Jesé derriba la puerta

A principios de la década de los noventa, el Real Madrid visitaba París y sabía que le esperaba un equipo con el cuchillo entre los dientes, hambriento de gestas que le dieran color y calor a las frías paredes de su sala de trofeos y un estadio apoyado por 49.000 gargantas como calderas que convertían el Parque de los Príncipes en un infierno. Veinte años después, el conjunto parisino solo mantiene su nomenclatura. Ahora, los galos tienen el dinero por castigo (de los petrodólares), una colección de estrellas envidiable y una afición de champagne y caviar. Ya saben, la alergia al romanticismo de los jeques del fútbol.

En el banquillo, la modestia también ha quedado para el baúl de los recuerdos.

Lauren Blanc era un dandi como central y con el traje y la corbata le ha añadido un toque intelectual que, en ocasiones, le provoca una ingenua osadía verbal: «El Real Madrid de esta temporada es muy defensivo. Ya sabemos todos cómo es la filosofía de Benítez. Esperar atrás, defender en su área y salir al contragolpe. A mí me gusta ganar con otro estilo de juego». Sus palabras en la previa hirieron el orgullo de los jugadores blancos que le respondieron con el mejor encuentro de la era Benítez: «Hemos hecho méritos de sobra para ganar. El encuentro no ha sido bueno, sino excepcional», resaltó el técnico blanco orgulloso.

Los primeros cuarenta y cinco minutos del Real Madrid en el Parque de los Príncipes fueron una delicia. Con un equipo sin Carvajal, Modric, James, Benzema ni Bale, cinco de sus once titulares, el equipo demostró agallas y personalidad. Justo la que le faltó en el Vicente Calderón y tanto se le criticó a Benítez. Lección aprendida y con nota: «Nos vamos contentos a casa, hemos sabido competir. Solo nos faltó generar alguna ocasión más de gol y materializar las que tuvimos pero hemos conseguido un punto en un campo complicado», detalló Ramos, que confesó que volvió a jugar infiltrado.

Una de esas oportunidades que lamentaba el de Camas fue la de Jesé, en un mano a mano que se inventó Kroos con un pase «made in Laudrup» y que Trapp le sacó al canario con una intervención milagrosa. Mención especial merece el partido del canterano, que jugó su tercer encuentro de la temporada como titular y se llevó el elogio del capitán: «Las bajas no son excusa. Tenemos una plantilla amplia y con jugadores jóvenes que traen ilusión y ganas. Lo vimos con Jesé que demostró un gran nivel. Nos va a ayudar mucho».

Decepción gala

En el bando francés, Laurent Blanc reculó tras sus picantes declaraciones del martes y reconoció que su equipo no hizo lo que había pronosticado: «Se podía pensar que el PSG podía dominar al Madrid, pero para eso hay que ser muy buenos, pocos equipos lo pueden hacer. No les hemos dominado, pero ellos tampoco. Al menos, les hemos plantado cara».

Keylor no tuvo apenas trabajo en todo el partido y volvió a dejar su portería a cero y Blanc recriminó a su equipo falta de intensidad en los primeros cuarenta y cinco minutos: «No estoy satisfecho, sobre todo por la primera mitad, que ha sido decepcionante. Nos han quitado el balón muy fácilmente y no les hemos hecho correr hasta el tramo final del partido. Me hubiera gustado ser más agresivo».

Con este empate, ambos equipos se quedan con siete puntos liderando el grupo A y dentro de dos semanas se jugarán la primera plaza del grupo en el Bernabéu.