Los vecinos de la barriada del Buen Pastor, en San Fernando, sufrían los efectos de la terrible Dana de hace dos semanas, en al noche de Halloween. Muchos isleños veían como se inundaban comercios y viviendas debido a que el alcantarillado no es capaz de absorber la caída de tanta agua en un corto periodo de tiempo.
Este jueves reconocen haber pasado una noche mala, difícil, complicada. Y con miedo. Miedo a que se volviera a repetir la mala experiencia de hace algunos días, con el agua por las rodillas y muebles y electrodomésticos flotando. Horas duras pero «gracias a Dios» no se ha alcanzado, ni de lejos, tal punto de gravedad.
«Hemos pasado una noche muy mala», reconoce este vecino. «Tenemos un gran problema, y es que el alcantarillado está completamente obstruido desde hace 50 años, y lo sabe el Ayuntamiento y los demás representantes. Sólo pido que las bombas funcionen», apunta. «La última vez se me inundó la casa, entró el agua por la placa ducha. Bueno, la mitad es agua, y la otra mitad porquería y meado».
«Esta noche gracias a Dios no se nos ha inundado», informan otros vecinos. «La otra vez fue horroroso». No quiere decir que no se haya temido lo peor. «A mitad de la noche nos tuvimos que levantar para poner barreras en las puertas. Si no llega a descampar, otra vez nos inundamos. No filtra el agua».
«Estamos todos previniendo, tomando medidas por si acaso. Ya se me ha inundado la casa dos veces. Y esta noche porque el chaparrón ha durado poco, porque si no se vuelve a inundar».
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