LABORAL

Patronal y sindicatos agotan el último cartucho para evitar una huelga «catastrófica» en el Metal de Cádiz

Las partes se verán las caras este lunes en el Sercla con el ánimo de frenar un paro en plena temporada alta de actividad industrial

El impacto de la movilización se prevé grave en los astilleros de Cádiz y de San Fernando

La patronal insiste en que no está justificada esta movilización

Asamblea en el astillero de Puerto Real el pasado viernes de la plantilla de la industria auxiliar LA VOZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

Patronal y sindicatos agotan este lunes el último cartucho para evitar una huelga en el Metal de Cádiz, que llega en el peor momento. La carga de trabajo en las empresas tractoras de la Bahía de Cádiz y del Campo de Gibraltar es muy alta, pero esa actividad depende en buena parte de la industria auxiliar. El paro convocado para los días 18 y 19 de junio afecta directamente a esas subcontratas navales y aeronáuticas, aunque también salpica a los talleres de automoción y a empresas de carpintería metálica, entre otras. Cabe recordar que empresas como Airbus, Dragados Offshore y Navantia, las tractoras de la provincia, tienen un convenio propio y no están reguladas por un marco laboral provincial como las pymes del sector. Si a lo largo de la semana no se llega a un acuerdo, la huelga será indefinida a partir del lunes 23.

¿Por qué esta movilización llega en el peor momento?. La respuesta es fácil. Las empresas tractoras tienen una importante carga de trabajo y unos plazos de entrega muy ajustados, lo que significa que cualquier parón afectará de manera muy negativa a la actividad industrial. La única posibilidad para frenar la huelga se verá el lunes día 16 en el Sistema Extrajudicial de Conflictos Laborales en Andalucía (Sercla), donde patronal y sindicatos (UGT y CC OO) tratarán de llegar a un acuerdo para firmar el convenio colectivo.

El anuncio de la huelga ya ha provocado sus primeras consecuencias «catastróficas». LA VOZ adelantó esta pasada semana como los efectos del anuncio de estos paros se habían dejado sentir, por ejemplo en el astillero de Cádiz, donde la compañía Carnival Cruise Line había modificado sobre la marcha el contrato de reparación que tiene con Navantia para su crucero 'Carnival Liberty'. Este barco entró en el dique del astillero gaditano el pasado 1 de junio para una varada técnica y el pintado de su casco. La faena estaba prevista para 25 días, sin embargo, la compañía ha decidido adelantar la salida de Cádiz ante la amenaza de huelga. El barco en cuestión abandonará la factoría antes del día 18 sin terminar la totalidad de los trabajos contratados. La empresa quiere asegurar con esta medida su llegada a Nueva Orleans (EE UUU) a finales de junio para garantizar los viajes que ya están programados desde el 6 de julio.

 

La imagen sociolaboral que exporta Cádiz se puede ver alterada de forma negativa

 

 

La incidencia del 'Carnival Liberty' no ha sido la única. El astillero de Cádiz también ha tachado de su programa de trabajo la intervención en la fragata 'Numancia', de la Armada española. El buque tenía fecha de entrada en el astillero el 11 de junio y, sin embargo, sigue en la Base Naval de Rota.

El impacto del anuncio de huelga también se advierte en el astillero de San Fernando, donde la construcción de las tres corbetas para Arabia Saudí puede verse seriamente afectada con estos paros. De hecho, los plazos de obra son muy ajustados y cualquier demora afectará con seguridad a su calendario de entrega.

Un año de negociación

La convocatoria de huelga en el sector del Metal de Cádiz ha llegado tras 18 meses de negociación para firmar el nuevo convenio. La petición de los sindicatos pasa por una revalorización salarial conforme al IPC desde el 1 de enero de 2024, la mejora de la regulación de bajas médicas, garantizando condiciones más justas para los trabajadores, la regulación equitativa para el personal fijo discontinuo, asegurando estabilidad laboral, y la eliminación definitiva de la brecha salarial para lograr igualdad en las condiciones de todos los empleados.

El origen de esta huelga, convocada por UGT y CC OO y a la que se ha sumado la Confluencia de Trabajadores del Metal, hay que buscarlo en la negociación del convenio del Metal. El debate sobre la aplicación de varios pluses y el papel de los fijos-discontinuos ha llevado a una confrontación entre los representantes de los trabajadores y la patronal Femca.

La Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Cádiz (FEMCA) respondió con contundencia a la convocatoria de huelga anunciada por los sindicatos UGT y CCOO, afirmando que la actual situación de negociación del convenio colectivo «no justifica esta medida». La patronal asegura que ha habido avances reales y documentados en los principales puntos de conflicto y reclama a las centrales sindicales un ejercicio de responsabilidad para evitar un daño económico y social innecesario.

FEMCA recalca que ha aceptado íntegramente la propuesta salarial planteada por los sindicatos el pasado 26 de mayo —la conocida como 'Opción B'—, incluyendo subidas del 3% para 2024 (por encima del IPC del 2,8%) y del 2,8% para 2025, así como el abono de atrasos. Además, para los años posteriores se ha pactado la actualización de tablas conforme al IPC sin atrasos. Según la patronal, este acuerdo garantiza una ganancia de poder adquisitivo superior al 1% y resuelve el principal escollo que históricamente ha motivado paros en el sector.

La Federación también detalla que ha accedido a mejorar once artículos del convenio, incluyendo pagos más ventajosos en dietas, transporte, pagas extras, anticipos o vacaciones. Entre otras medidas, destaca el adelanto de la paga extra de Navidad, la supresión de límites al plus de transporte, el pago íntegro al inicio del curso de la bolsa de estudios o una equipación de trabajo más completa. Estas concesiones, subraya FEMCA, reflejan una actitud negociadora abierta y constructiva.

Puntos de la discordia

Respecto a los puntos aún sin consenso, como la regulación del contrato fijo-discontinuo o el complemento de toxicidad, la patronal asegura haber presentado propuestas detalladas, realistas y adaptadas a la diversidad del sector, que incluye desde automoción a industria naval. En el caso del contrato fijo-discontinuo, propone un marco regulado de aplicación, criterios de llamamiento objetivos y un periodo máximo de inactividad de 12 meses. En cuanto al complemento por penosidad, ofrece revisar su cuantía durante la vigencia del convenio, aunque insiste en que se trata de un complemento personal consolidado y no generalizable.

FEMCA lamenta que la convocatoria de huelga se haya producido después de haber puesto sobre la mesa una propuesta salarial aceptada por los propios sindicatos, lo que —a su juicio— deslegitima la medida de presión. A su vez, advierte de las graves consecuencias que tendría un paro: pérdida de salario para los trabajadores, dificultades operativas para las empresas, riesgo de pérdida de contratos estratégicos y una imagen dañada del tejido industrial gaditano ante potenciales inversores. «Estamos plenamente comprometidos con un acuerdo justo, equitativo y sostenible. No hay ninguna razón objetiva que justifique esta huelga», ha declarado el secretario general de FEMCA, José Muñoz, quien ha pedido públicamente a UGT y CCOO que vuelvan a la mesa de negociación.

Una convocatoria de estas características tiene especial calado en la Bahía de Cádiz y en el Campo de Gibraltar donde se concentran los 27.000 trabajadores de este sector. Esta convocatoria no es comparable con la que se desarrolló en noviembre de 2021. Entonces, las plantas estaban a medio gas y lo que empezó como un llamamiento a la negociación de «un convenio digno del Metal» acabó con dos semanas de batalla campal en las calles de Cádiz.

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