Las playas de Cádiz son, sin lugar a dudas, uno de los mayores tesoros de España. La costa gaditana cuenta con parajes naturales únicos de arena blanca y agua cristalina que atraen todos los años a miles y miles de turistas que buscan el sol, la tranquilidad y la autenticidad.
Entre todas estas joyas costeras, destaca con luz propia la playa de Zahara de los Atunes. Situada entre Barbate y Tarifa, este enclave combina la tranquilidad de un pueblo marinero con una de las franjas de litoral más espectaculares de Andalucía. Su arena blanca y fina, se extiende a lo largo de casi dos kilómetros.
El agua cristalina de Zahara es otro de sus grandes atractivos. Son muchos los que acuden a esta playa con las máscaras y tubos para hacer snorkel.
Además, Zahara de los Atunes ofrece una experiencia que va más allá del simple baño. Su ambiente relajado, los atardeceres de postal y su deliciosa gastronomía, con el atún rojo como protagonista indiscutible, hacen de esta playa un lugar que deja huella.
En National Geographic se define a esta playa como «de arena fina y blanca, viento, olas y atún de la Almadraba. El antiguo asentamiento pesquero de Zahara de los Atunes es ahora un enclave turístico único que enamora».
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