James hace vibrar a su país

Cuando el Real Madrid perdió ante el Atlético y la Real Sociedad, un colombiano fue elegido como vícitma propiciatoria. James. Se decía que no bajaba a defender. El futbolista no era el culpable, pero venía nuevo, había costado 80 millones y era la víctima ideal. El centrocampista reaccionó muy pronto. Su calidad es indiscutible. Y su adaptación al sistema ha sido fulgurante. Ahora lucha y roba balones sin descanso. Y corre más que nadie, como le exige Ancelotti. «No estaba acostumbrado a jugar así y se ha acoplado muy pronto», indica el entrenador italiano. Sus golazos y su buen fútbol venían de serie, no eran extras.

Los colombianos son madridistas desde que el ídolo nacional fichó por el Real Madrid

. Presencian los partidos del conjunto blanco. y disfrutan con los tantos preciosos y las filigranas de su compatriota.

Es, James Rodríguez, un ejemplo de superación. Procede de una familia humilde. Era tartamudo. Y ha enfrentado sus problemas con voluntad de crecer y de llegar. Triunfó en el Oportio, fichó por el Mónaco y al cabo de un año ya se encuentra en su equipo soñado. El que admiró toda su vida.

Cuando era niño y consiguió la Copa Pony de Colombia, disputada por los jugadores promesa de la nación, ya declaró que desearía militar en el Madrid. Se lo ha ganado a pulso. Su éxito en el Mundial de Brasil fue la confirmacón del traspaso. Ahora se siente feliz en la casa blanca. «Estoy haciendo realidad un sueño».