Decalle

Echar la caña en Sevilla y su provincia

Recorremos la provincia en busca de ríos, pantanos y embalses en los que desarrollar esta práctica y conocemos las especies que los habitan

Un hombre pesca en el río Guadalquivir Nieves Sanz

Luis Ybarra Ramírez

El sol se tumba en el agua y los pescadores buscan entre la maleza un recoveco solitario en el que sentarse. La pesca es eso: mirar al agua y esperar. Conversar. Entrar en contacto con la naturaleza por el trayecto más corto y directo. En la provincia de Sevilla, existen numerosos embalses, ríos y pantanos para ponerla en práctica. Descubrimos cuáles son los mejores espacios, cuáles son las especies más abundantes y qué necesitamos para hacer esta escapada. La tanza se tensa y en el forcejeo entre el hombre y el animal se rompe la quietud de la estampa. Este texto busca esa imagen, hecha de orilla, silencio de domingo y caña.

Los embalses sustituyen la infinidad del mar por otras cosas. El sigilo y la calma del líquido, la cercanía a la ciudad y el olor a sierra y pantano han ganado numerosos adeptos y son muchos los que optan por la pesca en aguas continentales. Es decir, de interior. Hugo Catalina , propietario de la tienda Pescador, en el Polígono de San Pablo, asegura que «hay pocos gremios más comprometidos con el medio ambiente que el mío».

De este modo, la mayor parte de los pescadores no se hacen con sus capturas, sino que las dejan en libertad . Es lo que llaman la suelta. «Así se disfruta lo mismo y de una forma sostenible», sentencia. Junto a él, recorremos algunas localizaciones sugeridas en la provincia.

¿Dónde pescar en Sevilla y su provincia?

El punto más destacado para pescar en Sevilla parece una evidencia: el río Guadalquivir. Piraguas, barcos e hilos de nailon se reparten las lindes, aunque encontramos zonas bien diferenciadas. Desde el barrio de Triana hasta el Puente del Alamillo , en el Paseo de la O y en el tramo de Torneo, al otro margen, existen puestos habilitados en los que se celebran competiciones, pues «el marco del Guadalquivir es excepcional para la pesca, de lo mejor de Andalucía». Asimismo, estos son dos de los emplazamientos más concurridos dentro de la capital, ya que cualquiera puede utilizar los puestos establecidos, participe o no en los certámenes.

Por otro lado, la lengua de agua que muerde la tierra cerca del Puente del Quinto Centenario recibe múltiples nombres. Hay quien la conoce como el Lago Azul, algunos como el Lago de los Hippies y otros la llaman la Punta del Verde. Esta zona se ha recuperado para la pesca después de años de prohibición y son muchos los aficionados que de forma organizada recogen la basura acumulada. Es otra de las ubicaciones más habituales por su proximidad al núcleo urbano y el fácil acceso a través de la carretera de El Copero.

La Minilla, embalse entre El Ronquilloy El Garrobo ABC

En la provincia, sin embargo, las opciones se multiplican. Dos de las más conocidas son el Gergal, en la Ruta del Agua de Guillena, y el Embalse de Cazalla de la Sierra. El primero es una laguna que está a unos tres kilómetros del pueblo por un carril pedregoso. Al llegar a la venta La Cantina, se observa una presa de grandes dimensiones que se ha de que cruzar. El enclave ofrece naturaleza salvaje y sosiego. El Pantano de Cazalla , por su parte, es de menor tamaño y está cerca de la población: a unos tres kilómetros. Durante el invierno, ninguno de ellos aparece demasiado concurrido.

Otras masas de agua frecuentadas por los pescadores son los embalses de José Torán, en La Puebla de los Infantes; Melonares, cerca de El Pedroso ; La Minilla, en El Ronquillo; El Pintado, que también está a unos kilómetros de Cazalla; o el Molino del Corcho en San Nicolás del Puerto, entre otros lugares. Todos ellos reservan postales de enorme profundidad y traen el recogimiento como un valor.

En La Minilla , por ejemplo, existen diferentes rutas para hacer senderismo en familia y apreciar lo bello del paisaje. Algunos de los visitantes optan por almorzar en las ventas cercanas mientras que otros prefieren utilizar las barbacoas establecidas. Las mismas aguas que bañan estas laderas son las que llegarán hasta El Gergal por vías subterráneas.

En la Sierra Norte, otro de los destinos imprescindibles es el Embalse de Cala, que data del año 1927. Es uno de los que ocupan una dimensión mayor y al área en la que se extiende se le conoce como los Lagos del Serrano. Por último, también merece una mención especial el Embalse de Aznalcóllar, que fue construido en los años 80.

El río Agrio riega la dehesa minera sevillana y deja un entorno muy caracterítico y valorado por los pescadores. La vegetación avanza con dificultad a su orilla y unos pequeños istmos se convierten en islas desde la distancia. Se accede a través de la carretera SE-530 en dirección hacia el Castillo de las Guardas y, con paciencia, pueden verse animales que en solitario bajan a refrescarse. Cuenta Hugo Catalina que «quien está sentado en una silla durante horas frente a un lago aprende a ver detalles que otros pasan por alto. Los pescadores buscamos lugares donde no se nos moleste, y así descubrimos rincones únicos. El color del agua, los matorrales y el medio en el que nos movemos están llenos de matices difíciles de apreciar a simple vista».

Zona del Huéznar en la Sierra Norte de Sevilla ABC

¿Y cuáles son las especies que más se capturan en nuestra provincia? Pues, sobre todo, la carpa, que no es autóctona pero fue introducida por los romanos, el barbo y el abur. En menor medida, también encontramos el blackbass, el pez gato, que nunca supera los 40 centímetros de longitud, el alburno, carpín y el percasol. Debido a diversos cambios en la composición del agua y variaciones de los caudales, otras especies como las truchas o los esturiones, que se pescaban hace años en Coria del Río, desaparecieron con el tiempo.

¿Qué necesitamos antes de salir?

Lo primero es la obtención de dos documentos esenciales para practicar la pesca en aguas de interior. La Agencia de Medio Ambiente es la encargada de ofrecer la licencia necesaria , que se alcanza a través de un curso que imparten clubes homologados o mediante un exámen tipo test.

Además, es obligatorio tener un seguro de responsabilidad civil . A nivel legal, son las dos únicas exigencias por parte de las administraciones. Después, el equipo irá en consonancia con la modalidad de pesca que se practique, aunque una caña, carrete, sedal, cebo vivo o señuelos y algunos repuestos son los elementos básicos e indispensables. Todo listo para una jornada al pie del lago.

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