LABORAL
Peligra la paz social en Cádiz por las amenazas de huelga de la Hostelería y el Metal
Los representantes sindicales de ambos sectores han anunciado este miércoles movilizaciones en las calles como medida de presión para firmar ambos convenios
Los empresarios consideran «inasumibles» las demandas de UGT y CC OO en materia de pluses y subidas salariales
En el Metal se plantea un paro indefinido a partir del 23 de junio

Peligra la paz social en la provincia. Dos de los sectores productivos más importantes de la economía gaditana, el Metal y la Hostelería, han puesto sobre la mesa la posible convocatoria de huelga si las patronales no ceden en sus posiciones en relación al convenio colectivo.
Ambos sectores están inmersos en la negociación de su nuevo marco laboral. Así, el convenio del Metal expiró el pasado año y desde mediados de julio de 2024 se negocia uno nuevo. El de la Hostelería también expiró en 2024 y desde el pasado marzo también se negocia uno nuevo.
Ambos tienen una especial trascendencia en Cádiz. El Metal agrupa a casi 30.000 trabajadores, mientras que la hostelería a unos 27.000.
El motivo por el que planea una convocatoria de huelga sobre ambos sectores tiene su explicación en la negativa de sus patronales, Femca en el caso del Metal y Horeca en el de hostelería, a aceptar varias demandas sindicales que consideran innegociables.
Si analizamos por separado ambos convenios nos encontramos que el del Metal iba avanzando de manera satisfactoria hasta debatir varios puntos muy espinosos. Por un lado, la bonificación del plus tóxico, es decir, un plus específico para quienes trabajen con materiales peligrosos, y el plus de empleo estable, que se aplica a los trabajadores eventuales por su condición de temporalidad.
En ambos puntos han chocado patronal y sindicatos. Mientras que UGT y CC OO quieren que el plus de toxicidad se aplique con carácter general, la patronal Femca aclara que no se puede generalizar para todos los trabajadores del sector del Metal un plus tan específico como el de toxicidad.
Esta misma situación ocurre con el plus de empleo estable. Las centrales sindicales quieren que se aplique también al contingente de fijos-discontinuos, mientras que los empresarios insisten en que los fijos-discontinuos, «como bien destaca el Gobierno», ya no son parados ni trabajadores eventuales. De hecho, no figuran como desempleados cuando están sin actividad. Por esta razón, ese plus no se puede ampliar a la plantilla fija-discontinua.
La negociación del convenio arrancó a finales de 2023, pero no fue hasta julio de 2024 cuando se presentaron las primeras propuestas en la mesa negociadora. En enero de 2025 se presentaron además nuevas reclamaciones, que ahora se tratan de ajustar. Una de las más espinosas ha sido el debate de la pérdida de poder adquisitivo, pero ese enfrentamiento ya se ha superado y se ha optado por la aplicación del IPC.
El plus de empleo estable solo lo reciben los temporales, no así los fijos discontinuos, aunque puedan estar trabajando al año solo entre 4 y 6 meses. Por eso, la plataforma de UGT y CCOO incorpora el cobro por parte de estos empleados.
Entre las cuestiones que aún cerrarse también está la jornada laboral. Los sindicatos plantean que quede reducida a 37 horas semanales, lo que supondría 74 horas menos anuales. Los sindicatos entienden que el convenio debe prever la aplicación de la reducción acordada por los sindicatos con el Gobierno central, que dejará la jornada en 37,5 horas a la semana en 2025.
Las propuestas de los sindicatos han sido rechazadas y el viernes se votará en una asamblea la convocatoria de una huelga en el sector. De hecho se plantea indefinida a partir del 23 de junio.
Posturas enfrentadas
Por lo que respecta al sector de la Hostelería, las espadas siguen en alto a solo días de arrancar la temporada alta de verano. La negociación de su convenio arrancó el el pasado 17 de marzo, pero entró en punto muerto en mayo, ya que la patronal consideró «inasumibles» las peticiones qpreentadas por los representantes de los trabajadores en las últimas reuniones. De hecho, se celebraron seis encuentros que terminaron sin éxito. El presidente de los empresarios de hostelería de Cádiz (Horeca), Antonio de María, adelantó en su momento a LA VOZ que la subida salarial que piden los sindicatos era del 5,5% durante cuatro años, «cuando el IPC es del 2,2%». En ese sentido, De María señaló también que se estaba negociando la reducción de jornada aprobada por el Gobierno y que debe pasar ahora por el Congreso de los Diputados, pasando de 40 horas semanales a 37,5 horas, «lo que supone para las empresas un sobrecoste del 6,2%, ya que el gasto de esa reducción corre por cuenta de los empresarios». Con estos números, aseguró, De María, «resulta muy difícil abordar una subida salarial como la que exigen».
En este sentido, la patronal hizo un llamamiento a la responsabilidad. Horeca puso fecha para cerrar la negociación y dijo que el 31 de mayo era el último día para cerrar un acuerdo, ya que los empresarios no quieren negociar durante la temporada alta.
Así, tras la asamblea conjunta de CCOO y UGT para valorar con el activo sindical la situación de la negociación del convenio colectivo para el sector de la Hostelería, «las posturas pueden entenderse tan próximas como distantes ya que, si bien nominativamente no son diferencias abismales, la representación de los sindicatos está al límite de sus posibilidades de negociación.La representación sindical de UGT y CCOO en la provincia plantean iniciar una campaña para llevar esta situación a la calle y a la opinión pública en espera de que la patronal realice un ejercicio de responsabilidad que permita, realmente, llegar a un preacuerdo».