¿Pero de verdad el 5G provoca cáncer?

El desarrollo de la telefonía móvil ha ido siempre relacionado con su posible incidencia sobre la salud. Las redes de quinta generación no iban a ser menos. Rusia se esconde tras una orquestada campaña

Ana I. Martínez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La industria móvil se está desarrollando y preparando para desplegar el 5G , la nueva pieza del puzzle que permite dar un paso más en la historia del desarrollo digital de la sociedad. Primero hubo un 1G analógico, que sólo permitía hablar por teléfono, un 2G que introdujo los SMS y un 3G que aportó el internet al teléfono móvil. Ahora, la red móvil de quinta generación recoge el testigo que le entrega el 4G, con el que nació la banda ancha móvil y ha permitido que los usuarios puedan consumir vídeo en «streaming» o realidad virtual en el « smartphone ».

La implantación de dicha tecnología es imparable puesto que es la única solución para dar cabida a las millones de conexiones del futuro. La nueva Red va a aumentar el acceso móvil y ultrarrápido a internet y conectará innumerables objetos cotidianos . Se trata de la evolución natural del 4G ante la cantidad de objetos inteligentes que nos rodean. En definitiva, el 5G es la respuesta ante el futuro del todo conectado, en el que un cirujano podrá ayudar a otro en otro país durante una operación mediante una videollamada y en el que el los ciudadanos irán a trabajar en coches conectados cada mañana después de haber hecho la compra vía online a través del frigorífico inteligente, que además, le ha informado de los alimentos que ya se han gastado o los que están a punto de caducar.

Según el informe de GSMA « The Mobile Economy 2019 », la tecnología 5G abarcará el 30% de las conexiones en mercados como China y Europa, y cerca de la mitad del mercado de Estados Unidos. Unos 1.400 millones de nuevos usuarios comenzarán a usar internet móvil durante los próximos siete años, y el número de suscriptores a internet en todo el mundo llegará a 5.000 millones para 2025, lo que supone más del 60 % de la población. Además, la cantidad de conexiones IoT (Internet de las Cosas, es decir, dispositivos inteligentes) se triplicarán en 25.000 millones para el año 2025. En España, según el « Informe Cisco Visual Networking Index (VNI) », sobre el tráfico de datos móviles , en 2022 habrá 41 millones de usuarios móviles (el 88% de la población), y 103 millones de dispositivos inteligentes conectados.

«La llegada de la tecnología 5G es una parte fundamental de la transición del mundo a la era de la Conectividad Inteligente y, junto con los desarrollos en las áreas del IoT, macrodatos (Big Data) y la inteligencia artificial, está destinada a convertirse en un impulsor clave del crecimiento económico durante los próximos años”, declaró Mats Granryd , director general de la GSMA, durante el pasado Mobile World Congress de Barcelona.

Este impresionante panorama sólo pueden ser soportadas por el 5G, cuyos beneficios son: una mayor velocidad, baja latencia e incremento de la conectividad . Estas redes ofrecerán a la industria móvil oportunidades sin precedentes. Y, por ello, las compañías del sector llevan trabajando desde hace años en este futuro que –aseguran- es ya el presente.

Campaña de desinformación

Sin embargo, el hecho de que Suiza haya bloqueado recientemente la instalación de antenas 5G en sus territorios por, supuestamente, ser perjudiciales para la salud humana, ha reavivado el eterno debate sobre el impacto que este tipo de antenas y ondas tienen en la salud pública. Incluso en Bruselas, Céline Fremault , ministra de Medio Ambiente, aseguraba recientemente en una entrevista con respecto a la implantación del 5G en la ciudad que sus ciudadanos «no son ratones de laboratorio». Bruselas está llamada a ser la primera ciudad belga en disponer de 5G en 2020 y ha pedido nuevos informes que confirmen o no si la frecuencia del 5G impacta en la salud.

