Emergencias en pleno vuelo contadas por los pilotos

El boletín oficial de Seguridad Aérea de EE.UU. desvela algunos episodios peligrosos, curiosos o cómicos

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El avión es el medio de transporte más seguro aún así las situaciones de riesgo a las que se enfrentan los pilotos son más frecuentes de lo que se puede pensar. Un grupo de pilotos ha desvelado de forma anónima, situaciones -algunas cómicas y otras no tanto- que han sucedido en vuelo y han sido recogidas en el boletín oficial de Seguridad Aérea ( ASRS), perteneciente a la Administración Federal de Aviación de EE.UU.

Entre los incidentes narrados destaca un episodio que sucedió a 33.000 pies cuando dos pilotos empezaron a percibir un olor extraño -entre humo y diluyente de pintura- que podía percibirse en toda la cabina y que dio lugar a una incidencia por humos. Como consecuencia desviaron el avión a otro aeropuerto.

Iniciada la maniobra de descenso uno de los asistentes de vuelo informó tímidamente a los pilotos que el olor a humo estaba causado en realidad por dos niños de primera clase que habían empezado a utilizar rotuladores de colores para entretenerse durante el vuelo.

Quitanieves en la pista

En otro de los informes, un piloto escribió que vio un quitanieves en la pista de despegue sin haber recibido ninguna comunicación. Después de comprobar visualmente la aproximación final, el piloto inició el despegue. Sin embargo, cuando empezó a tomar velocidad,

Un piloto registró humo que provenía directamente de sus pantalones

la máquina quitanieves entró en la pista. El quitanieves estaba directamente en su camino. El avión estaba en un punto de no retorno, por lo que tuvo que despegar pasando casi rozando el quitanieves. Una situación de la que el piloto aún no ha encontrado explicación.

Nadie a los mandos

Durante un vuelo de pasajeros en un Boeing 757, un piloto admitió que se sorprendió al darse cuenta de que nadie estaba pilotando el avión. Aunque parezca asombroso no existió un peligro real para los pasajeros ya que solo fueron durante unos segundos, mientras estaba activado el piloto automático, aunque sí provocó una situación embarazosa. El piloto escribió que tras haber abandonado él la cabina de mandos para ir al servicio «el primer oficial, en su obsesión por minimizar la apertura de la puerta de la cabina por seguridad, se levantó para ir al baño y cederme el paso a mí, que volvía del mismo lugar olvidando que dejaba la cabina vacía».

Humo en cabina

Otro piloto confesó que a una altura de 11.000 metros en su cabina se registró humo que provenía directamente de sus pantalones. Resultó ser una botella de plástico que el piloto había subido a cabina sin darse cuenta que estaba colocada entre sus piernas y recibiendo directamente los rayos solares a través de una ventana lateral lo que provocó el humo. Desde el incidente, el piloto admitió que piensa dos veces traer objetos de plástico y vidrio al interior de la cabina y especialmente aquellos que deja en su asiento. Sin perder la ironía el piloto anónimo escribió en el boletín que «por lo menos si se hubiera desatado un incendio el procedimiento de emergencia habría sido bastante simple ...».

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