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Joan Manuel Serrat cumple su deseo de encontrarse con los 'serratianos' isleños: «Era importante para irme contento»

El cantautor catalán ha sido premiado con el Premio XIV Cortes de la Real Isla de León que recibirá este miércoles

Joan Manuel Serrat, junto a su biógrafo, en San Fernando l.v
Pepe Ortega

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San Fernando

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A Joan Manuel Serrat no le gusta pasar por los sitios sin que los sitios pasen por él. «Uno pierde posibilidades de vida si no vive las realidades de aquel lugar». Por eso, no cabía en sus planes venir a San Fernando a recoger el Premio XIV Cortes de la Real Isla de León que le otorga la ciudad y no pararse a dialogar con su público, a ponerle la cara a una mínima parte de los fieles serratianos cañaíllas. Así que aceptó el premio y le pidió a la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, la oportunidad de «compartir más momentos con la ciudadanía de San Fernando». «Esta reunión la he propiciado porque pensaba que el acto formal de la entrega del premio no era suficiente para confirmar la relación con la gente. Mañana será un día emocionante, pero creo que un acto como este para mí era muy importante para irme contento», reconoció el cantautor catalán. En cuestión de diez minutos se agotaron las 400 entradas para presenciar la entrevista entre Joan Manuel Serrat y su biógrafo Luis García Gil, que más bien fue una conversación entre amigos en la que se viajó por los buenos y no tan buenos momentos de la trayectoria de uno de los cantautores más reconocidos de la música española.

Joan Manuel Serrat se ha mostrado «feliz» por haber sido galardonado con el Premio XIV Cortes de la Real Isla de León, que reconoce a las personas o entidades que «han contribuido de forma significativa a la vida democrática y a la defensa de los derechos». En esta edición, el tema era la música. «Este año queríamos hablar de hombres y mujeres que han sido capaces de luchar por la libertad y los derechos de la ciudadanía a lo largo de la historia a través de la música», explicó la alcaldesa. Y no hay nadie que represente mejor el espíritu del galardón que Joan Manuel Serrat. «Estoy extraordinariamente feliz de recibir este premio tan ligado a la libertad y al progreso», manifestó.

Con un gran sentido del humor y una palpable química con Luis García Gil, Serrat echó la vista atrás y habló de la amistad -«algo sin lo cual no tendría demasiado sentido vivir»-, de virtudes y defectos -«mantengo que la virtud más fundamental es la humildad, y la más jodida, la soberbia»-, de aplausos que no suenan igual en dos lugares diferentes, de decisiones difíciles del pasado de las que no se arrepiente -«estoy muy feliz del camino que tomé»-, de exilio, de su sentimiento por Latinoamérica... Los temas salían uno tras otro y en todos Serrat dejaba una píldora que invitaba a reflexionar.

Y, como no puede ser de otra forma, hablaron de música, esa que empezó a hacer como «forma de expresarse» y luego le dio la oportunidad de «ganarse la vida». Joan Manuel Serrat se bajó de los escenarios en 2022 y no se arrepiente. «A veces se me pasa por la cabeza el sentimiento de volver, pero me da una pereza… No tengo ninguna necesidad de cantar: tengo muchas cosas que hacer y deshacerme de otras muy inútiles», reconoció el cantautor catalán, quien aseguró que se fue «sin un sabor amargo» al retirarse en un buen estado de salud. «Antes de que te echen, vete». Pero todavía Serrat está ligado a la música, si es que en algún momento puede dejar de estarlo. A veces, cuando le «apetece», vuelve a coger el lápiz y a componer. «Sigo componiendo y no sé por qué. Antes tenía una disciplina pero ahora las actividades cotidianas me comen el día. Componer es una máquina que si no está engrasada no anda bien. Escribo cuando me apetece», respondió a una pregunta del público. Serrat ha perdido «el hábito de los escenarios» pero en San Fernando pudo sentirse «revivido», al menos por unos minutos. Los técnicos recogieron las mesas y las sillas y al escenario subieron los músicos que le iban a acompañar para hacerle un regalo al público en forma de canciones: 'De vez en cuando en la vida' y 'Mediterráneo'.

Los 'serratianos' atónitos disfrutaron de principio a fin de los dos himnos y se levantaron para aplaudirle. Un aplauso que sonó diferente, a agradecimiento. Por venir y por existir.

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