Aprender a jugar sin Kroos

Ancelotti no se fía del partido de hoy. Muchos piensan que el Éibar es un adversario para golear y el italiano frena la fanfarronería externa. Faltan un delantero, Bale, un centrocampista de talento, James, y su director de orquesta, Kroos. Su equipo jugará sin «el eje del bien», el alemán del pase en corto, que es prácticamente insustituible.

«Toni», como le denominan sus compañeros, es el profesional del Real Madrid que más encuentros y minutos acumula, cuarenta y cuatro y 3.812 respectivamente. Solo ha faltado en tres esta temporada. Este Real Madrid ha sido «Kroos y diez más». Ha celebrado cuatro títulos en veintidós meses en el club y su personalidad en el engranaje del conjunto es tan decisiva que parece que llevara los dieciocho años años que Gento disfrutó.

Si Kroos no estuviera, habría que inventarlo.

Hoy no juega, sancionado, y relevarle en sus funciones es una comparación odiosa. Illarra suele bailar con la más fea y hoy, ante sus paisanos guipuzcoanos, le han concedido la misión de cubrir el trabajo del «ocho». Esta no es una vaquilla, es un toro para el de Motrico. Tendrá a su lado a Modric e Isco para superar el examen. Y siempre le quedará Cristiano, que puede jugar tras anularse su tarjeta amarilla de Vallecas.