentos más espectaculares, como el monasterio de San Juan de la Peña , situado en Botaya, a unos 40 minutos en coche de Jaca. Construido al amparo de una roca, en el siglo XI, fue el más importante de Aragón en la Edad Media y acoge los restos de varios de sus reyes. No hay que perderse tampoco Santa Cruz de la Serós , ubicado a 15 kilómetros. Aquí se puede visitar la iglesia de Santa María y la de San Caprasio, dos joyas del románico aragonés.
Valverde de los Arroyos, Guadalajara
Digno representante de la lista de Los pueblos más bonitos de España, Valverde de los Arroyos es una parada imprescindible en una ruta por la comarca del Ocejón, donde la arquitectura negra es la gran protagonista. Este coqueto pueblo es, probablemente, el mayor exponente de esta tendencia que se distingue por el uso de la mampostería de piedra y cubiertas de pizarra. En este pueblo, además, se ven tintes dorados cuando le da el sol debido al uso de la piedra de gneis, por lo que su belleza es aún mayor. Lo mejor para saborear su esencia es recorrerlo andando para llegar hasta su Plaza Mayor , donde se pueden apreciar algunas de las casas más bonitas, así como la iglesia de San Ildefonso , que guarda en su interior una cruz procesional del siglo XVI, una bonita fuente de piedra y un espacio dedicado a juegos tradicionales que pone la guinda a este rincón.
La visita puede continuar por el Museo Etnológico , donde además de dar a conocer su arquitectura se rinde homenaje a la actividad textil de la zona, y por la ermita de la Virgen de Gracia , una construcción de pizarra del siglo XIX.
Para disfrutar de la naturaleza que rodea a este pueblo hay que ir a las Chorreras de Despeñalagua , situadas a una distancia de 2 kilómetros y a las que se accede por una senda de baja dificultad. A veces, las bajas temperaturas congelan esta cascada escalonada de 120 metros de salto ofreciendo un espectáculo excepcional. Además, también se puede realizar la subida al Pico Ocejón , una de las rutas más conocidas de la zona, o la ruta de la miel , un recorrido apícola-botánico de 2 kilómetros que pasa por un colmenar tradicional y un batán en ruinas y se adentra por densos bosques de castaños centenarios, robles y álamos.
Viella, Lérida
En el corazón del valle de Arán se ubica Viella (Vielha) , una localidad rodeada de cumbres y una rica naturaleza que bien merece una visita. Durante el invierno esta pequeña población de unos 4.000 habitantes se llena de turistas que acuden a esquiar a la cercana y famosa estación de Baqueira Beret. Situada a orillas del Garona y dividida en dos por el río Nere, Vielha llama la atención por su arquitectura con fachadas de piedra vista, tejados de pizarra y puertas y ventanas de madera. Recorriendo su casco histórico el visitante se topará con la iglesia de Sant Miquèu , en la que se guarda una talla de madera fragmentada del Cristo de Mitg Arán, el Museo dera Val d’Aran , perfecto para realizar un recorrido por su historia, la antigua Fábrica de lana y la Casa Rodés , una vivienda señorial edificada en el siglo XVII que se considera la mejor conservada de toda la villa. Saliendo de Vielha hacia Francia no hay que perderse tampoco la Ermita de Santa María de Mijaran.
Este rincón de Lérida permite, por su privilegiada ubicación, realizar múltiples actividades al aire libre. Por ejemplo, se puede realizar una ruta hasta El Saut deth Pish , una de las atracciones naturales más visitadas del Valle de Arán, situada a unos 5 kilómetros de Viella y formada por dos cascadas, una de ellas de entre 15 y 20 metros de altura. En esta ruta también se puede disfrutar del bosque de Siesso y del pequeño lago del a montaña de Varradós.
