Pepe, entre sus compatriotas Coentrao y Cristiano
Pepe, entre sus compatriotas Coentrao y Cristiano - realmadrid.com
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Pepe, «el más madridista», a punto de renovar

El central es un líder dentro y fuera del campo. Muy querido por sus compañeros, espera aumentar un año su contrato, hasta 2018

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Es muy querido dentro y fuera del vestuario. Pepe se ha ganado al madridismo y se ha ganado a la plantilla. Muchos creen que el portugués es solamente un futbolista de fuerza y con un carácter que le supera, dominado por los nervios. Nada más lejos de la realidad. Tiene un poso que el mundo futbolístico desconoce en general. Únicamente quienes conviven cerca de él se dan cuenta de la diferencia tan grande entre la imagen tópica que se tiene de Pepe y la realidad. Es un veterano con la cabeza bien puesta. Piensa las cosas. Es un gran consejero para sus compañeros. «Cristiano le pide siempre consejo sobre decisiones que debe tomar», señalan los profesionales que trabajan con la plantilla en Valdebebas.

Lo cierto es que el defensa luso es un líder del Real Madrid por esa sabiduría, por su manera de animar al equipo ante los grandes retos (el vídeo íntimo de la Décima es una mera muestra) y por su ascendencia a la hora de inyectar confianza ante la adversidad a todo el equipo o a un futbolista. Ayuda a muchos jugadores en todos los ámbitos de la vida, el profesional y el personal.

Su espíritu de lucha sin fin, el que define al Real Madrid, se lo inculca a sus compañeros más jóvenes, hundidos por su suplencia o por un mal partido. Es Pepe quien les dice siempre que han de continuar luchando en busca de un puesto en el once o de obtener muchos más minutos. Nunca debes decaer mentalmente. La noticia de su espera renovación tiene muchas visiones. No solo se confirma a un buen jugador. Se renueva a un hombre que hace equipo.

Su jefe, Ancelotti, destaca del defensa su altruismo: «Piensa en ayudar a los demás compañeros antes que en sí mismo. No es egoísta. No es habitual ver esto». El portugués tiene contrato hasta 2016 y está a punto de renovar por una campaña más, hasta 2017.

Hace dos años, cuando vino Ancelotti, pensó en marcharse al Manchester City, cansado de las acusaciones de dureza. Los árbitros le señalaban faltas que a otros jugadores no les sancionaban. Ante la duda le pitaban en contra. Era Pepe y ya está, falta. «Prevaricaban» pensando que, ante la duda, era culpable, sin haber visto la jugada. Florentino Pérez y Ancelotti le convencieron: «Quédate, contamos contigo». Y acertó al continuar en el Real Madrid. Ganó la Champions y otros tres títulos con el italiano. Ahora es uno de los centrales que menos faltas comete. Y el Madrid se dispone a firmar su continuidad hasta 2017. El club valora su rendimiento y su liderazgo.

Pepe es el cuarto capitán del equipo. Uno de los hombres con mayor importancia del vestuario. «¡Ver cómo Pepe anima al equipo antes de un partido es un espectáculo de adrenalina!», subraya un compañero. «Y es el más madridista de todos, indican desde el club.

Ahora ha aceptado la titularidad de Varane y su suplencia en algunos partidos, como sucedió en el partido de vuelta ante la Juventus. Ha asumido bien ese rol. Sabe que entre Ramos, el francés y él se repartirán la mayoría de los partidos en una rotación constante. Así ha sucedido a lo largo de la temporada. Incluso han jugado los tres cuando el técnico colocó a Sergio como mediocampista, una decisión que delataba el respeto que tenía para no quitar al portugués del once, dada su entrega eterna. El retorno del sevillano al centro de la retaguardia significó que Pepe fuera suplente en el duelo de vuelta de semifinales de la Copa de Europa. Debe admitirlo. Lo hizo. Hace equipo.

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