Antonio Muñoz Molina da las claves para seguir al asesino de Martin Luther King

«Escribir empieza siendo casi siempre un sueño o un capricho o una vocación imaginaria. Pero el sueño, el deseo, el capricho, no llegan a cuajar en nada si no se convierte en un oficio». Así comenzó su discurso el escritor Antonio Muñoz Molina cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias en 2013.

Este jueves el periodista toledano Enrique Sánchez Lubián, que ha conducido la presentación en Toledo de la última novela de Muñoz Molina, «Como la sombra que se va» (Seix Barral), ha recordado parte de ese discurso en el que ensalzaba el oficio de escribir. Pero el escritor jienense (Úbeda, 1956) ha dejado claro que la labor de los escritores no sería posible sin el apoyo de los libreros y de las bibliotecas, que han sido los organizadores de este acto.

Por eso, Muñoz Molina ha querido aprovechar su presencia en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, ante numeroso público, para defender el papel de las bibliotecas públicas, lugares que «demuestran lo mucho que se ha hecho en España, a pesar de los que ahora hablan mal de su país». Y, en concreto, por lo que se refiere al centro cultural del Alcázar de Toledo, ha destacado el hecho de que se construyera en un sitio con un pasado militar. No obstante, a raíz de los recortes que han sufrido estos centros, ha afirmado que «no se puede retroceder y perder todo lo que hemos conseguido».

En relación a su última novela y preguntado por Sánchez Lubián, el escritor jienense ha explicado que «Como la sombra que se va», como otras obras, tiene su origen en el «descubrimiento de un hecho sorprendente y curioso». En este caso, Muñoz Molina ha hablado de la lectura de un libro sobre la vida del asesino de Martin Luther King, James Earl Ray, donde se cuenta que después del homicidio en 1968, pasó en Lisboa diez días de los dos meses que duró su huida tras aquel hecho que conmocionó al mundo.

Lisboa, nexo de unión

Atraído por ese tiempo y por el extraño destino de la fuga de James Earl Ray, Muñoz Molina inició una indagación que terminó por convertirse en una revisión, y en algunos momentos una autocrítica, de su propia vida, que también está ligada a la capital portuguesa. Esta ciudad fue el escenario aedmás que dio nombre al título de la primera novela con la que el escritor jienense tuvo éxito y que le valió el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Literatura en 1987, «El invierno en Lisboa».

Como gran conocedor de la sociedad estadounidense, al vivir en Nueva York durante varios meses al año, ha explicado el contexto donde se enmarca su última novela. Así, ha señalado que los hechos que rodean el asesinato de Martin Luther King tienen que ver con el movimiento por los derechos civiles de los negros, que contó con la oposición de un gran número de población, dentro de la cual se encontraba James Earl Ray.

«El pasado de la esclavitud negra y la resistencia a la igualdad de derechos entre blancos y negros sigue latente en Estados Unidos, aunque haya pasado tanto tiempo», a juicio de Muñoz Molina, que lo comparó a lo que sucede en España con la Guerra Civil. Este factor, unido en la actualidad a la desaparición del trabajo industrial, que es el que empleaba a la mano de obra negra sobre todo, y al creciente paro, está haciendo que crezca la desigualdad, ha explicado el escritor jienense.

Todo esta situación, según ha contado, es la que está generando revueltas sociales y conflictos en diversas partes de Estados Unidos, como los sucesos acaecidos en Ferguson (Missouri), donde el policía Warren Wilson fue absuelto del asesinato del joven afroamericano, Michael Brown. Hechos como este responde, en su opinión, al «autoritarismo» del sistema policial y carcelario estadounidense.