ANÁLISIS

«Guitar Hero Live»: acopio de leyendas

El videojuego musical cumple con un formato diferente y creativo en donde la experiencia se agranda con la constante incorporación de nuevas canciones para tocarlas con uno de los periféricos más divertidos

MADRID Actualizado: Guardar
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Excepto flamenco, se toca todos los palos. Tras su lanzamiento, «Guitar Hero Live» ha continuado incorporando nuevos temas a su colección. El rock duro, el «indie» o heavy metal han crecido. Uno de los últimos grupos en añadirse ha sido Def Leppard, muy popular en los años ochenta.

«Desde el principio, nuestra idea era la de crear una nueva forma de descubrir y disfrutar todo tipo de música», ha comentado en un comunicado Paul Springer, Vicepresidente de Activision, empresa distribuidora de este título musical que ha regresado tras varios años de parón y lo ha hecho con un concepto novedoso de actuación, en donde el jugador se pone en perspectiva subjetiva durante un concierto.

Así, temas como «Dangerous», «Let’s Go» o el clásico «Rock of Ages» han protagonizado su debut en este videojuego, al que también se han sumado The Strokes («You Only Live»), Miles Kane («Don’t Forget Who You Are») o Skaters («Miss Teen Massachusetts»), mientras que los suaves Fall Out Boy se han vestido para el formato acústico con «Irresistible», «Centuries» y «Uma Thurman», una loa a la actriz de «Kill Bill».

Con el comienzo del año, el estudio ha reforzado GHTV, el apartado más competitivo del juego, con artistas y bandas de la talla de Weezer, Joe Satriani, Nickelback, Marilyn Manson, Bring Me The Horizon o The Dead Weather -uno de los proyectos más importantes del polifacético Jack White-. Se trata de una retransmisión continua de vídeos musicales donde el jugador, a diferencia del formato en directo, puede «tocar» con los vídeos de géneros musicales de todo tipo.

«Se añadirán constantemente nuevos vídeos a la lista», aseguró entonces la compañía desarrolladora FreeStyleGames. Más de medio centenar de nuevos temas se han añadido en este tiempo, entre los que ha destacado propuestas de Judast Priest, Audioslave, Cindirella, Kings Of Leon o Great White. En su lanzamiento, GHTV contaba con 200 canciones. Hay que subir de nivel para desbloquear contenido, una estrategia que tiene dos caras. Por un lado, se genera un cierto «pique» para consumir nuevos temas en aras de una mayor participación, pero, por otro lado, puede resultar frustrante para un jugador que desea acceder a una determinada canción.

Otro aspecto en donde se ha puesto el acento en los contenidos exclusivos y especiales que, como el dedicado a la banda Avenged Sevenfold, se emite varias veces durante las semanas. En este caso se contó, por ejemplo, con grabaciones exclusivas de la banda, comentando y presentando algunos de sus temas preferidos.

Otra de las patas desde donde se intenta sostener la experiencia de «Guitar Hero Live» es en su capacidad multiplataforma. Incluso cuenta con su propia aplicación para el reproductor multimedia Apple TV, el último diseño de «set-top-box» de la compañía norteamericana. También se ha llevado a iPhone, iPad y iPad Touch.

La nueva guitarra, remozada al completo, cuenta con seis botones, distribuidos en dos filas distintas, lo que lo hace más intuitivo que el modelo anterior. Incluso se intenta emular el método real de tocar la guitarra incorporando mecanismos (se le coge el truco enseguida) a los llamados «hammer-on» o «pull-off», es decir, notas ligadas que expresan sonidos distintos. Este inseparable y necesario periférico, no obstante, requiere de una clavija receptora que se incorpora al puerto USB de la consola de sobremesa para captar la transferencia de datos procedente de la guitarra. Una vez sincronizado, la tarea se realiza de forma automática pero, al principio, hay que dedicarle tiempo.

Una vez dentro, cabe decir que es necesario completar todas las actuaciones (ocho bandas en un festival llamado Rock the Block y cinco en el Sound Dial) para acceder a las 42 canciones que vienen incluidas con la perspectiva inmersiva. Una vez hecho se puede disputar partidas rápidas. Las sensaciones son bastante buenas. Uno puede sentirse de verdad dentro de una banda de rock mientras actúa. Es la verdadera prueba de fuego. Y, para dotarlo de mayor realismo, el público interactúa en función de nuestra destreza. La fórmula funciona.

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