Casemiro gana enteros

Es el motor del Real Madrid cuando necesita fuerza. Aporta la potencia que requiere el equipo cuando los rivales aplican la dureza como norma. Y saca la agresividad para hacerse respetar cuando la situación es esquiva, como sucedió en Dortmund en 2014. Carlos Henrique Casemiro se ha ganado la confianza de Benítez. Es el decimocuarto titular real para el técnico, tras Pepe e Isco. La madurez adquirida en el Oporto le ha permitido ser importante a los 23 años. Jugó como titular en Cornellá, en detrimento de Kroos, y dio estabilidad al centro del campo. Realizó un partido excelente, en corte y confección. Y Cristiano (cinco goles) y Karim Benzema (un tanto) jugaron demasiado a gusto, al igual que Bale, gracias a la anticipación y robo de balón del brasileño, que permitieron un ataque constante.

«Ahora hay más competencia en la línea media», advierte el responsable del plantel. Aviso a navegantes.

Este chaval se recuperó para el fútbol en enero de 2013, cuando Walter Ribeiro lo trajo al Castilla para que volviera a ser el que fue. Era su última oportunidad de volver a ser un jugador de fútbol de primer nivel. Triunfador en el Sao Paulo desde 2010, con 18 años, fue campeón mundial sub 20 en 2011 y después entró en una crisis personal.

Procedente de una familia humilde, le llegó el dinero y las tentaciones le rodearon. Perdió el fútbol como premisa en 2012. Hasta que Ribeiro le puso firmes. El filial madridista fue su redención. Volvió a ser el de antes, disciplinado, entregado. Y recuperó sus esencias: potencia, agresividad, remate de cabeza, disparo. Mourinho le vio y contó con él. Fue el retorno de su ascensión.

Ganador de la Champions con el Real Madrid, su temporada en el Oporto le permitió jugar y hacerse. Fue clave para Lopetegui. Regresó al Real Madrid a punto. Y se lo ha demostrado a Benítez. Ahora es un jugador en la cabeza del técnico madrileño.