Cuándo hay que comer el calabacín para disfrutar de todo su sabor

Aunque lo encontramos durante todo el año procedente de invernadero, estamos en plena temporada, que se prolonga hasta septiembre

Carlos Maribona

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Con su forma alargada y su color verde, amarillo en ocasiones, jaspeado con manchas blancas, el calabacín es una de las hortalizas más populares entre nosotros. Influyen sin duda su sabor suave, ligeramente dulce, que gusta a prácticamente todo el mundo, y su gran versatilidad en la cocina . Se puede preparar cocido, frito, a la plancha o a la brasa, relleno en cremas y purés, en tortilla o revuelto, como ingrediente de un buen pisto con cebolla, pimiento verde y tomate, o simplemente crudo. En los últimos tiempos están de moda entre los cocineros los tallarines de calabacín , cortado en tiras finas y aderezado con salsas como si fuera pasta. Resulta curioso que pese a esa popularidad sea una de las pocas verduras que ni se envasa ni se enlata , y se consuma únicamente en fresco. Estamos en plena temporada, que se prolonga hasta septiembre. Y es ahora cuando hay que disfrutarlo, aunque lo encontremos durante todo el año procedente de cultivos intensivos de invernadero. Pero como ocurre con el tomate, no es lo mismo.

En algunas huertas pueden verse ejemplares de tamaño descomunal, sin embaro, como ocurre con tantas cosas en la vida, no siempre lo más grande es lo mejor. De hecho, los de mayor tamaño resultan menos tiernos y tienen exceso de pepitas. En realidad, el calabacín no es una verdura si no una fruta. Una cucurbitácea familia de la calabaza, el melón, la sandía o el pepino, del que hablaremos mañana. Sus beneficios son abundantes. Se usa mucho en recetas para niños por su textura suave y su sabor ligeramente dulzón y está especialmente recomendado para aquellos que tienen el estómago delicado pues resulta muy fácil de digerir. Además es una de las hortalizas más fáciles de preparar en la cocina ya que ni siquiera es necesario pelarla.

La flor de calabacín

Acampanadas y anaranjadas, las flores del calabacín son un bocado delicioso, con un sabor a flores blancas y almendras tiernas, ligeramente dulce y un punto amargo. Rebozadas y fritas, rellenas o como acompañamiento, son muy habituales en la cocina mexicana y en la italiana. En España apenas se comían, pero se van popularizando.

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