PESCA

La última 'levantá' en la almadraba de Conil cierra la temporada de pesca del atún rojo en Cádiz

Las almadrabas gaditanas arrancaron la campaña el 21 de abril con la captura de 129 ejemplares

Las cuatro almadrabas superan las 1.643 toneladas y confían en un aumento de cuota en 2026

Ha sido una temporada muy buena, aunque empezó con retraso por la huelga de los inspectores de Pesca

Captura de atunes en la almadraba de Conil A. V.

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

La temporada de pesca del atún rojo de almadraba ha finalizado. La última 'levantá' se ha producido en la almadraba de Conil, precisamente, la misma que arrancó la campaña el pasado 21 de abril con 129 ejemplares capturados. La pasada semana fueron las almadrabas de Tarifa y Zahara las que cumplieron con el ritual de la última 'levantá' del año al igual que hizo la de Barbate. En total, algo más de 1.643 toneladas de atún se han capturado entre mediados de abril y primeros de junio en aguas gaditanas. Ahora los almadraberos confían en que la próxima reunión del Iccat, organismo que regula la pesca del atún rojo a nivel mundial, abra un poco más la mano y permita una ampliación de su cuota de pesca, después de tres años con el mismo registro.

El Iccat cerró en 2022 para los próximos tres años el debate sobre el aumento de cuotas en su reunión anual, celebrada entonces en Vila do Lobo (Portugal), advirtiendo de que la cuota se mantendría invariable hasta 2025. Es decir, las cuatro almadrabas han mantenido una cuota general de 1.643 toneladas de pesca durante los tres últimos años, lo que ha supuesto un incremento del 10%, con respecto a 2022.

Los almadraberos confían en que esta cuota aumente en la temporada de 2026, «porque la especie ya está totalmente recuperada». El reparto de la misma ha sido idéntico al de 2024. Así la de Barbate ha sumado 454,124 toneladas; la de Conil, 413,264; Zahara de los Atunes 426,325 y, por último, Tarifa, la más pequeña de las cuatro, 349,454 toneladas de atún rojo salvaje. Esta situación que limita la pesca del atún rojo de almadraba a una cuota asignada por el organismo regulador obliga, como ha ocurrido en la última década, a los almadraberos gaditanos a acudir a otras pesquerías a comprar cuota. De hecho, Marta Crespo, gerente de la Organización de Productos de Almadraba que agrupa a Zahara, Conil y Tarifa, avanzó en su momento que la organización a la que representa ya había comprado unas 70 toneladas a otras pesquerías del Mediterráneo.

Huelga de inspectores

Cabe recordar que la campaña de 2025 comenzó marcada por la incertidumbre en un contexto complejo como consecuencia de la huelga de inspectores de pesca. De hecho, los almadraberos tuvieron que retrasar las primeras 'levantás' hasta que se decretaron servicios mínimos en la Inspección de Pesca para hacer frente a la huelga. Fue el Ministerio el que obligó a reforzar los recursos de la Inspección con el fin de que la huelga no impactara en la actividad de las almadrabas gaditanas. Los inspectores de Pesca Marítima pedían mejoras en sus condiciones laborales. Aseguraban que, a pesar de que sus funciones, requieren disponibilidad las 24 horas del día, los 7 días de la semana, la Administración General del Estado no había ajustado sus remuneraciones ni reconocido oficialmente estas exigencias laborales.

Una de las principales demandas se centraba en el reconocimiento de su profesión como de riesgo, lo que les permitiría acceder a «una jubilación digna y a condiciones laborales más acordes con la peligrosidad y penosidad de sus tareas». También buscaban un complemento específico que reflejara la disponibilidad horaria que exige su labor, así como medidas de seguridad adecuadas y una formación especializada.

El trabajo de estos inspectores se centra en la verificación de las capturas, el cumplimiento de la normativa en materia de sacrificio, el control de peso de los atunes que se pescan y la documentación para su venta.

Los inspectores dieron por terminada la huelga el 15 de mayo cuando el Ministerio aceptó negociar la creación de una escala en el cuerpo de la Inspección de Pesca y una mejora en el tema de horarios.

El sector almadrabero representa un modelo de pesca artesanal, sostenible y milenario, profundamente arraigado en la identidad cultural y económica del litoral gaditano. Se trata de un sector clave para la economía local de los municipios gaditanos, que genera empleo directo para unas 500 personas y alrededor de 6.000 indirectos.

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