EXTREMADURA

Diez de los pueblos más bonitos de Cáceres para una ruta de otoño

Guadalupe, Guijo de Santa Bárbara, Valencia de Alcántara, Trujillo… las opciones que presenta la provincia extremeña para una escapada rural de ensueño son muchas, esta es solo una pequeña muestra

Hervás, uno de los pueblos más bonitos de Cáceres © Rocío Jiménez
Rocío Jiménez

Rocío Jiménez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Cáceres es quizás una de las más desconocidas del panorama nacional, lo que no significa que no ofrezca numerosas razones para seleccionarla como destino para una escapada. La provincia extremeña puede presumir de increíbles parajes naturales, como el Valle del Jerte, las Hurdes o el Parque Nacional de Monfragüe, de una rica gastronomía, un gran patrimonio histórico y cultural y de numerosos pueblos que invitan a viajar en el tiempo y desconectar. Robledillo de Gata, Cuacos de Yuste, Guadalupe y Trujillo son algunos de los más conocidos, pero existen muchos más para visitar, esta lista es una muestra de ello.

Romangordo

Si hay un lugar pintoresco en Cáceres ese es Romangordo . Este pequeño pueblo, que cuenta con unos 300 habitantes, esconde una de las rutas más particulares de la comunidad, la de los trampantojos, un conjunto de pinturas plasmadas sobre paredes y puertas que engañan a la vista. Frases de poetas, recreación de antiguos comercios y retratos de habitantes del pueblo realizando sus labores es lo que se puede encontrar al recorrer las calles de este auténtico museo al aire libre. Tal es su realismo que el visitante puede acabar preguntando indicaciones a un grupo de mujeres sentadas al fresco sin recibir respuesta alguna.

Para no perder detalle, lo mejor es acudir a la Casa de los Aromas, espacio que acoge la oficina de Turismo y que ofrece un mapa con las ubicaciones de todos los trampantojos del pueblo.

Y si se quiere completar la visita a este bello lugar, ubicado en la comarca de Campo Arañuelo, en la Reserva de la Biosfera de Monfragüe , se pueden realizar diferentes rutas senderistas, como la de los Ingleses –de unos 16 kilómetros– o visitar el yacimiento Madinat Al-Balat , un asentamiento musulmán del siglo XII situado a orillas del río Tajo.

Imagen de un trampantojo de Romangordo © Rocío Jiménez

Robledillo de Gata

Escondido en plena Sierra de Gata y fronterizo con Las Hurdes y la provincia de Salamanca, Robledillo de Gata es un pueblo para recorrer andando y detenerse a admirar su arquitectura tradicional, que resalta por sus viviendas a varias alturas y bonitas balconadas decoradas con flores.

De imprescindible visita son su casco histórico, el Molino del Medio , un antiguo molino de aceite perfectamente conservado en el que, además de ver su maquinaria, se puede hacer una cata, y la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción , edificación del siglo XVI con una atípica planta hexagonal, un gran pórtico de rueda y una sacristía con artesonado mudéjar.

Guijo de Santa Bárbara

La Vera cuenta con un puñado de pueblos con mucho encanto. Quedarse con uno es complicado, pero si el tiempo es limitado, nada como acudir a Guijo de Santa Bárbara . Situado a casi 900 metros de altitud, en las estribaciones de la Sierra de Gredos, este pueblo es el más alto de la comarca, lo cual le aporta aún más belleza y lo convierte en un balcón perfecto para admirar la exuberante naturaleza de la que presume la zona.

Lo primero que llama la atención al visitante es el buen estado de conservación de la arquitectura tradicional verata –adobe, piedra y madera–, así como su estatua de Viriato, de quien se dice nació en estas tierras. Su antiguo lavadero, la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro , del siglo XVIII, y un interior de estilo mudéjar, y el centro de interpretación de la Reserva Regional de Caza ‘La Sierra’ son otros de sus atractivos.

Si se acude en verano se pueden visitar algunas de sus gargantas naturales, como el Calajomero, el Puente o el Trabuquete , un charco situado a unos cuatro kilómetros montaña arriba. Ofrece, también, diferentes rutas senderistas con las que apreciar su fauna y flora, como la que lleva hasta la ermita de Nuestra Señora de las Nieves.

Imagen del pueblo de Guijo de Santa Bárbara © Esther Jiménez

Trujillo

Tanto si se va desde Madrid a Cáceres, como si se vuelve de Badajoz a la capital, Trujillo es una parada imprescindible del territorio extremeño. La tierra que vio nacer a Francisco Pizarro dispone de un rico patrimonio histórico, cultural y sociológico. Todo en este pueblo se desenvuelve en torno a su Plaza Mayor, punto que acoge algunos de los edificios más importantes, como el Palacio de la Conquista, el Palacio de los duques de San Carlos y la Iglesia de San Martín , uno de los monumentos religiosos más importantes de la zona por su antigüedad. Justo en frente de esta última está la famosa estatua del conquistador español montado a caballo, una pieza de bronce de 6.500 kilos.

Sentarse a comer unas migas extremeñas en una de sus terrazas es uno de esos pequeños placeres que permiten saborear su esencia y coger fuerzas para subir hasta el castillo , situado en la parte más alta del pueblo. Desde aquí se obtienen unas vistas increíbles y se puede visitar la ermita de San Pablo y cuatro de las siete puertas que había originalmente, además de la Alberca y un aljibe hispano-musulmán.

Hervás

Hasta el Valle del Ambroz hay que ir para descubrir Hervás , un pueblo en el que viajar en el tiempo y perderse por sus callejuelas. Solo su barrio judío, uno de los mejor conservados de toda España, es ya más que reclamo suficiente para programar un viaje. La iglesia de Santa María de Aguas Vivas, construida sobre una antigua fortaleza templaria, el puente de la Fuente Chiquita , entrada principal al pueblo desde la Vía de la Plata, y la Travesía del Morón, que dicen es una de las calles más estrechas del país por medir 50 centímetros en su parte más estrecha, completan la visita a Hervás.

Si se quiere descubrir los alrededores en todo su esplendor, lo mejor es subir el Puerto de Honduras . Desde lo más alto, a unos 1.140 metros, se pueden apreciar el valle del Jerte y La Vera, de un lado, y el Ambroz del otro, junto con el pantano de Gabriel y Galán.

Barrio judío de Hervás © Rocío Jiménez

San Martín de Trevejo

Situado en la Sierra de Gata, entre Las Hurdes y la frontera portuguesa, está San Martín de Trevejo , una de las últimas incorporaciones cacereñas a la red de Los pueblos más bonitos de España -el último en entrar ha sido Valverde de la Vera-.

Motivos para visitarlo no faltan. Desde su arquitectura tradicional y su rico patrimonio histórico, entre el que destacan su Plaza Mayor porticada, la torre campanario, la casa de la Encomienda o la iglesia de San Martín de Tours , pasando por sus calles, por las que fluye todo el año un arroyo, hasta sus paisajes de castaños. Como dato curioso cabe señalar que tienen una lengua propia que solo se conserva en otros dos municipios de Extremadura.

Cuacos de Yuste

Declarado conjunto histórico-artístico, Cuacos de Yuste es uno de esos pueblos que se quedan grabados en la retina, tanto es así que el Emperador Carlos V lo escogió para pasar sus últimos días. El Monasterio de Yuste , construido a principios del siglo XV, y sus jardines son su principal atractivo, pero no el único.

Paseando por sus calles se llega a la Plaza Mayor porticada , en la que destaca la Fuente de los Cuatro Caños. La casa de Juan de Austria, lugar donde según la leyenda vivió el hijo natural del Emperador, también es de obligada visita, como lo es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. De recuerdo hay que llevarse un bote del conocido como oro rojo de la zona, el Pimentón de la Vera. En este pueblo se pueden encontrar varias fábricas, como la de Vegacáceres .

Valencia de Alcántara

En una ruta por este bello pueblo, ubicado dentro del Parque Natural Tajo Internacional y rodeado por tres formaciones rocosas, se puede apreciar el rico legado que han dejado, a su paso, las diferentes culturas a lo largo de los siglos. El paseo puede comenzar por el barrio judío-gótico y continuar por la iglesia de Nuestra Señora de Rocamador –construida sobre un templo románico y que posee un retablo barroco obra de José de Churriguera –. Para hacer un descanso nada como su Plaza Mayor, empedrada al estilo portugués . La ruta se puede cerrar en una visita a su castillo del siglo XIII, monumento que conserva varios baluartes con garitas de vigilancia y su única torre.

Pero, la principal atracción de este rincón extremeño son los más de treinta dólmenes neolíticos y demás construcciones de la Edad de Bronce que se conservan en su término municipal.

Guadalupe

Guadalupe es, sin duda, el más conocido de los pueblos de Cáceres, sobre todo por ser un destino religioso, pero ofrece mucho más, tanto en su casco histórico, como en los alrededores, ya que está situado en la Sierra de las Villuercas.

Declarado Patrimonio de la Humanidad, el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe es su monumento más importante. La construcción tiene elementos mudéjares, góticos, renacentistas y barrocos y, en su interior, conserva obras de gran valor.

La plaza de Santa María de Guadalupe, el Colegio de Infantes o de Gramática , que hoy es el Parador Nacional de Turismo, la iglesia barroca de la Santa Trinidad , además de los cinco arcos medievales que se reparten por sus dos murallas, y la Antigua Judería son otras paradas en una ruta por este bello pueblo.

Imagen del Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe © Mercedes Jiménez

Malpartida de Cáceres

Aquellos que buscan destinos en los que se han realizado rodajes de series o películas deben apuntar en su lista Malpartida de Cáceres . Aquí se encuentra el Monumento Natural de Los Barruecos , que además de ofrecer una gran variedad de rutas senderistas y actividades, fue escenario de la exitosa ficción de HBO, Juego de Tronos.

Además, el Museo Vostell Malpartida , ubicado en un antiguo lavadero de lanas del siglo XVIII declarado Bien de Interés Cultural , ofrece obras de arte en plena naturaleza y sus calles y plazas, que mantienen su arquitectura popular cargada de alpoyatas y grandes chimeneas, brindan un agradable paseo hasta llegar a su Plaza Mayor, espacio que en verano se cubre de mil paraguas de colores.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación