Casillas y Marcelo aplauden al público mientras soportan una pitada; Bale tiene la mirada perdida
Casillas y Marcelo aplauden al público mientras soportan una pitada; Bale tiene la mirada perdida - reuters
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Bale, Casillas y Benzema, los señalados de la crisis

Bale y Benzema no rinden como antes. Casillas falla en su peor partido. Ancelotti medita cambios de sistema y de hombres para el clásico

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Cambio de jugadores. Cambio de sistema. Hay que dar un cambio de timón a este Real Madrid encallado en un mar de dudas. Y si no lo hace él, otro vendrá que lo hará. Se acabó el tiempo. Es la hora. No hay prórroga. El equipo se ha quedado sin margen. Debe ganar ya, ahora o nunca. Ancelotti escuchó el mensaje de Florentino Pérez en el vestuario del Bernabéu tras la victoria del Schalke. Doce horas más tarde, el entrenador también lanzó el suyo a los jugadores en Valdebebas. Sabe que tiene que tomar medidas. Y si deben ser drásticas, las aplicará. La situación ha llegado al límite y está en juego su pescuezo. Se acabaron las acciones mesuradas.

El campeón de Europa no juega a nada y tiene que volver a demostrar su nivel.

La derrota en la Champions ha supuesto que haya tres futbolistas señalados: Bale, Benzema y Casillas. La aportación del galés y del francés ha sido insuficiente en los últimos tres partidos. Aunque Karim marcó un gol decisivo frente a los alemanes, el resto del partido deambuló por el césped. Lo mismo le sucedió al británico, que corrió sin que el equipo aprovechara su velocidad. Esa desconexión es mutua, no solo de él. Y surge su individualismo.

La tercera equis es Casillas. El martes disputó uno de sus peores encuentros en los quince años que lleva en el Real Madrid. Se le vio asustado, superado por la situación. Los delanteros del Real Madrid no marcan a sus defensores, es habitual, y los remates le llegaron en manada. Y falló. Tuvo el acierto de salvar al final al equipo con dos paradas que oscurecieron sus errores en dos goles. Pero se discute su titularidad. Transmitió inseguridad al equipo. Y el clásico urge seguridad en la portería como punto de partida.

El presidente ha expuesto al entrenador que tome todas las medidas que deba. Y el italiano medita aplicar un 4-4-2 frente al Barcelona, porque Bale, Benzema y Cristiano no ejecutan la labor defensiva de taponar a los laterales contrarios. El martes, Arbeloa echó la bronca a Cristiano, y otros jugadores al galés, por no cubrir a sus defensas. No pueden seguir así.

«Rescatar al soldado Bale» era la metáfora que surgía ayer del vestuario. Ancelotti dialogó con el galés. Debe convencerle frente al Levante. Llegó su punto de inflexión. El italiano tiene que decidir si juega en el Camp Nou. Benzema vive la misma situación. El Madrid ganó la Copa al Barcelona con un 4-4-2, sin Cristiano. Luego triunfó en el primer clásico de esta liga, 3-1, sin el británico. Ya no hay intocables. Porque el primer tocado es Ancelotti.

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