«Nuestras reglas no se basan en ninguna ideología»

Los senadores advierten a los directores ejecutivos de Facebook y Twitter sobre una regulación más estricta de las redes sociales

Mark Zukckerberg, fundador de Facebook, interviene por videconferencia ante los legisladores AFP

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Sin salirse del guión, con mirada ancha y un discurso medido al dedillo. La nueva audiencia del Senado contra las empresas tecnológicas de este martes ha exhibido las distintas prioridades de los republicanos y demócratas ante la necesidad de controlar el poder acumulado por estos servicios en los últimos años. Sus consejeros delegados de Facebook y Twitter se limitaron a sacar pecho sobre su capacidad para detectar casos de desinformación y que hicieron « un gran esfuerzo» para repeler una injerencia electoral en 2020, aunque reconocieron errores.

Los senadores republicanos atacaron a los directores ejecutivos de Facebook y Twitter insistiendo en la «censura» hacia el todavía presidente de Estados Unidos Donald Trump durante las pasadas elecciones presidenciales. Durante el interrogatorio los legisladores sacaron a colación la decisión de las empresas tecnológicas de bloquear las publicaciones de «The New York Post» que incluían afirmaciones sobre el hijo del entonces candidato demócrata Joe Biden .

Más de 300.000 «tuits» en cuarentena

Eso sí, Dorsey reconoció que la decisión de la red social de bloquear los enlaces a la investigación había sido «incorrecta» y que las medidas para reactivar los enlaces al artículo había obligado a realizar una modificación de sus reglas de uso. Durante las elecciones, Twitter etiquetó más de 300.000 «tuits» por contribuir a desinformar sobre los resultados electorales, lo que equivale a que dos de cada mil mensajes publicados en esta plataforma fueron vetados. «Nuestras reglas no se basan en ninguna ideología», dijo Dorsey. «Creemos firmemente en la justicia y aplicamos las reglas de Twitter de manera justa».

Portavoces demócratas lamentaron, sin embargo, la difusión de información falsa o parcialmente sesgada en las redes sociales. Uno de los caballos de batalla para atacar a las plataformas debido a que sus medidas contra la desinformación pueden interpretarse como tratamiento informativo, algo reservado tradicionalmente a los medios de comunicación.

Las tecnológicas negaron, por enésima vez, que fueran editores. «Estoy orgulloso del trabajo que hemos hecho en los últimos cuatro años para prevenir la interferencia electoral y apoyar nuestra democracia», subrayó Zuckerberg en su discurso . «Millones de estadounidenses utilizaron nuestro servicio para hablar sobre las campañas, acceder a información creíble sobre la votación y registrarse para votar». Y añadió: «Hemos llevado a cabo el mayor esfuerzo por la integridad de un proceso electoral que ha hecho una compañía privada».

Los demócratas criticaron la difusión de información errónea por parte de Trump e instaron a las empresas a que limiten la difusión de contenido falso y engañoso antes de las elecciones en Georgia, donde dos senadores republicanos en funciones, David Perdue y Kelly Loeffler , se enfrentan a una segunda vuelta contra sus oponentes demócratas en una contienda que puede determinar el partido que controlará el Senado.

En su intervención inicial, el presidente del Comité Judicial, Lindsey Graham , preguntó: «Lo que quiero intentar averiguar es que si no está en un periódico en Twitter o Facebook entonces ¿por qué tiene control editorial sobre “The New York Post”?» Pero, enfrente, estaban los máximos responsables de dos de las principales compañías, que intentaron capear la presión ejercida por los legisladores sin ensuciarse las manos. Jack Dorsey (Twitter) y Mark Zuckerberg (Facebook) defendieron sus prácticas de moderación de contenido. Ambos admitieron que las empresas cometieron algunos errores, pero en líneas generales aseguraron que sus medidas de contención contra las «fake news» dieron resultado.

Las decisiones de moderación de contenido de estas empresas, especialmente en torno al llamado discurso de odio, se hicieron evidentes cuando el senador demócrata Richard Blumenthal espetó a Zuckerberg si se comprometería a eliminar la cuenta del ex asesor de Trump en la Casa Blanca, Steve Bannon , después de haber sugerido la decapitación de dos altos cargos estadounidenses. El empresario se limitó a decir: «No, eso no es lo que nuestras políticas sugieren que debemos hacer en este caso».

El tono más bronco que de costumbre de las preguntas de ambos partidos anticipa una gran presión sobre los gigantes de las redes sociales con la nueva administración. Molestos por la decisión de estas redes sociales acerca de su responsabilidad en los contenidos que albergan, l os legisladores republicanos, a petición de Trump, han amenazado con reformar la protección a las empresas de internet en virtud de una ley federal llamada «Sección 230» de la Ley de Decencia en las Comunicaciones. Una ley que protege a las empresas de ser demandadas por el material publicado por los usuarios en estos servicios.

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