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Así son las estaciones de metro más bonitas del mundo

Desde la T-Centralen de Estocolmo a la de Toledo de Nápoles o la Arts et Métiers de París: estas paradas son auténticas obras de arte

Estación Toledo de la ciudad de Nápoles © Rocío Jiménez
Rocío Jiménez

Rocío Jiménez

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Los metros de las grandes urbes son, por lo general, lugares de paso para trabajadores y turistas que se desplazan absortos en sus pensamientos de un lado para otro. La mayoría de estaciones son espacios sin grandes o notorias diferencias arquitectónicas, pero en algunas ciudades del mundo se ha optado por crear espacios que simulan verdaderas obras de arte que invitan a detenerse para admirarlas. De hecho, muchas de ellas han pasado a formar parte de las atracciones turísticas del destino en el que se encuentran. Estas joyas subterráneas con mosaicos, frescos y llamativas iluminaciones se han convertido en auténticos museos que bien merecen una visita.

T-Centralen, Estocolmo

El metro de Estocolmo está considerado como uno de los más bonitos del mundo, por lo que visitar algunas de sus paradas es ya un imprescindible en una ruta por esta ciudad. Más de 150 artistas han plasmado su obra en hasta 90 estaciones convirtiéndolas en auténticas piezas de arte. La estación T-Centralen , la más importante y transitada de todas, cuenta con tres líneas principales y también con una bonita decoración. Esta fue la primera en incorporar pinturas de 12 artistas, allá por 1957, cuando fue diseñada por Peter Celsing . Debido a la gran afluencia de pasajeros, los artistas quiseron crear un ambiente tranquilo incorporando azulejos blancos para decorar sus paredes, infinitas enredaderas y escenas que representan a trabajadores y artesanos sobre techos y muros. Además, los escalones de las escaleras mecánicas incorporan luces de colores.

Estación de Estocolmo T-Centralen © Gtres

Olaias, Lisboa

La estación de Olaias forma parte de la línea roja del sistema de transporte subterráneo de Lisboa. Esta parada abrió sus puertas en 1998 junto con las estaciones de Bela Vista, Chelas, Oriente y Alameda con vistas a la prolongación de la red a la zona de la Expo 98. Se trata de una auténtica joya obra del arquitecto Tomás Taveira . Está decorada con enormes paneles geométricos policromados que matizan la luz natural en diferentes colores y crean una sensación muy particular de luminosidad. Taveira incluyó diez faroles de metal y acrílico y una escultura metálica que representa a un pez. Destacan también las intervenciones plásticas que revisten los muros realizadas por un grupo de artistas, entre ellos Cabrita Reis, Pedro Calapez y Rui Sanchez, además del propio Taveira.

Arts et Métiers, París

En 1994, con motivo del bicentenario del Conservatoire National des Arts et Métiers –museo que se encuentra a la salida de esta parada–, la estación Arts et Métiers de París fue renovada siguiendo el proyecto de François Schuiten , una obra que recrea el interior de un submarino, que bien podría ser el Nautilus de 'Veinte mil leguas de viaje submarino', de Julio Verne. Así, las bóvedas y paredes están recubiertas por grandes placas de cobre, más de 800, con ojos de buey repartidos por toda la estación. Si se mira a través de estas ventanas se pueden observar representaciones del satélite Telstar, de una rueda hidráulica o del puente Antoinette, obra de Paul Séjourné, entre otras cosas. Además, en el centro de la bóveda se pueden ver varios engranajes salir y tanto los asientos como las papeleras son metálicos. Todo en esta parada está medido al detalle para recrear esta embarcación al milímetro.

Toledo, Nápoles

Esta parada de la línea 1 del metropolitano de Nápoles, que debe su nombre a la cercana Vía Toledo, es un auténtico museo situado a 50 metros de profundidad. La estación, que es uno de los accesos a los Barrios Españoles (Quartieri Spagnoli), fue inaugurada en 2012. Lo primero que llama la atención es la salida Montecalvario con su inmenso cráter que conecta la calle con el hall y que está iluminado con luz natural. Este paisaje, que parece sacado del fondo del mar, está compuesto por miles de mosaicos de Bisazza y es obra del arquitecto español Óscar Tusquets Blanca , mientras que la iluminación LED pertenece al estadounidense Robert Wilson. La segunda entrada contiene un gigantesco panel de cerámica de Francesco Clemente y un poco más adelante está la obra El Vuelo, de Ilya y Emilia Kabakov. Al ser esta la parada correspondiente del Museo Arqueológico Nacional, la estación conserva en sus paredes los restos de las murallas de la época aragonesa.

Imagen de la estación Toledo de Nápoles © Rocío Jiménez

BurJuman, Dubái

Como no podía ser de otra manera, Dubái también tenía que contar con una parada de metro espectacular y extravagante. Las diferentes estaciones del metro de esta ciudad están decoradas basándose en los cuatro elementos de viento, agua, fuego y tierra, siendo la de BurJuman , inspirada en el agua, la más bella de todas. Conocida anteriormente como Khalid bin Al Waleed, esta parada está ubicada bajo el centro comercial del mismo nombre y su aspecto bien podría recordar a ciertas películas de ciencia ficción. Vidrio, mármol, acero inoxidable y luces led recrean un ambiente inspirado en el mar y las perlas del emirato. Pero, lo que más llama la atención son, sin duda, sus lámparas de cristal soplado, diseñadas por la checa Jitka Kamencová Skuhravá , complementos decorativos que simulan medusas y que captan toda la atención de turistas y locales.

Formosa Boulevard, Taiwán

Esta bella parada de metro se halla en la ciudad de Kaohsiung, en el sureste de Taiwán. La estación, que fue inaugurada en 2008, cuenta con tres niveles; el segundo, el más llamativo de todos. Conocida popularmente como ‘la Catedral de la luz’ por las múltiples tonalidades de color que llegan al interior del vestíbulo, esta parada es obra del artista italiano Narcissus Quagliata . Es una de las estructuras de cristal más grandes del mundo y fue creada con 4.500 paneles de cristales pintados a mano con temas que van desde lo político, hasta lo metafísico dispuestos en cuatro cuadrantes que representan el mar, la vida, la creación y el conflicto. Quagliata tenía como objetivo crear una pieza que rindiera homenaje tanto al cosmos, como a sus experiencias en dicha ciudad. Este lugar es tan famoso entre sus habitantes que se han llegado a celebrar conciertos y hasta sesiones de fotos para bodas.

Estación Formosa Boulevard

Komsomólskaya, Moscú

El metro de Moscú, conocido como ‘el palacio del pueblo’, es uno de los más elegantes, lujosos y llamativos del mundo. Su línea circular cuenta con verdaderas joyas, entre las que destaca la de Komsomólskaya , un ejemplo de la llamada arquitectura estalinista que abrió sus puertas en 1952 y que fue diseñada por el arquitecto ruso Aleksey Shchusev .

Esta parada, que podría haber salido de las estancias de un palacio, cuenta con un techo de estilo barroco pintado en amarillo pálido con moldes florales y ocho mosaicos dorados –creados por el artista Pavel D.Korin –, cada uno de ellos representando a un héroe nacional. Destacan, también, sus 68 columnas octogonales de mármol blanco con capiteles jónicos y sus opulentas lámparas.

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