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Cristiano celebra el primero de su dos goles en Ipurúa - reuters
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Cristiano hace historia también en Éibar

El portugués decidió el partido. Hizo la jugada del primer gol y anotó otros dos (0-4). Le ha marcado a todos sus rivales en Primera

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Día histórico en Éibar. Como dijo el alcalde de la ciudad, se enfrentaban el mejor equipo de Europa y el equipo que hizo leyenda en la Liga en este 2014 triunfal para el fútbol español, con los títulos de la Copa de Europa y la Europa League en manos del Real Madrid y del Sevilla. Álex Aranzábal, presidente del club guipuzcoano, acudió al encuentro de peñas vascas del Real Madrid celebrado en Éibar. Doscientos cincuenta seguidores blancos saludaron a Butragueño en el Hotel Unzaga eibarrés. Y por la tarde fueron a ver a su equipo frente al conjunto más modesto de Primera.

Ancelotti eligió a Isco como sustituto de Modric. El técnico optó por un centro del campo más técnico y los blancos pasaron problemas en los primeros veinte minutos, ante un rival basado en la potencia que aguantó bien medio partido.

Los hombres de Garitano se mostraron duros desde el principio. Avisaron. El Madrid sufriría en Ipurúa, como auguró el entrenador italiano.

El conjunto madridista tenía el balón. El guipuzcoano le esperaba a la contra. Tardó el cuadro de Ancelotti en entrarle al encuentro. Era un duelo de mono de trabajo y los pupilos de Carlo asumieron la situación al cabo del primer cuarto de hora, al comprobar que era muy difícil penetrar por la muralla azulgrana, apoyada por cinco mil seiscientos cincuenta seguidores que animaron a su equipo como si le fuera la vida en Primera. Era una jornada festiva.

Cristiano dio el toque de bocina para reaccionar. Lanzó una falta con el estilo folha seca, un balón tocado con la punta del empeine que subió y bajó como un obús, y permitió que Irureta realizara una gran parada con suspense, pues su despeje mandó a pasaear la pelota por encima del travesaño. El Balón de Oro animó a sus compañeros para meter la sexta marcha si no querían caer en la trampa eibarresa.

El Madrid dominaba y su líder marcó la diferencia en el ecuador del primer tiempo, antes de que el rival se creciera demasiado. Ronaldo se hizo un autopase y el balón salió rechazado al entrar Benzema al remate, desviado para que James cabeceara el primer gol.

Casillas evitó el empate local con una parada con el pie derecho, a tiro de Capa, que recordó al balón que le sacó a Robben en la final del Mundial. Y Cristiano tomó las riendas del partido para acabar con los sustos. Lo sentenció con un remate colocado que ascendió el 0-2 de la tranquilidad madridista al marcador.

Era el primer tanto de Cristiano frente al Éibar y en Ipurúa. Nunca había jugado aquí. El mejor futbolista del mundo le ha marcado goles a todos los clubes de Primera a los que se ha enfrentado. Aumentó su cifra en el liderato del Pichichi.

Con la ventaja, el Madrid jugó a gusto. Isco se hizo dueño de la pelota en la búsqueda ofensiva de huecos. Movió a todos los delanteros con ese arte de chicuelina que surge de un tren motriz tan bajo que parece que su bota es la extensión de su mente.

Benzema firmó la tercera diana en una excelente jugada de Marcelo por la línea de fondo. La goleada permitió que el técnico realizara cambios sin preocupación. Entró Varane, como premio a su enorme redimiento, y reapareció Coentrao dos meses después de su letargo.

Ronaldo rubricó el cuarto tanto, el segundo de su cuenta individual, al fusilar con un tiro ajustado a un poste un penalti. Su sustitución fue despedida con una bronca monumental. Pero el Madrid consolidaba su liderato con otra goleada..

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