Marcelo Mastroianni y «La dolce vita» popularizaron el Café de Paris
Marcelo Mastroianni y «La dolce vita» popularizaron el Café de Paris

ROMACierra el símbolo de la «dolce vita»

Una cadena china compra el legendario Café de Paris, símbolo de la edad dorada de Roma. Lo convertirán en vestíbulo de hotel

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Fin a un pedazo de la reciente historia de Roma: Via Veneto despide al Café de Paris, el símbolo de la «dolce vita», que acogió a grandes artistas que marcaron una época: Federico Fellini, Frank Sinatra, Sofia Loren, Domenico Modugno y una infinidad de divos que utilizaban el local y Via Veneto como pasarela. Son ya un recuerdo de ese legendario local las fotos amarillentas de Anita Ekberg y Marcello Mastroianni, los protagonistas de la película «La dolce vita» (1960), de Fellini, cuya escena del baño en la Fontana de Trevi es una de las más célebres de la historia del cine.

El Café de Paris se hizo también famoso porque fue el local preferido por los «paparazzi» para sus «fotografías de asalto», es decir, la foto al personaje famoso contra su voluntad.

En respuesta, algunas veces sufrieron agresiones. Alguna célebre, como la del ex Rey Faruk de Egipto, exiliado en Roma, quien fue sorprendido por el fótografo Tazio Secchiaroli sentado en una sala privada del café junto a la cantante lírica Irma Capece Minutolo. Faruk lo agredió con furia y además le echó encima a su propia escolta.

Esas salas del Café de Paris se transformarán en el vestíbulo de un hotel de cinco estrellas

Ahora, esas salas del Café de Paris se transformarán en el vestíbulo de un hotel de cinco estrellas. «La cadena china Shangri han comprado ya todo el palacio para reestructurarlo», confirma el presidente de la Asociación Via Veneto, Pietro Lepore, titular del legendario Harry’s Bar, otro local que evoca la «dolce vita».

Desde hace tiempo los inversores extranjeros están comprando los monumentos privados de la edad dorada de Roma, es decir, las más célebres estructuras hoteleras que se encuentran en la vía amada por Federico Fellini. Hasta ahora los inversores habían sido en gran parte emires, jeques y multimillonarios rusos. Algunos vienen a menudo a gozar de las lujosas suites que la mayoría de estos hoteles tienen en sus áticos, con espectaculares vistas sobre la Ciudad Eterna. Por ejemplo, Mozah bin Nasser al-Missned, mujer de Hamad bin Khalifa al-Thani, que fue emir de Qatar hasta el año 2013, amaba tanto el Regina Baglioni, comprado por los soberanos qataríes, que se reservó de forma permanente la ostentosa suite del octavo piso.

Entrada al Café de Paris
Entrada al Café de Paris

Después de los árabes, se han apuntado también los chinos, que tienen dinero y, entre sus muchas inversiones, se interesan especialmente por la hostelería. En Italia buscan, sobre todo, trofeos: el legendario Café de Paris tiene para ellos especial atractivo porque Via Veneto constituye una marca con irresistible fascinación para todos los inversores extranjeros. Es verdad que para los romanos esa calle es ya solo un sueño, porque la «dolce vita» desapareció hace tiempo.

El propio Café de Paris ha sido símbolo y reflejo de esa decadencia: llegó a ser comprado por la mafia calabresa, la ‘Ndrangheta, para lavar dinero negro, y la Policía tuvo que secuestrarlo en 2009. Después sufrió un incendio, seguramente provocado, en febrero de 2014. Via Veneto, como el resto de la Ciudad Eterna, ha registrado un lento declinar en los últimos años. Ahora, con los chinos, algunos siguen confiando en el relanzamiento de la capital. Haría falta un milagro. Pero la verdad es que ninguna ciudad en el mundo tiene una marca como la de Via Veneto, aunque haya desaparecido uno de sus últimos símbolos.

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