Narcolanchas río arriba, río abajo. La presencia de estas grandes y potentes embarcaciones que utilizan los traficantes para cargar y descargar los fardos de droga de la costa marroquí a la costa española ha sido especialmente activa estas últimas horas. Decenas de ellas se han podido ver por la desembocadura del río Guadalquivir saliendo del estuario hacia mar abierto.
Así se puede comprobar en las imágenes que acompañan esta información. En ellas se ve perfectamente como dos semirrígidas salen del río por la zona de Bonanza, en Sanlúcar. Pasan a plena luz del día entre los barcos de pesca que se encuentran ahí varados y son grabadas por los testigos que allí se encuentran.
Además durante la madrugada se han podido ver muchas otras. Al menos, una quincena de ellas. La explicación de esta masiva afluencia es la mala mar de estos últimos días, lo que ha obligado a estas lanchas a buscar refugio en costa permaneciendo, en este caso, ocultas y guarecidas en los recovecos de la desembocadura. Una vez que la mar parecía haber mejorado han vuelto a salir para, a millas de la costa, continuar al pairo a la espera de entrar a alijar. Hay que recordar que el simple uso de estas planeadoras está prohibido desde 2018 cuando se intentó frenar con esta medida a los traficantes.
Como vienen denunciando los sindicatos policiales y demuestran las repetidas intervenciones realizadas en la zona, la actividad del narcotráfico se ha recrudecido en la desembocadura del río Guadalquivir. En todo su curso. Al habitual tráfico de hachís se ha sumado la proliferación de las embarcaciones de suministro de gasolina ('petaqueros') y también las mafias que además de hachís trasladan cocaína en estas potentes y peligrosas 'gomas'.
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