Ancelotti pide contundencia al tridente en las grandes citas

Seriedad, casi enojo. Y no habían perdido en el partido a domicilio de cuartos de final. En la prensa extranjera no se entendían las caras largas que Ancelotti y sus jugadores mostraban después de obtener un empate a cero en el estadio Calderón. La diferencia entre los grandes clubes como el Real Madrid y la generalidad de los equipos es que para el ganador de diez copas de Europa una igualada sin goles en campo contrario no es un buen resultado de Champions. Deja todo sin solucionar para el partido de vuelta. Después de las buenas oportunidades creadas por el Real Madrid en terreno del Atlético, marcharse sin marcar suscitó un lógico enfado en el Real Madrid a todos los niveles.

La delantera de los 133 goles en la temporada volvió a quedarse sin carburación frente a los rojiblancos. Bale y Benzema desperdiciaron buenas ocasiones de sentenciar. Ambos no le han marcado un gol al Atlético en siete derbis. Cristiano tampoco estuvo fino. Ancelotti pide a su tridente «contundencia» en estos grandes partidos.

El entrenador ha exigido mayor eficacia a su tripleta ofensiva en la hora de la verdad de la Champions. Les ha exigido concentración para aprovechar las opciones de gol. Que no hilen tantos pases en el área y sean expeditivos en el tiro.

En el seno del vestuario también se reflexiona que la eficiencia goleadora hay que demostrarla en esto s encuentros decisivos.

El optimismo que evoca el Real Madrid ante el partido de vuelta, «hay que ganar en casa», no esconde la crítica interna en su pretensión de mejorar y evitar que se repita esa falta de precisión de su trío ofensivo. Cristiano, Bale y Benzema acumulan 88 de los 133 tantos del equipo. Sin embargo, la estrategia presionante de Simeone consigue reducir de manera importante su eficacia en los derbis. O no tienen oportunidades o las fallan por ansiedad. Solo Ronaldo ha anotado dos dianas en los siete enfrentamientos de la presente campaña. Poco bagaje para los 49 goles que suma. El portugués ha rendido bien en otros encuentros trascendentes, como los jugados frente al Barcelona y el Schalke. El Atlético es la excepción que confirma la regla. Espera acabar con esa obsesión el miércoles.

El peligro del empate a cero del encuentro de ida quedó patente en el Real Madrid tras el fragor del partido. Nada más finalizar, todavía calientes, había enojo en los profesionales del club. «Esto es la Copa de Europa y no se puede marear la perdiz. Hay que hacer gol. Menos pases y más remate». Bale, autor de 17 tantos en este curso, desaprovechó un cara a cara ante Oblak. Benzema dio un taconazo a nadie cuando estaba solo frente al portero, tras recibir un centro de oro de Marcelo, que wertrá baja en la vuelta. «Karim creyó que tenía un defensa al lado», dice un compañero. También cabeceó fuera otro balón de gol. Karim lleva 22 dianas y no ha acertado ante el Atlético. «Hay que merodear menos con el balón y disparar más, porque la Copa de Europa no perdona», señalaba un integrante del cuerpo técnico.

De poco vale marcar nueve tantos al Granada si después se fallan todos ante el Atlético. La afición pide más goles cuando la situación lo requiere.

Los hombres de Ancelotti han dialogado entre ellos para vencer al Atlético «como sea» y acabar con el morbo. «Hay que quitarse ese peso de encima». No hay temor, hay deseo de eliminar una obsesión.