INDUSTRIA
Toma forma en San Fernando el patrullero 'Made in Spain' para la Marina de Marruecos
Navantia ha botado este martes el buque con el horizonte de su entrega fijado para el verano de 2026
Se trata de un barco diseñado con alta tecnología para afrontar también misiones de guerra
El aumento del gasto en defensa salpica de lleno a la industria gaditana
El astillero de San Fernando ha sido escenario este martes de la botadura del patrullero que construye la empresa pública Navantia para la Marina marroquí en la factoría isleña. El acto ha reunido en la grada de la planta a autoridades civiles y militares de la provincia, además de a los máximos representantes de Navantia, entre los que se encontraba su presidente, Ricardo Domínguez. La ceremonia ha contado también con representación empresarial y con miembros de la cúpula militar de Marruecos. En la primera fila de invitados se encontraban la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada; la alcaldesa de Puerto Real, Aurora Salvador; la subdelegada del Gobierno en Cádiz, Blanca Flores; la delegada del Gobierno de la Junta en Cádiz, Mercedes Colombo, o el Jefe del Arsenal de Cádiz (ALARDIZ), vicealmirante Rubén Rodríguez Peña.
La construcción de este barco arrancó en julio de 2023 con el tradicional corte de chapa y en enero de 2024 visitó las instalaciones de Navantia una representación institucional de la Marina marroquí para supervisar 'in situ' el desarrollo de la obra. En septiembre del mismo año se puso la quilla. Este martes se ha celebrado otro importante hito. El buque se ha echado al agua con el horizonte puesto a mediados de 2026 para su terminación y entrega.
Estamos ante el primer buque de guerra que un astillero español construye para Marruecos en casi cuatro décadas. Nos tendríamos que remontar a principios de los años ochenta. Por entonces la Empresa Nacional Bazán (hoy Navantia) construyó la corbeta 'Teniente Coronel Errahmani', en sus instalaciones de Ferrol, que fue finalmente entregada el 28 de marzo 1983.
El primero en abrir el turno de discursos ha sido el director de la unidad de negocio de Navantia de corbetas San Fernando-Puerto Real, Alberto Cervantes, que ha destacado cómo el esfuerzo se ha hecho realidad, con la botadura del buque. Cervantes ha señalado que este barco es sinónimo de progreso y de futuro, además de un símbolo de prosperidad. Ha tenido un recuerdo especial para José Antonio Rodríguez Poch, exdirector de los astilleros, fallecido el pasado año.
Seguidamente tomó la palabra el representante de la Marina Real de Marruecos, el capitán de navío mayor, Mohammed El Fadili. En su alocución, destacó la importancia de este proyecto «como expresión de los profundos lazos de amistad y cooperación que unen a los Reinos de Marruecos y España en general, la Marina Real y el astillero de Navantia en particular».
A continuación, resaltó las características tecnológicas de vanguardia, «que encarnan plenamente la ambición de la Marina Real de adquirir una flota eficaz, polivalente y duradera en el marco de la modernización de todas las Fuerzas Armadas Reales decidida por su Majestad el Rey Mohamed VI, para enfrentar los desafíos de seguridad marítima en constante cambio».
El acto ha contado también con el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, que ha destacado la alianza y la cooperación España-Marruecos. En este sentido ha agradecido la confianza al reino de Marruecos al tiempo que ha insistido que se trata de un buque con altas capacidades tecnológicas
La obra del patrullero de Marruecos la anunció en enero de 2021 la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El barco en cuestión pertenece a la familia Avante y es el modelo Avante 1800, pero más desarrollado que las cuatro unidades vendidas a Venezuela en 2012. Se trata de un moderno buque diseñado por Navantia, con una longitud de 89 metros y 13,3 de eslora, con una dotación de 46 personas y capacidad de albergar a otras 12, según el dossier oficial de los astilleros. Además cuenta con modernos sensores y radares, contramedidas electrónicas, un cañón de 76 milímetros y sistema de lanzamiento de misiles, así como un puente para llevar un helicóptero. Su fabricación supone un millón de horas de trabajo para los astilleros de la bahía de Cádiz y 1.100 puestos de empleo directos, indirectos e inducidos.
Camuflaje
Uno de los puntos clave de este patrullero es que está diseñado con propiedades furtivas. Estas consiguen reducir de forma notable la huella radar, haciendo que sea más complicada de detectar por parte de los enemigos. Este Avante 1800 es una corbeta compacta y asequible, diseñada para misiones de guerra aérea, superficie y electrónica, además de vigilancia de Zonas Económicas Exclusivas.
La clave está en que va a navegar en alta mar, no solo en funciones policiales de la propia costa. Con un diseño furtivo, gran autonomía y sensores avanzados, combina flexibilidad operativa con la experiencia de Navantia en el diseño de fragatas. El patrullero es una solución que garantiza largos periodos de despliegue en la mar con unos costes de operación y ciclo de vida muy reducidos. Para ello, el diseño de sus sistemas tiene como objetivo mantener la operabilidad, mantenibilidad y fiabilidad con una dotación reducida.
La construcción de este patrullero para Marruecos incluye además un paquete de apoyo técnico-logístico (piezas de repuesto, herramientas y documentación técnica), incluyendo servicios de formación técnica para el personal de la Marina Real Marroquí en España.
La familia Avante de Navantia cubre todo el espectro de buques patrulleros, ya sea como lanchas misileras, buques hidrográficos, buques guarda-costas, patrulleros de altura o buques de patrulla preparados para el combate. Este tipo de patrulleros disponen de lanzadores para misiles SAM, SSM y el denominado Point Defence Missile System (PDMS).