Cuatro tentadores hoteles con campo de golf al pie de las habitaciones
Propuestas en Cantabria, Gerona, Valencia y Madrid para organizar un fin de semana de turismo activo
Es bien sabido que el jugador de golf es el prototipo de viajero ideal . Le gusta conocer campos diferentes en distintos lugares y, una vez que decide su destino vacacional, se mueve por él disfrutando del turismo y de la gastronomía de la zona. Por eso, para facilitarle las cosas y evitarle molestos cambios de alojamiento, son tan importantes los hoteles que satisfacen todas esas necesidades.
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A lo largo de la geografía española hay numerosos resorts que permiten que el viajero disfrute del golf mientras deja el coche aparcado en la puerta. Y no solo en los emplazamientos costeros o de mayor relumbrón turístico, sino también en zonas de interior. Para los deseosos de vivir esas experiencias ofrecemos cuatro ejemplos, de punta a punta de la península.
Golf Rovacías (Comillas, Cantabria)
El coqueto campo de nueve hoyos de la localidad cántabra ha sido recientemente remodelado y ya muestra un diseño capaz de sacar lo mejor de cada uno. Se precisan técnica y forma física para domeñarlo, pero la posibilidad de realizar dos vueltas para completar los 18 agujeros hace que a la segunda ya se conozcan todos los secretos y se le saque más partido a la experiencia. Está integrado en el Hotel Abba , que dispone de 55 habitaciones, restaurante de cocina tradicional y una zona wellness con gimnasio, spa y piscina que da al propio campo de golf. Y luego, si se quiere salir a pasear, la villa marinera ofrece todos sus encantos, tanto turísticos como gastronómicos.
Golf Parador El Saler (El Saler, Valencia)
Con otra configuración de campo (se trata de uno de los recorridos de 18 hoyos más reconocidos de Europa), en esta reserva medioambiental de La Albufera se vive la tranquilidad por bandera. El Parador ofrece 65 habitaciones de alto nivel (muchas de ellas con vistas al Mediterráneo) y todos los aditamentos que busca un deportista, como un gimnasio altamente preparado y una zona de aguas de primera. Como la idea es no salir del resort en un par de días, degustar allí sus famosos arroces es una obligación más que una sugerencia.
Golf PGA Catalunya (Caldas, Gerona)
Concebido en un principio como sede de la Ryder Cup, con el tiempo el complejo gerundense se ha convertido en todo un referente del turismo de golf europeo (esta semana acoge el DP World Tour). Su cercanía con los Pirineos hace que tanto los aficionados galos como los de los países cercanos se desplacen cómodamente por autopista para disfrutar de los distintos paquetes que se les ofrecen. Con dos campos, dos hoteles y cinco restaurantes hay muchas formas de relax. Y si, además de completar las vacaciones con senderismo y la bicicleta, se quiere perfeccionar el nivel del golf, cuentan con la escuela de Sergio García y sus modernos sistemas de aprendizaje.
Golf El Encín (Alcalá de Henares, Madrid)
También estuvo en la génesis de este recorrido albergar la máxima cita golfística mundial en una de las últimas candidaturas. Lamentablemente la competición nunca llegó a Madrid, pero los aficionados tienen la fortuna de disfrutar de un proyecto que, pese a todo, salió adelante. Fue toda una suerte, porque el campo diseñado por Von Hagge es del máximo nivel competitivo para el profesional (ha acogido pruebas del Circuito Europeo) y para el amateur. Sus enormes greens son recordados por doquier, igual que las cualidades de su hotel de 39 habitaciones.
