GASTRONOMÍA

Diez restaurantes perfectos para celebrar la cena de empresa

Diciembre es el mes estrella para celebrar una cena con los compañeros de trabajo

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Abrazos, copas que se chocan en señal de celebración, burbujas, el sorteo de la lotería (buena suerte a todos), familias, compañeros… Diciembre da para mucho. Para algunos es el fin de 12 meses de arduo trabajo, otros se ilusionan ante la inminente llegada de un nuevo año, algún nostálgico mira en retrospectiva las semanas que quedaron atrás y muchas empresas empiezan a organizar sus comidas o cenas. Como esto de estar siempre prestos a poner los pies bajo la mesa se nos da muy bien, queremos compartir los restaurantes para dejar de lado los ordenadores y disfrutar de una cena de empresa con la que dar un memorable y gastronómico adiós al 2015.

Ricard Camarena Colón (Valencia)

Ricard Camarena Colón es un nombre bastante elocuente en sí mismo (hablamos de Ricard Camarena, y del mercado de Colón de Valencia), pero va más allá.

Su sala diáfana, La Cambra, permite cócteles de hasta 80 personas y banquetes de no más de 40 en los que prima el producto local porque, recordemos, Camarena ha tejido una cuidada red de proveedores.

Panoramic 360 (Granada)

Es cierto que, más por un problema de espacio que de oferta, el recorrido que propondremos no podrá ser de 360 grados, pero sí es posible tener una visión completa de la ciudad de Granada, la Alhambra y Sierra Nevada en el primer restaurante giratorio de España. Panoramic 360 ya tiene listos sus cinco menús de Navidad con dos platos para compartir, un principal y un postre (los más cortos) y el más largo con tres elaboraciones y un postre.

Abades Triana (Sevilla)

Flotando sobre el río Guadalquivir (o casi) y con la Torre del Oro y la Giralda al alcance de la mano (nos permitimos volver a acotar, o casi) El Cubo es el área más exclusiva del Abades Triana, en perfecta conjunción con la cocina andaluza de Elías del Toro en formato tapas o menú gourmet, acompañados de champagne o de un contundente vino tinto.

Bokado (Donostia)

La bahía donostiarra es el lienzo perfecto para el cocinero Mikel Santamaría y el sitio ideal para probar el que ha definido como “un proyecto gastronómico basado en la estacionalidad y la cocina de mercado”. En Bokado, aseguran, no son “rabiosamente modernos”, aunque tampoco hace falta, porque lo importante son las profundas raíces vascas de sus platos. Atención, es posible diseñar un menú a medida hasta para 100 personas.

Hotel Mandarin Oriental (Barcelona)

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Este local cuenta con dos espacios gastronómicos dignos de visitar. Moments, con una oferta ideada por Carme Ruscalleda; y Bistreu, que dirige Ángel León y ejecuta Ismael Alonso. Es decir, el hotel tiene opciones para todos los gustos, cocina gaditana y del Maresme, incluso espacios privados para un mínimo de 12 personas.

Japanese Kirikata (Madrid)

Irreverente y ágil, así es la nueva taberna japonesa de alma española que lidera la dupla de Arzábal y Lovnis, Álvaro Castellanos e Iván Morales, que ocupa el anterior espacio de su club privado A, en Madrid. Usando la misma preposición, a la que han añadido los apellidos Japanese Kirikata, han logrado servir makis, niguiris y sashimis en perfecta complicidad con jamón ibérico o croquetas. En su sótano hay un cómodo salón para un grupo numeroso y si los convocados son menos al término de la escalera de caracol, en la primera planta, hay un privado.

Fox (Madrid)

A pesar de que durante el mes de diciembre la temperatura mínima de Madrid, al menos eso adelantan los pronósticos, ronde los 0 ºC y la máxima no alcance los 10, en Fox el verano pareciera no estar tan lejos, bien por su amplia terraza que por su decoración mediterránea. En esta gran casa (no exageramos), en la que el anfitrión será José Antonio González, hay ibéricos, un apartado de verduras y otro de arroces y pastas para satisfacer, como ellos mismos acotan, “lo que diga la panza”.

Lhardy (Madrid)

Si buscamos un encuentro con la historia de Madrid, con sus recuerdos (baste con decir que fue la primera casa de comidas a la que pudieron acudir mujeres solas), Lhardy es el lugar. No hay rincón que no cuente algo, en el que no se perciba una anécdota –como la de la gran escapada de palacio de la Reina Isabel II, en 1847, quien cenó allí con sus damas de servicio–. Su plato más emblemático es el cocido, muy presente en sus menús navideños.

Cornelia & Co (Barcelona)

A primera vista, este establecimiento puede parecer una charcutería, una pastelería o una licorería. Pero no lo es. Es un local amplio, con capacidad para grupos grandes, y con una comida que podría acotarse como del mundo, pues hay desde currys hasta paellas. Está abierto durante todo el año (excepto el 24 y 25 de diciembre) y el horario de cocina es ininterrumpido.

Mirador del Palau (Barcelona)

Sobre el edificio modernista que alberga el Palau de la Música se encuentra un coqueto restaurante donde se pueden organizar comidas de grupo con menús cerrados. Los firma Dídac Moltó, un enamorado del producto de proximidad. Los más exigentes podrán elegir entre los muchos espacios del edificio para celebrar sus comidas.

Fuente: Guía Repsol

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