Fin de semana

Un pequeño pueblo de Segovia que es una capital del mudéjar

Cuéllar, a 120 km de Madrid, es el centro de una excursión perfecta entre vestigios históricos y una sólida apuesta gastronómica

La ruta más bonita de Segovia (y la que menos turistas tiene)

Castillo de Cuéllar (Segovia) Pilar Arcos

Fernando Pastrano

Cuéllar se encuentra a solo 120 km de Madrid, en la provincia de Segovia . Lugar ideal para una escapada tanto por sus vestigios históricos como por su abolengo gastronómico. Capital del mundo mudéjar, es conocida como la 'Isla mudéjar en un mar de pinares' . Cuando a partir del siglo XI las cruzadas ibéricas empezaron a reconquistar el territorio peninsular, los musulmanes que permanecieron en territorio controlado por los cristianos fueron denominados 'mudéjares' (a los que se les ha permitido quedarse). Un grupo muy emprendedor que creó su propio arte, una mezcla de influencias hispanas y musulmanas que en arquitectura destacó por la magistral utilización del ladrillo.

Iglesia de San Esteban, en Cuéllar Pilar Arcos

La iglesia de San Esteban , cuya existencia data al menos de mediados del siglo XIII, es una auténtica joya con un imponente ábside en el que los ladrillos rojos y el mortero blanco se alternan reiteradamente. La iglesia de San Martín , construida en el s. XII, presenta un triple ábside considerado uno de los más importantes de Castilla y León. Desacralizada, en la actualidad alberga el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar.

Pero el edificio que seguramente reclama más la atención del visitante por su monumentalidad es el Castillo de los Duques de Alburquerque , cuyas primeras referencias datan de 1306. Imponente edificación de perfil macizo, a lo largo de la historia ha sido residencia feudal, cuartel, cárcel, sanatorio… y en la actualidad instituto de secundaria y bachillerato.

Un día puede parecer poco en una villa con tantos alicientes, pero bien aprovechado puede ser suficiente para descubrir un Cuéllar que ha encontrado otro indudable gancho turístico en la gastronomía.

Iglesia de San Pedro, en Cuéllar, ahora convertida en restaurante Pilar Arcos

La Finca Terrabuey es una explotación tradicional de bueyes , con más de un centenar de ejemplares de cuatro razas (rubia gallega, berrendo negro, berrendo colorado y barroso) que se crían con mimo extensivo en sus amplios prados visitables.

De allí podemos pasar al restaurante La Brasería (calle Agustín de Daza, 8) en el que los hermanos Jorge y Alberto Guijarro, propietarios también de la Finca Terrabuey, preparan sus afamados chuletones. O a San Pedro Refectorio, que ocupa la nave y el ábside de la iglesia de San Pedro , templo desacralizado del s. XI con aspecto de fortaleza.

Para el café conviene subir a la parte alta del pueblo, a la cafetería Las Iglesuelas (Puerto Rico, 28). Desde su terraza se divisa una de las mejores vistas de Cuéllar mientras se degustan agradables cócteles realizados con gran pericia por Olmar, su propietaria.

Antes de volver, podemos visitar algunas de las tiendas de productos locales , como la pastelería Lanata, en la Plaza de los Coches. Aquí se elaboran desde hace décadas los 'borrachos', las 'juanitas' y el famoso ponche segoviano. La bollería Helio (San Pedro, 18) es otra empresa familiar dedicada a la repostería tradicional como las pastas de piñones y los ladrillitos, que hace un guiño al arte mudéjar. Y para acabar, 'Saborea en Cuéllar' (Calle Resina 1), dedicado a los productos de la marca Alimentos de Segovia.

Tierra de asados

Cuéllar está en la tierra de los asados . Su gastronomía es tradicional y contundente, con materias primas de primera calidad. Destaca el lechazo de oveja churra que todavía no ha sido destetado, asado en hornos de leña y cazuela de barro con agua y sal. Se acompaña con una ensalada y un buen trozo de pan de hogaza. Otros platos destacables son el cochinillo segoviano y los productos de temporada, como los níscalos de los pinares del Henar. Todo ello regado con algún vino de la DO Vinos de la Tierra de Castilla y León . Un Malaparte, por ejemplo, de las Bodegas de Frutos Marín, tinto de tempranillo cosechado en los antiguos viñedos situados a 3 km de Cuéllar.

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