Bacalhau de Molho, uno de los templos del fado en Lisboa
Bacalhau de Molho, uno de los templos del fado en Lisboa

Las mejores casas de fado de Lisboa

La canción portuguesa inunda la capital: del Barrio Alto a la Alfama

LISBOA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se acaba de cumplir el cuarto aniversario de la declaración universal del fado como patrimonio inmaterial de la humanidad y el género se revitaliza en cada rincón de Lisboa. La omnipresencia de la que fue gran embajadora del género, Amália Rodrigues, se siente desde la Alfama (donde encontramos en la Rua de Sao Tomé su rostro grabado en una pared por VHILS, el Banksy portugués) hasta la zona de Sao Bento, donde se alza la casa-museo a ella consagrada, no lejos de la Fundación José Afonso.

La ruta del fado atrae a numerosos turistas, aunque resulta vital elegir bien las casas (es decir, restaurantes) a los que acudir para pulsar la verdadera esencia del estilo. Porque se canta con el aliento del público muy cerca.

Ojos y puños cerrados entre plato y plato. Todo un ritual que se ha convertido en una floreciente industria, cada vez más nutrida.

Casa Museu de Amália Rodrigues
Casa Museu de Amália Rodrigues

En la zona de Madragoa (antiguo barrio de pescadores) se alza Guarda-Mor, en la calle del mismo nombre. Allí ejerce como cantante y anfitrión António Vasco Moraes, uno de los mejores representantes masculinos de la actualidad, según demuestra su álbum «Saudade». Y es que el veteranísimo Carlos do Carmo sigue creando escuela, como evidencian Camané, Ricardo Ribeiro y Jaime Dias.

En cuanto a las divas, destaca hoy el triunvirato formado por Mariza, Ana Moura y Carminho. La primera de ellas recomienda no perderse Tasca do Chico, un enclave popular en pleno Barrio Alto. Se dan cita en este local espontáneos que saltan al escenario en cuanto se abren las puertas, de manera que se palpa el clima de autenticidad.

Pero es en el área circundante a la Catedral donde se alza la principal (y mejor) concentración de casas especializadas. Pasear por la calle Sao Joao da Praça sólo puede calificarse como un enorme placer, con lugares tan emblemáticos como el Clube do Fado (siempre con la garantía de Mário Pacheco como excelente programador, tal cual puso de manifiesto con Rodrigo Costa Félix o Cuca Roseta).

Parreirinha de Alfama
Parreirinha de Alfama

No lejos de allí se erige Mesa de Frades, otro de los más señalados refugios del género, como sucede con Marqués da Sé. Y tampoco es conveniente perderse el museo dedicado a esta canción no necesariamente melancólica, pues abundan igualmente las melodías saltarinas. El auditorio que alberga, de entrada gratuita, ejerce de punto de encuentro infalible.

Bacalhau de Molho y Parreirinha de Alfama se suman al circuito de la excelencia, con Maria da Mouraria descendiendo hacia la plaza de Martim Moniz. Y cada día brilla el espectáculo «Fado In Chiado» en el Cine Theatro Gymnásio.

Ver los comentarios