Paula Echevarría, actriz española, utiliza su perfil de redes sociales para publicitar productos
Paula Echevarría, actriz española, utiliza su perfil de redes sociales para publicitar productos - ARCHIVO

Adiós a la publicidad encubierta en Instagram: los «influencers» deberán ser más transparentes

La red de fotografía anuncia un sistema para informar de la existencia de una relación comercial entre celebridades y marcas a través de una etiqueta

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una imagen vale más que mil palabras, pero en los tiempos de internet y las redes sociales también algunos fajos de billetes. Y si no que se lo digan a Instagram, que ha pasado de ser una mera red de fotografía a ser foco de atención en campañas de publicidad. Personas famosas, celebridades y usuarios considerados «influencers» han encontrado un filón (económico) en los últimos años para obtener dádivas y pago en especies por el simple hecho de dar a conocer entre sus miles de seguidores un producto a través de sus perfiles, aunque gran parte de las ocasiones el usuario receptor del mensaje desconoce que se trata de un contenido patrocinado. Esa actividad, sin embargo, puede tener los días contados.

Se sabe que celebridades que suman numerosos seguidores han llegado a acuerdos para hablar de ropa, comida y otros artículos, aunque no está claro cuántos lo hacen ni el caché que reciben. Los llamados «influencers» o personalidades influyentes han sabido sacar provecho (económico) de YouTube, Facebook, Twitter o Instagram para fines lucrativos. Es cierto, pero ésta última, ante la presión social, ha decidido solicitar la colaboración de estos usuarios para informar a los seguidores de un contenido pagado dado que las promociones de productos se han vuelto más habituales. El servicio digital quiere, con ello, que quede manifiestamente claro.

En los próximos meses, según ha confirmado la plataforma a través de un comunicado, lanzará una opción llamada «Paid partnership with» por la cual se informará en los mensajes e imágenes publicadas. Se hará por medio de una etiqueta o leyenda que mostrará una «relación comercial» entre los «influencers» y una marca comercial. El nuevo servicio, que se encuentra en pruebas con un grupo de usuarios, estará disponible en las próximas semanas. Por ahora se desconoce si será únicamente opcional, aunque vendrá junto con una serie de normas específicas para su debido cumplimiento.

Esta nueva etiqueta no solamente se aplicará a las imágenes, sino también a las Historias, una opción de la plataforma que permite difundir contenido efímero, es decir, que desaparece pasadas las veinticuatro horas desde su publicación. La medida de Instagram, que podría resolver el problema de la publicidad encubierta, viene, por un lado, para intentar que los autores sean más transparentes pero, por otro, para tener a mano un sistema de monitorización y seguimiento de ese contenido retribuido. Tanto los usuarios influyentes como la marca tendrán a mano estadísticas sobre el impacto de sus campañas.

«Las relaciones que las personas hacen en Instagram impulsan a nuestra comunidad y la hacen única. Las asociaciones entre creadores y empresas son una parte importante de nuestra experiencia. Y una comunidad saludable debe ser abierta y consistente sobre los contenidos pagados», aseguran fuentes de la firma americana propiedad de la multinacional Facebook.

La publicidad encubierta ha estado en los últimos meses en el punto de mira de las autoridades de algunos países. Al mismo tiempo que se producía el boom de los «influencers» las marcas comerciales detectaron rápidamente un filón para difundir sus mensajes y productos a través de unos servicios digitales que acumulan millones de usuarios. El negocio estaba ahí antes incluso de aprender a explotarlo. Cada vez más profesionalizados, estos usuarios tan amados y que presumen de millones de seguidores han logrado, en efecto, conectar con un público, mayoritariamente joven, que confía en sus discursos y aceptan sus recomendaciones.

Instagram, con más de 700 millones de usuarios en todo el mundo, ha pasado de ser una mera red de fotografía a ser una gran escaparate para el deseo comercial. De hecho, según diversos estudios consultados, es una de las plataformas preferidas para las marcas de moda, por ejemplo. Una verdadera mina de oro. Pero también se ha convertido en un contenedor para la publicidad encubierta en donde muchos «influencers» publican imágenes de productos que en teoría están probando pero que, en realidad, forma parte de una estrategia publicitaria.

Esta decisión no ha sido tan inesperada como parece. En abril, la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. (FTC, por sus siglas en inglés) envió unas noventa cartas a usuarios «influyentes usuarios de Instagram recordándoles la obligación de «revelar clara y visiblemente sus relaciones con las marcas». Un estudio reciente de la firma de marketing Mediakix concluyó que el 93% de las publicaciones patrocinadas «no están claramente informadas», lo que significa que no están etiquetadas con suficiente claridad para que los usuarios entiendan que están ante un anuncio.

La pregunta, ahora, es clara. ¿Hasta qué punto puede afectar esta opción en Instagram a las campañas publicitarias realizadas por los «influencers»? Para Marisa Oliver, directora de Hamelin, agencia de «influencers» de Barcelona, si el público pide una «mayor transparencia» es necesario darle lo que pide, aunque entiende que existan dudas en el momento en el que un creador decide por su propia cuenta publicar imágenes de un producto en particular porque es consumidor habitual de esa marca y, posteriormente, recibe algún tipo de dádiva u obsequio.

En busca de un equilibrio

Por esta razón, Oliver cree necesario buscar «un equilibrio» porque la polémica alrededor de la posible publicidad encubierta «acabará evolucionando». En su opinión, muchas celebridades españolas ya informan a sus seguidores a través de una etiqueta o «hashtag» cuando hacen algún tipo de publicidad, por lo que en el momento en que Instagram ponga a disposición de todos esta medida se acogerá de manera natural en el conjunto de los creadores. «Si las redes sociales consideran que el usuario tiene que avisar habrá que ajustarse a las normas», apunta en declaraciones a este diario, aunque descarta que en el futuro vaya a afectar a la planificación de una campaña. «Entiendo que se tenga que regular desde el punto de vista de las redes sociales como a nivel legislativo».

Desde el punto de vista del creador, sin embargo, existen también algunas dudas al respecto. «Tengo diversidad de opinión; puedo ver que sea beneficioso porque a mayor transparencia la gente va a saber cuándo es contenido patrocinado, porque a veces puedes recomendar un producto y no te está pagando la marca. Así le vamos a dar más credibilidad», sostiene a este diario Raquel Rodríguez, «influencer» y autora del blog mitacondequitaypon.com y mitacondequitaypon en Instagram.

En su opinión, y a falta de conocer más detalles por parte de Instagram sobre cómo se implantará esta nueva medida para combatir la publicidad encubierta, a esta influyente que habla de moda no le parece un mal método para que la gente sepa la verdad. Sin embargo, sí teme que se abuse de esta herramienta hasta el punto de convertir Instagram en algo «demasiado comercial» y se pierda «la espontaneidad y cercanía» de la que presumen los creadores.

Regulación clara

En España, la publicidad encubierta está prohibida desde hace tiempo tanto por la Ley General de Publicidad (al considerarlo ilícita y engañosa en el artículo 3.e) y la Ley de Competencia Desleal ( artículo 26). En opinión de Borja Adsuara, abogado y experto en derecho en red, una publicidad o información comercial transparente y veraz «es buena no sólo para los clientes sino también para las empresas y marcas responsables».

A su juicio, la mejor forma de «fidelizar» a los clientes no son «programas de puntos», sino «tratarlos bien, lealmente, sin engañarles», ya que «cuesta mucho alcanzar» un número de seguidores importante para ser considerado «influyente», pero muy poco para perder este título si los seguidores «creen que no es transparente» y «que sus opiniones están pagadas».

Ver los comentarios