Análisis

Probamos los nuevos iPhone 12: Apple apuesta por la fotografía

La firma estadounidense lanza su nueva generación de terminales con un nuevo diseño y la tecnología 5G como principales argumentos aunque no supone una experiencia revolucionaria

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Son los dos modelos que más se parecen físicamente, pero que la estética no lleve a confusión: tienen enormes diferencias . Son los iPhone 12 y iPhone 12 Pro , dos de los cuatro nuevos modelos de teléfono móvil inteligente con los que Apple inaugura su nueva generación. Han llegado antes por decisión comercial. Suponen una modesta actualización, aunque con un enorme potencial debido a su apuesta por la fotografía. Un área en donde sube ligeramente el listón.

Diferenciarlos no es fácil si se miran únicamente desde la parte frontal. Son la cara trasera y los acabados los que delatan su posición en el catálogo de la empresa. Centrándonos: cuatro son los puntos diferenciales del modelo iPhone 12 Pro, el más avanzado de la gama: el diseño, las mejoras de cámara , la compatibilidad con las redes 5G y un original sistema de carga que da para debate.

Sobre el diseño, se ha cambiado por primera vez en cinco años. Es sobrio y abrupto , logrando así marcar distancia con sus competidores. Está inspirado en los iPad Pro y recuerdan, en parte, al chasis montado en los iPhone 4, que a más de uno les retrotraerá a la era de Steve Jobs . Homenaje o abrazar nuevas formas conceptuales. Está fabricado en acero y es más resistente que sus predecesores, mientras que el chasis del iPhone 12 «normal» está hecho de aluminio y, además, tiene más opciones de colores. Por cierto más vívidos y quizás hasta más juveniles como el verde agua.

Lo más llamativo de la propuesta es que se han eliminado las curvas de los bordes. Ahora es una «placa» interactiva hasta un 12% más fino que sus predecesores. Es cómodo y práctico y desprende una gran personalidad. Por supuesto, para gustos los colores. Esta versión mantiene las tres cámaras que hicieron debut el pasado año, que bajan a dos en el caso del iPhone 12 sin apellidos. Se conserva, de primeras, la tríada que se ha extendido en el mercado, aunque con algunos matices.

El salto no es enorme en comparación con el modelo anterior, pero supone un pequeño avance que puede satisfacer a aquellos usuarios que aprecian el mundo de la fotografía. Son tres «ojos» distribuidos, nuevamente, en forma triangular. Un objetivo principal, un teleobjetivo y un ultra gran angular. Este último, aunque tiene margen de mejora, ha introducido un sistema de corrección de deformidad. El resultado es que trabajan bastante bien en la mayoría de escenas.

Mejoras en lugares con poca luz

Aparentemente pueden parecer iguales pero se han introducido novedades interesantes. Una de ellas es que se ha extendido la fotografía de larga exposición a todos los modos de disparo (tanto desde el ultra gran angular como desde el modo retrato), de tal manera que se mejora la recuperación de información en condiciones de baja luminosidad. Algo de lo que se beneficia también el nuevo sensor Lidar (ausente en los iPhone 12). Es una tecnología presente en los iPad Pro y ayuda a potenciar el modo noche, así como mejorar el comportamiento de los servicios de realidad aumentada. Las principales actualizaciones de las cámaras del iPhone 12 Pro solo son útiles para entornos con poca luz.

Todas las lentes mantienen los 12 megapíxeles. Suficientes y bien optimizadas para recuperar las escenas de cielos y altas luces de manera consistente. El modelo más avanzado dispone de la tecnología ProRAW , un sistema de tratamiento de imagen que permite disparar bajo este formato. En el día a día quizás se le dé poco uso, pero los usuarios que entienden de fotografía (los que suelen retocar sus creaciones) van a poder sacarle seguro un gran partido. Tambioén se han mejorado los algoritmos de inteligencia artificial para potenciar las luces y colores.

En aras de acercarse a un público de nivel avanzado, el equipo es capaz de grabar vídeo en 4K a 60 cuadros por segundo. Su sistema de estabilización permite producir contenido de calidad. Es sorprendente y está a la altura. A lo que hay que sumar la posibilidad de grabar vídeo en HDR (Alto Rango Dinámico) con Dolby Vision. Una impresionante tecnología que captura imágenes con una mayor cantidad de brillo, colores y contraste, permitiendo así detalles más naturales. En cambio, el iPhone 12 huérfano de apellido tiene un sistema dual de cámaras de 12 megapíxeles, un gran angular y un ultra gran angular. También muy competente aunque poco sorprendente. El objetivo principal, sin embargo, es algo más luminoso en comparación con la del iPhone 11 Pro, pero se queda más cojo en su capacidad para acercar escenas.

El comportamiento de ambos terminales es muy parejo, aunque el iPhone 12 Pro sube hasta los 6 GB de memoria RAM. Comparten también «cerebro», el A14 Bionic , que es una auténtica bestia y que vuelve a mostrar la capacidad de la empresa para evolucionar en sistemas de procesamiento. En cambio, este año se introduce el soporte para las redes 5G. No es una tecnología que se haya extendido todavía pero Apple, al igual que otros competidores, han querido preparar al consumidor hacia lo que viene en los próximos años.

Tampoco es que sea algo absolutamente revolucionario y es posible que transcurra un tiempo hasta que se le saque partido. A diferencia de otros rivales, la firma de la manzana ha diseñado un software que se conecta a la red 5G siempre y cuando esta sea sólida, evitando así un impacto en el consumo energético . Esta decisión ha condicionado en parte una de las características que se esperaban con fuerza este año: la pantalla con una tasa de actualización de 120 Hz. Los nuevos terminales se mantienen en los 60 Hz que, aunque es el fin del mundo, muestra que la empresa va pasos por detrás de sus rivales en este aspecto. Ambos siguen fieles a los paneles de tipo OLED aunque son más brillantes. Para usuarios que consumen mucho contenido desde su teléfono, sin duda es un factor importante. El tamaño es de 6.1 pulgadas, ligeramente más grande en comparación con el iPhone 11 Pro.

Lo que más ha llamado la atención y ha generado polémica en los círculos de internet ha sido la ausencia de cargador y de los auriculares de cable Earpods. El dispositivo viene únicamente con el cable de carga con puerto Lightning, lo que obliga a pasar por caja para adquirir por separado el adaptador de carga. Marketing, responsabilidad medioambiental o ahorro de costes. En cambio ha apostado por un sistema de carga inalámbrica por inducción de la certificación Qi . Pero con matices: comercializa un cargador MagSafe que se imanta fácilmente en la parte trasera. Incluso hay una carcasa compatible. Es algo lento, pero la marca insiste en que es la mejor opción para la salud de la batería. Una batería, por cierto, que se mantiene respecto al año pasado en un día y poco, aunque con una ligera diferencia: dura unas horas menos.

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