«Tal y como pasó con el lanzamiento de la 2G, la 3G y la 4G, se repiten los mensajes que anuncian el fin del mundo…. Pero, una vez más, sin evidencias»

«Tal y como pasó con el lanzamiento de la 2G, la 3G y la 4G, se repiten los mensajes que anuncian el fin del mundo…. Pero, una vez más, sin evidencias», explica a este diario Alberto Nájera López , profesor de Radiología y Medicina Física la Universidad de Castilla-La Mancha. «Desde los años 90 venimos encadenando mensajes alarmistas con cada nueva generación de telefonía que no se han visto reflejadas en un incremento de enfermedades ni nada parecido. Si acaso lo contrario», recuerda el experto.

El problema es que en las últimas semanas se están viralizando noticias que hablan de las peligrosas amenazas para la salud del 5G. Tras esta campaña de desinformación se encuentra «RT America», el canal de televisión ruso al servicio de Vladimir Putin que relaciona las señales 5G con el cáncer, la infertilidad, el autismo, tumores o la enfermedad de Alzheimer , tal y como ha publicado recientemente « The New York Times ». La realidad tras esta orquestada maniobra de desinformación está la guerra entre Pekín y Washington por el liderazgo del 5G, en la que Rusia apoya al gigante asiático. Y es que el país que domine esta nueva tecnología obtendrá una ventaja económica, de inteligencia y militar durante gran parte de este siglo.

La evidencia científica

Ante este panorama, Nájera López recuerda que la Comisión Internacional de Protección de Radiación (ICNIRP), que vela por la protección ante este tipo de emisiones, « revisó sus límites recientemente y no ha alertado de evidencias que indiquen un cambio o un riesgo ». El 5G, de hecho, utilizará bandas de frecuencia que ya se utilizan, como la de 700MHz (por la que actualmente discurre la TDT), y la de 3-4GHz «que está por debajo de las actuales frecuencias WiFi», reseña el profesor. Por encima de los 6 GHz (y hasta 100 GHz), explica el responsable de la UCLM, la capacidad de penetración de la radiación en la salud se ve drásticamente limitada.

Las antenas actuales trabajan formando una especie de paraguas bajo el cuál nuestro teléfono está conectado. Sin embargo, el haz de radiación con el 5G es completamente diferente . «No se abre como un paraguas, sino que se dirige como si fuera una tubería, concentrando la energía en una pequeña porción del espacio, mejorando la calidad, la conexión y reduciendo la radiación que recibimos de las antenas», explica Nájera López.

«La gran revolución -añade- será el tipo de antenas que serán más pequeñas, se multiplicarán por todas partes y estarán más cerca. Esto significa que para comunicarse con nuestros dispositivos emitirán menos», por lo que se reducirá la exposición personal. Y es que esta nueva conectividad resultará mucho más cercana, pasando de una conectividad «macro», propia las antenas 4G con las estaciones base situadas en lo alto de edificios, a una «micro» pero masiva gracias a las antenas MIMO (del inglés «Multiple-input Multiple-output», es decir, Múltiple entrada múltiple salida). «Pasaremos de una cobertura en todas direcciones a una conectividad que calcula la mejor trayectoria para cada dispositivo, incrementando la eficiencia y reduciendo el número de señales por todas partes».

En España, de momento, solo se han llevado a cabo proyectos piloto de 5G, como el de Telefónica en Talavera de la Reina y Segovia . A nivel mundial, Corea del Sur, Japón, China y EE.UU. son, por este orden, los países más avanzados, según GSMA. De hecho, Corea del Sur, con la operadora surcoreana KT, inauguró el pasado mes de abril la primera red 5G del mundo . Y es que, a diferencia de la situación española, en Japón y Corea del Sur el 4G es ya incapaz de dar respuesta al uso intensivo en datos que se hace en ambos países. Para 2025, el 59% del total de líneas móviles en Corea serán 5G, mientras que en Japón ese porcentaje será del 48 %, del 49 % en EE.UU. y del 29% en Europa.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación