El Madrid estudiará la renovación de Ancelotti a partir de marzo

La felicidad que siente Ancelotti en el Real Madrid le ha hecho cambiar su ideario. Llegó a la casa blanca en 2013, nueve años después del primer intento de Florentino Pérez, y firmó por tres campañas. Su premisa profesional era no estar demasiado tiempo en cada sitio. Había entrenado dos temporadas al PSG y otras dos al Chelsea. El club madrileño madrileño le ha roto los esquemas en dieciocho meses de trabajo. Se encuentra muy a gusto con los dirigentes y con su plantilla. «Disfruta como si estuviera en el Milán», señalan sus ayudantes. Y sus sensaciones le han hecho reaccionar como nunca hubiera pensado: «He pasado año y medio en el Real Madrid y estoy bien aquí. Ha salido todo bien con los jugadores, el club, el presidente y la afición.

La ciudad es maravillosa. Quiero renovar, pero somos dos partes. Nunca he temido por mi puesto».

Al Madrid le sorprendió y le agradó esta mano tendida. Pero le ponía en la tesitura de contestar y de exponer su filosofía. Lo ha hecho: «Tengamos paciencia. Ancelotti llegó el año pasado al Real Madrid y si ya negociamos su renovación habría sido mejor firmarle por más tiempo cuando vino. Nuestra política es valorar el transcurso de la segunda temporada de un entrenador para actuar. Carlo tiene contrato hasta 2016 y normalmente analizamos la renovación de cada técnico cuando falta año y medio del final de su contrato. A partir de marzo, si todo va bien, hablaremos, con el fin de tener decidida (y firmada) en mayo una postura de futuro. Hay que tener tranquilidad. En el Real Madrid no se suelen hacer las cosas deprisa y corriendo. Se piensan bien».

La entidad recuerda el caso de Mourinho: «Tenía contrato hasta 2013 y le renovamos por dos años más en el mes de mayo de su segunda temporada (en 2012), hasta 2015. Luego, no quiso continuar». El portugués se marchó finalizada su tercera campaña, cuando le quedaban otras dos.

El Real Madrid desea esperar para firmar una continuidad de Ancelotti que también desean los futbolistas. El club es sincero en reconocer las virtudes del italiano como maestro del trato con la plantilla. «No hay mejor hombre para manejar un vestuario que Carlo. Es el mejor. Es ideal. En eso es insuperable».

Su gestión del grupo es un aspecto capital en el análisis del preparador. Se ha ganado a los futbolistas y a la prensa. Pide perdón personalmente al periodista cuando la tensión le hace excederse. Ante todo es persona.

La casa blanca esperará con serenidad para definir el porvenir del entrenador. Opina que esta segunda campaña es importante. Es cuando el técnico se encuentra asentado y se observan sus decisiones en los momentos difíciles.

Un contrato hasta 2018. El italiano desearía extender su acuerdo hasta 2018. Si el Madrid aceptara, Ancelotti asegura que se retiraría aquí. Ni siquiera abordaría esa meta final de seleccionador que siempre tienta a un profesional de los banquillos.

La verdad es que él mismo se lo ha puesto muy difícil. Ganó Champions y Copa en su primera campaña. Repetir es difícil. «Es un hombre con suerte», indican los italianos. «Por eso le también fichamos», contesta el club. Como dice Jesé, «le llaman suerte, pero es constancia».