Sucesos
Ubrique rememora el trágico incendio con seis muertos ocurrido en 1979 en la discoteca 'Fly'
Ocurrió en el año 1979, convirtiéndose en una de las mayores desgracias ocurridas en la localidad gaditana
El incendio que ha tenido lugar este fin de semana en tres discotecas de Murcia: Golden, Teatre y Fonda de Murcia, y que ha dejado trece fallecidos y varios desaparecidos hasta el momento, ha traído a la memoria de los ubriqueños uno de los episodios más dramáticos que se recuerdan en la localidad de la Sierra de Cádiz. Ocurrió en el mes de enero del año 1979, cuando el fuego originado en el interior de una discoteca de la calle Ángeles Bohorquez sembraba el terror en la zona y provocaba la muerte a seis personas, dejando además una decena de heridos.
Al parecer, y según cuentan algunos de los testigos, los hechos ocurrieron de madrugada en un conocido local nocturno. Afortunadamente, el establecimiento estaba cerrado cuando se desató el fuego en su interior, pero esto no fue suficiente para evitar la tragedia. Según cuentan algunos vecinos, la discoteca colindaba con una tienda de comestibles y en la zona superior había pisos donde residían los vecinos.
El fuego, al entrar en contacto con la madera de los muebles del local colindante, comenzó a propagarse sin control, haciendo saltar por los aires varias estructuras de cristal con las que contaba la discoteca. A consecuencia de aquello, el denso humo que se había generado al entrar en contacto con la madera, se adentró en la zona de viviendas situada en la parte superior, a través del hueco del patio, que contaba con una montera y por lo tanto impedía el escape del humo. Éste acabó entrando de lleno en las viviendas cogiendo por sorpresa a muchos de los vecinos que se encontraban en esos momentos acostados. El resultado fue dramático: seis muertos y diez heridos de diversa consideración.
Muchos vecinos recuerdan aquella noche y cuentan cómo se acercaban a la zona con cubos de agua para intentar sofocar las llamas, ya que por entonces ni siquiera se había creado el Consorcio Provincial de Bomberos, que llegaría años más tarde, creando una estructura que abarcó a toda la provincia.
Este fatal desenlace llevó al banquillo de los acusados a los propietarios del local, así como a sus arrendatarios, acusados de un delito de imprudencia temeraria con el agravamente de muerte. Sin embargo, la justicia los absolvió de este delito.
