Cádiz
Mercadona refuerza su apuesta por el transporte sostenible con una logística más eficiente y respetuosa con el entorno
La compañía moviliza cada día su flota desde Huévar y Antequera para abastecer a 51 tiendas en la provincia de Cádiz con vehículos más limpios y eficientes
Con camiones eléctricos, de gas y megatráilers, la compañía reduce el impacto de su logística en las calles y núcleos urbanos gaditanos
En un momento en que la sostenibilidad ha dejado de ser una opción para convertirse en una necesidad urgente, la logística también se sube al reto de reducir su impacto ambiental. Y es en este terreno donde Mercadona ha marcado el paso con un modelo de transporte más limpio, más eficiente y mejor integrado en la vida urbana. Lejos de limitarse a llevar productos a sus tiendas, la compañía ha rediseñado por completo su cadena logística para transportar más con menos, en términos medioambientales y operativos.
El objetivo es lograr una distribución eficiente que minimice el consumo de recursos, reduzca emisiones y mantenga intacta la calidad del servicio. En la provincia de Cádiz, donde Mercadona cuenta con 51 tiendas distribuidas en una veintena de municipios, esta apuesta por la sostenibilidad se traduce en una compleja red diaria de suministros desde los centros logísticos de Huévar del Aljarafe (Sevilla) y Antequera (Málaga), sin olvidar el reparto online que llega directamente a los hogares.
Transporte urbano con menos huella
Uno de los pilares de este modelo es la Distribución Urbana de Mercancías (DUM), una actividad esencial que conecta centros logísticos, tiendas y clientes en un entorno urbano cada vez más regulado y exigente.
Para afrontarla, Mercadona apuesta por una flota moderna y comprometida con el medio ambiente: 4 camiones eléctricos y 99 camiones propulsados por gas, todos con certificación EURO VI, que garantizan bajas emisiones. A ellos se suman 8 bitráilers y 40 megatráilers, que maximizan la capacidad de carga y minimizan el número de desplazamientos.
El enfoque es claro: si los camiones transportan más en cada viaje, se reduce el número de vehículos en circulación, el consumo de combustible y, por tanto, la huella de carbono. Este modelo ha permitido reducir prácticamente a la mitad las emisiones de CO₂ por servicio de tienda.
Una de las innovaciones más destacadas es la aplicación de la logística inversa, un principio que asegura que ningún camión vuelva vacío. Bajo lo que Mercadona denomina su Estrategia del Ocho, los vehículos recogen envases reutilizables o materiales reciclables en sus rutas de regreso, reforzando así su modelo de economía circular.
Además, los procesos de descarga se han afinado para ganar en eficiencia: 90 minutos por tráiler y preferentemente en horario nocturno, entre las 21:00 y las 08:00 horas, con el fin de reducir el tráfico y evitar molestias a los vecinos.
El reparto a domicilio es otra pieza clave de este engranaje sostenible. Mercadona opera con una flota de furgonetas bifuel, capaces de transportar hasta 3,5 toneladas y equipadas con sistemas de refrigeración que permiten realizar hasta 15 entregas por ruta.
La compañía defiende que este modelo solo será plenamente eficaz si se favorecen normativas coherentes entre municipios. Así, apuesta por facilitar el acceso de vehículos Cero o Eco a zonas reguladas y permitir la descarga en puntos cercanos al destino final.
Inversión, innovación y eficiencia
La transformación de la logística requiere inversión, y Mercadona ha respondido con firmeza: 276 millones de euros invertidos en su red logística en el último ejercicio cerrado, incluyendo 1,4 millones en los bloques de Antequera y Huévar solo para la modernización tecnológica y digital. Esta mejora no solo aumenta la eficiencia, sino que evita la obsolescencia de sistemas clave para la trazabilidad y gestión de los procesos. Además, la empresa fomenta la automatización, la mejora del diseño de envases, y colabora con sus proveedores para seguir avanzando hacia una cadena logística más verde.
La entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en muchos municipios supone un reto añadido para las empresas logísticas. Mercadona ha respondido adaptando su flota y reclamando una regulación más homogénea y práctica, que permita operar con eficiencia en múltiples localidades a la vez, especialmente en ciudades donde ya hay restricciones a vehículos contaminantes. La compañía propone, por ejemplo, que las autorizaciones de acceso se otorguen a las empresas en lugar de a cada vehículo, y que se mantenga una franja horaria mínima para garantizar el suministro en áreas peatonalizadas.
El modelo de transporte sostenible de Mercadona demuestra que es posible combinar el desarrollo empresarial con un firme compromiso medioambiental. Con una flota cada vez más limpia, procesos optimizados y una estrategia clara de reducción de emisiones, la compañía se sitúa como referente en el sector de la distribución alimentaria.
En un momento en que los desafíos climáticos y urbanísticos requieren soluciones inteligentes, Mercadona avanza hacia una logística más verde, adaptada a las necesidades del entorno y de sus clientes, convencida de que el futuro del transporte también pasa por la sostenibilidad.