La historia de tres grandes hoteles que cerraron y fueron abandonados a su suerte

El Gran Hotel de Beira, en Mozambique; el complejo de Consonno, en Italia, y el Monte Palace Hotel, en Azores

El complejo de Consonno, quiso ser «Las Vegas» italiana

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En estos tiempos en que un virus ha puesto en jaque al turismo mundial y muchos hoteles están sufriendo momentos duros recordamos la historia de tres alojamientos de lujo que se vieron obligados a cerrar sus puertas para siempre en la segunda mitad del siglo XX. Hoy, entre vegetación y ruina recorremos el Gran Hotel de Beira, en Mozambique , habitado por más de 3.500 personas de forma ilegal; el complejo de Consonno , el sueño fallido del Conde Mario Bagno que quiso convertir este pueblo de Lombardía en Las Vegas de Italia y el Monte Palace Hotel, en Azores , un alojamiento de lujo rodeado de impresionantes vistas que fue nombrado el Mejor Hotel del Año en Portugal en 1990.

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El Grande Hotel de Beira

Beira es la segunda ciudad más grande de Mozambique y un importante puerto africano. En la década de 1950, durante el régimen del Estado Novo portugués, se levantó en esta localidad costera el que fuera el hotel más grande y lujoso de toda África, el Grande Hotel. El alojamiento Art Decó fue inaugurado en 1955 y contaba con 116 habitaciones con vistas al océano Índico, restaurantes, bares, salones, una piscina olímpica y múltiples ascensores.

Cuando se levantó el Frente de Liberación de Mozambique y la guerra civil comenzó a arrasar el país, los dueños del Hotel Grande abandonando la propiedad que cerró sus puertas en 1963, tan solo ocho años después de ser inaugurado. El edificio se utilizó como base militar durante la guerra y actualmente alberga a más de 3.500 personas, la mayoría familias enteras, que viven entre escombros en lo que un día, no hace tantos años, fue un gran hotel.

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Consonno, Italia

La pequeña e histórica localidad de Consonno, en los Prealpes lombardos, vivía como muchas poblaciones de la artesanía y el cultivo de sus campos. A mediados del siglo XX la crisis del sector agrícola obligó a numerosas familias a abandonar el pueblo que se fue despoblando hasta tener unos 50 habitantes. Por estas fechas, el conde Mario Bagno, un empresario de éxito, buscaba un lugar donde construir una «Ciudad del ocio» y vio en Consonno el lugar perfecto por su cercanía con Milán. Bagno compró la localidad y tras derribar todos los edificios excepto la iglesia, el cementerio y la rectoría, levantó en su lugar una ciudad turística para adultos al estilo de Las Vegas con bares, restaurantes, casinos, centro comercial, clubes de baile y un hotel de lujo. Cada edificio tenía un estilo arquitectónico. Un castillo medieval daba la bienvenida a la entrada del recinto; la galería comercial simulaba un minarete y las pagodas chinas decoraban los jardines.

Inaugurado en 1968, este centro turístico atrajo a importantes personajes y se convirtió en un destino de moda para la celebración de eventos desde fiestas hasta bodas pero un deslizamiento de tierra en 1976 destruyó la única carretera hacia la ciudad. Bagno intentó revivir la ciudad en los años 80 como residencia de ancianos pero no llegó a buen término.

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Monte Palace Hotel, Azores

Sobre un volcán inactivo en la isla de Sâo Miguel en las Azores, los muros del Monte Palace Hotel luchan con la vegetación por mantenerse en pie. Ubicado junto a Vista do Rei, con vista a la Lagoa das Sete Cidades, el hotel se levantó a finales de la década de 1980 y ofrecía un alojamiento de lujo rodeado de impresionantes vistas.

El edificio de cinco pisos tenía dos restaurantes, tres salas de conferencias, una discoteca, una tienda, 88 habitaciones, 52 junior suites, 27 habitaciones dobles, cuatro habitaciones dobles con salones, cuatro suites de lujo y una suite presidencial. Parecía tenerlo todo para ser un éxito de público pero una ubicación demasiado remota junto a un impredecible clima y escasas opciones de ocio hicieron que el hotel no tuviera el éxito previsto y a pesar de conseguir el premio al Mejor Hotel del Año en Portugal en 1990 se vio obligado a cerrar ese mismo año. El hotel contó con seguridad hasta 2010, pero luego fue abandonado, destrozado y saqueado.

Una puerta a la esperanza

A finales de 2017, la promotora inmobiliaria Level Constellation adquirió el antiguo hotel con la intención de hacer del alojamiento un nueva unidad hotelera de cinco estrellas «totalmente orientada al entorno natural en el que se ubica». A pesar del paso del los años , el proyecto parece seguir en pie y el hotel podría contar además con un centro científico,un spa y áreas destinadas a apoyar actividades en la naturaleza como el senderismo y la observación de aves.

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