INDUSTRIA
La renovación de la flota portuguesa abre la puerta a Navantia a futuros encargos
La Marina lusa demanda seis fragatas y una de las ofertas que está sobre la mesa es la española F-110
Los astilleros españoles no están solos en esta carrera; también pujan media docena de empresas internacionales
JAVIER RODRÍGUEZ
CÁDIZ
El aumento en gasto en defensa no es un problema exclusivo de España con la OTAN sino que también afecta a Portugal como miembro de la Alianza y con una economía muy ajustada. De hecho, su gobierno ha planteado llegar al 2% del PIB del país en gasto militar y seguir subiendo al 3,5% en 2032. A partir de entonces, su intención es la de alcanzar el 5% pactado en el año 2035. Una situación algo similar a la española que prevé arañar el 3,5% del gasto en defensa entre 2026 y 2028.
En cualquier caso, el gobierno portugués ya ha puesto sobre la mesa sus primeros planes en materia militar y una de sus primeras medidas es la renovación de la flota. La Marina lusitana persigue la adquisición de, al menos, seis fragatas y en este capítulo naval España juega un papel importante al contar con uno de los mejores buques del mercado. Se trata de la fragata F-110, cuyas primeras unidades se construyen en el astillero de Ferrol.
Esta apuesta del gobierno portugués por renovar sus barcos beneficia directamente a la empresa pública española Navantia y a sus astilleros, que ya empiezan a anotar carga de trabajo como consecuencia del incremento en el gasto de defensa. No hay que olvidar que España ya ha dado el primer paso para la construcción de un portaviones de mayor tamaño que el porta-aeronaves 'Juan Carlos I'. El Ministerio de Defensa español ya ha encargado el estudio técnico sobre este nuevo buque.
Por lo que respecta a la Marina portuguesa ya ha iniciado el proceso para sustituir cinco de sus actuales fragatas, pertenecientes a las clases Vasco da Gama y Bartolomeu Dias. Se trata de unidades que ya han superado las tres décadas de servicio y cuyo relevo supondrá una modernización significativa de la capacidad naval del país.
Los nuevos buques tendrán un mayor tonelaje, situándose entre las 4.000 y 6.000 toneladas, frente a las 3.000 de media de las fragatas actuales. Esto permitirá a Portugal operar con medios más avanzados y con mayor capacidad de despliegue en misiones internacionales. El catálogo de Navantia no es el único que está encima de la mesa de las autoridades lusas.
Competencia
Además de Navantia, otras compañías europeas y extranjeras están siendo consideradas por el gobierno portugués. El listado incluye a Naval Group (Francia), Babcock y BAE Systems (Reino Unido), TKMS (Alemania), STM Defence (Turquía), Damen (Países Bajos) y Fincantieri (Italia).
Para la industria española, este proceso representa una oportunidad geoestratégica. En caso de que las F-110 sean seleccionadas, Navantia reforzaría su posición en el mercado internacional, al tiempo que estrecharía los lazos industriales con Portugal. Además, compañías como Amper ya participan activamente en el desarrollo de estas fragatas de alta tecnología, fabricando centros de carga para el modelo español. Esto facilitaría posibles sinergias logísticas y de mantenimiento entre ambas armadas.
Las fragatas portuguesas son 3 unidades pertenecientes a la clase Vasco da Gama, en servicio desde 1991, y 2 fragatas de la clase Bartolomeu Dias, adquiridas de segunda mano a los Países Bajos y recepcionadas por la Marina lusa en 2009 y 2010. Estas embarcaciones fueron sometidas a una modernización de media vida finalizada recientemente, como destaca la Marinha, lo que prolongará su operatividad hasta aproximadamente 2035.
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