Una semana con el Crosscall Trekker X4: un móvil para los extremos

En una lejana galaxia hay más nombres de marcas de teléfonos al margen de las conocidas mundialmente como Samsung, Apple, Huawei o Xiaomi . Mucha vida, la mayoría, es cierto, apegada al ecosistema Android, el más utilizado del mundo. Aunque los dispositivos móviles actuales han reforzado algunos aspectos, muchos de los materiales empleados pueden pecar de ser frágiles. En ciertos entornos exigentes es incluso desfavorable utilizarlos. Ahí es donde entra la firma francesa Crosscall y su política de móviles «ruguerizados».

Un concepto todo terreno de la movilidad que intenta atraer al público profesional y a los usuarios que buscan una herramienta idónea para sus hobbies, los deportes extremos . Es el ejemplo de uno de sus últimos modelos, el Trekker X4 . Basándose en un software y algunas prestaciones técnicas propias de la gama media se atreve a ofrecer un dispositivo a prueba de caídas, a golpes. A martirizarlo a poder ser. Es resistente a temperaturas extremas, desde 25 grados bajo cero hasta 50 grados de calor.

Estos datos ya da alguna pista del público al que se dirige: profesionales del reparto, trabajos de obra, aficionados a la bicicleta o a los deportes náuticos. Un sinfín de usuarios que, por sus actividades, no pueden trabajar con móviles bien diseñados, cierto, pero que pueden rayarse o romperse a las primeras de cambio. Una de sus bazas , en este caso, también es su sistema de protección; el móvil puede soportar inmersiones de hasta dos metros de profundidad durante una hora.

Pero también hace sacrificios en diseño. Su estética, hosca y abrupta, le confiere un carácter muy deportivo pero muy alejado de la elegancia y finura que desprenden otras propuestas. Tampoco es su intención. Su pantalla, de 5.5 pulgadas, presenta marcos voluminosos que le dan un aire poco moderno . Su resolución tampoco es la repera, alcanzando Full HD pero con resultados aceptables. Viene reforzado por unos laterales de goma anticaídas, pero pone en valor otro apartado: la fotografía. Su aspecto más destacado es, sin lugar a dudas, su cámara. Dos sensores de 12 megapíxeles permite contar con una cámara deportiva al alcance de cualquiera. El sensor principal captura, además, con un ángulo de hasta 170 grados, perfecto para determinadas actividades.

Su aplicación y software de cámara es una gran aportación. Permite grabar en varios formatos, desde ultra gran angular, gran angular, normal e, incluso, en ojo de pez. El sistema es versátil y ofrece muchas opciones gracias su herramienta de edición. Se puede desde emitir en directo, editar vídeo, compartirlo en perfiles de redes sociales o a través de un servicio en la nube. Y, para colmo, es capaz de «grabar» los últimos noventa segundos.

Es decir, el móvil va realizando una pregrabación en tiempo real constantemente si se utiliza, por ejemplo, en el vehículo. Así que por medio de un botón personalizable ubicado en el lateral se activa el mecanismo de grabación con lo último que ha sucedido. Fantástica idea por si sufres un accidente, por ejemplo, en vives un momento para recordar y no te ha dado tiempo a capturarlo.

Otra de sus ventajas es su potente batería, de 4.400 mAh, con sistema de carga rápida que permite llegar casi a dos días en un uso moderado . Las otras concesiones se detectan fácilmente por sus componentes internos, los cuales le sitúan, en efecto, en un rango de gama media. Un microchip Snapdragon 660 y 4 GB de memoria RAM mueven al dispositivo con cierta soltura, aprovechando además la versión de Android empleada, que está algo obsoleta: Android 8.0 Oreo.