El peor momento de Cristiano Ronaldo

Los problemas en la rótula de su rodilla izquierda, su ruptura con Irina, el estómago lleno tras su tercer Balón y Bota de Oro... se pueden esgrimir decenas de razones para justificar el mal momento de Cristiano Ronaldo, pero la realidad es que el luso vive sus días más flojos como jugador del Real Madrid. En los dos meses y medio de competición que se llevan disputados en 2015, CR7 ha disputado un total de doce partidos, en los cuales ha sumado siete goles y cuatro asistencias. Hablamos de un promedio de 0'58 tantos y de 0'33 pases de gol, registros nunca conocidos en Cristiano en sus casi seis años como futbolista del conjunto blanco.

Resulta muy llamativo que un futbolista que acumula más de un gol de media por encuentro desde que en el verano de 2009 fichara por el Real Madrid, ahora apenas haga uno cada dos partidos.

El dato es aún más escalofriante si comparamos al Ronaldo de antes de Navidad con el de después. El primer tramo de la temporada del luso dejó un Cristiano estelar, sumando 32 goles y 16 asistencias en 25 partidos. El promedio era de 1,28 tantos, el mejor de su carrera. Cómo ha cambiado todo en apenas setenta días.

Pero no solo la ausencia de goles delata un Cristiano perdido. El portugués sabe que no está bien y está pagando su frustración con sus compañeros y con los contrarios. Sus constantes muecas y gestos retorcidos durante los partidos recuerdan a una versión ya olvidada de Ronaldo. Su ansiedad está jugando en su contra y la innecesaria expulsión en Córdoba es una buena prueba. «Cristiano está bien. Solo le falta hacer goles», ha dicho Ancelotti estos días. Quizás sea solo eso, un problema de puntería, pero mientras tanto, el Madrid ya ha perdido la Copa y el liderato: «No CR7, no party».