PESCA

El sector almadrabero confía (esta vez sí) en un fuerte aumento de la cuota de pesca para la próxima temporada

La comisión internacional que regula esta pesquería sigue con su reunión en Sevilla, de donde saldrá el nuevo cupo para el trienio 2026-2028

Reunión en Sevilla este martes del órgano internacional que regula la pesca del atún LA VOZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

Las espadas siguen en alto en relación a la cuota de pesca de atún rojo de la campaña de 2026. El organismo internacional que regula la pesca del atún de almadraba arrancó este lunes en Sevilla su reunión anual, que culminará el próximo día 24 con un nuevo veredicto sobre el cupo de las capturas.

Toca ahora la revisión. Cabe recordar que la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) cerró en 2022 el debate sobre el aumento de cuotas en su reunión anual, celebrada entonces en Vila do Lobo (Portugal), advirtiendo de que la cuota se mantendría invariable hasta 2025. Es decir, las cuatro almadrabas mantendrían una cuota general de 1.643 toneladas de pesca, lo que supuso un incremento del 10%, con respecto a 2022. Esta cifra se ha repetido en los tres últimos años.

La aspiración de los almadraberos ahora se orienta hacia un importante aumento de cuota para los próximos tres años. La ICCAT celebra una reunión que determinará el futuro de la pesca de túnidos en el Atlántico y el Mediterráneo para los próximos años. El encuentro reúne a más de 60 países con un objetivo central: revisar al alza la cuota de atún rojo, una especie cuya recuperación ha sido confirmada por los informes científicos de la propia organización.

España ha llegado a esta cita con una posición clara. Como país europeo con mayor cupo de atún rojo, el Gobierno y el sector pesquero defenderán un incremento cercano al 19% para el trienio 2026-2028. Esta cifra se encuentra dentro del rango del 12 al 20% que los científicos de ICCAT consideran compatible con el buen estado del stock, tras años de restricciones severas que han permitido la recuperación de la especie.

En la actualidad, el Total Admisible de Capturas (TAC) de atún rojo del Atlántico oriental y el Mediterráneo se sitúa en torno a las 40.000 toneladas anuales. De esta cantidad, España dispone de algo más de 6.780 toneladas, que se distribuyen entre diversos segmentos de flota: el cerco del Mediterráneo, las almadrabas tradicionales del Golfo de Cádiz, los barcos de cebo vivo del Cantábrico, los cañeros de Canarias y las flotas artesanales del Estrecho y del Mediterráneo.

Perca artesanal

Si ICCAT aprueba una subida significativa, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya ha anunciado que revisará el real decreto que regula esta pesquería. Esta revisión buscaría permitir la participación de nuevos segmentos de flota y atender las demandas de la pesca artesanal y de las capturas accesorias. El reparto interno de la cuota española es, por tanto, otro de los temas que deberá abordarse en los próximos meses.

La delegación europea negociará en Sevilla representando a los 27 Estados miembros en un escenario complejo. En la mesa se cruzan intereses históricos y nuevas aspiraciones. Por un lado, potencias pesqueras con flotas altamente desarrolladas como la Unión Europea o Japón. Por otro, países emergentes que reclaman una mayor porción del recurso para desarrollar sus propias pesquerías. El presidente de ICCAT, Ernesto Penas, ha advertido en los días previos que, tras el éxito del plan de recuperación, no se puede fallar ahora en la gestión. Penas ha llamado a encontrar un equilibrio entre la explotación económica y la sostenibilidad a largo plazo.

Para la flota española, la cita de Sevilla representa mucho más que una negociación de cifras. El atún rojo se ha convertido en una especie refugio para muchas empresas afectadas por la caída de otras pesquerías, la presión de especies invasoras o la competencia creciente en los mercados internacionales. En el Estrecho y el Golfo de Cádiz, las almadrabas y los barcos artesanales vienen denunciando desde hace años que la expansión del atún, unida a la invasión del alga invasora (Rugulopteryx okamurae), ha modificado por completo el equilibrio ecológico.

Esta alteración ha reducido la presencia de especies tradicionales como el voraz, el pez sable o el pulpo, lo que ha aumentado la dependencia de una cuota suficiente de atún rojo para sostener las economías locales. En el Cantábrico, las empresas de cebo vivo subrayan que llevan más de una década aplicando medidas estrictas de control, cupos individualizados y sistemas de seguimiento que han contribuido de forma decisiva a la recuperación de la especie.

El mensaje que llega desde las organizaciones de productores y cofradías es claro: el esfuerzo realizado por la flota europea y, en particular, por la española debe verse recompensado con un escenario de estabilidad y crecimiento moderado. Este escenario permitiría planificar inversiones, renovar buques y mantener empleo en tierra y a bordo.

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